El escritor checo Milan Kundera ha fallecido a los 94 años, según informa la radio televisión pública checa. En 1984 publicó su llamada obra maestra, La insoportable levedad del ser.
Es uno de los autores más destacados del siglo XX y se le considera como el intelectual de referencia entre los disidentes de la Europa del Este en la etapa comunista.
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La insoportable levedad del ser narra la fragilidad del destino de una persona, resaltando cómo la vida de un solo individuo carece de importancia dentro del concepto del eterno retorno de Nietzsche, ya que, en un universo infinito, todo se repite una y otra vez.
Esta novela es una referencia obligada a la hora de intentar comprender la disidencia vivida en Europa del Este durante la Guerra Fría. La obra fue adaptada al cine en 1988 por una película estadounidense dirigida por Philip Kaufman y actuada por un elenco encabezado por Daniel Day-Lewis y Juliette Binoche.
Dos décadas antes, en 1967, había publicado la que fue su primera novela, La broma. Es un significativo texto acerca de las vidas y el destino de varios checos en los años del estalinismo con un enfoque cómico e irónico. Traducida a varias lenguas, tuvo enorme éxito internacional.
Por su segunda novela, La vida está en otra parte, le dieron en Francia el Premio Médicis para obras extranjeras de 1973.
Aunque cabe calificar los primeros trabajos poéticos de Milan Kundera como procomunistas, se considera que sus novelas escapan a la clasificación ideológica. El propio Kundera prefería ser catalogado simplemente como novelista, y no como escritor político y disidente.
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Kundera había perdido su nacionalidad checa en 1979 por sus posiciones políticas. El Partido Comunista lo había expulsado de sus filas en 1950, y en 1975 huyó de la entonces Checoslovaquia para vivir en Francia. Fue uno de los activistas más destacados de la Primavera de Praga de 1968.
En 1981, el presidente François Mitterrand le concedió la nacionalidad francesa. Le fue otorgada por el entonces ministro de Cultura Jack Lang, junto al escritor argentino Julio Cortázar.
Kundera ganó en 2001 el gran premio de la Academia Francesa al conjunto de su obra, entre otros galardones y reconocimientos internacionales. Su obra ha compaginado la novela y el ensayo y se le ha considerado el intelectual de referencia entre los disidentes de la Europa del Este en la etapa comunista.
Su vida
Milan Kundera nació en Moravia en 1929, hijo de un pianista director de la Academia de Música de Brno. El joven Kundera estudió composición musical y musicología, siendo numerosas las influencias y referencias a la música a lo largo de su obra literaria.
Al concluir sus estudios secundarios, comenzó a estudiar literatura y estética en la Universidad Carolina de Praga, pero después de dos semestres se cambió a la Facultad de Cine de la Academia de Praga, donde finalizó sus estudios en 1952. Enseñó cine en la Academia de Música y Arte Dramático desde 1959 a 1969, y posteriormente en el Instituto de Estudios Cinematográficos de Praga.
Kundera se afilió al Partido Comunista al término de la II Guerra Mundial, pero luego sería expulsado del mismo en 1950 por presuntas actividades contra el partido.
En 1967 se casó con Vera Hrabankova y un año más tarde, a consecuencia de la invasión soviética a su país, sus obras fueron prohibidas en Checoslovaquia y quedó desempleado.
En 1975, Kundera emigró a Francia. Dio clase en la universidad de Rennes y después en París. Desde 1993 ha escrito sus obras en francés.
Observador de la condición humana
El escritor fue un observador sarcástico de la condición humana, autor de novelas oscuras, provocadoras y sin respuestas fáciles.
“El novelista no tiene que rendir cuentas a nadie, salvo a Cervantes”, explicó en una ocasión este autor de una quincena de obras, entre novelas, teatro y ensayos.
El corresponsal Marc Bassets escribió en el diario español El País: “El éxito de Kundera en los años ochenta, con traducciones a decenas de lenguas y adaptaciones cinematográficas, descubrió para una multitud de lectores un mundo narrativo singular, una literatura culta y a la vez legible que combinaba el placer del relato, tras años de arideces experimentalistas, con la novela de ideas. Descubrió también para muchos Europa central en víspera del momento definitivo de toda una generación de europeos: la caída del Muro de Berlín”.
Fue uno de los pocos escritores en haber publicado en vida su obra en la colección francesa La Pléiade, de la editorial Gallimard, reservada tradicionalmente a los clásicos. Un honor que muchos consideran igual o superior al Nobel, subraya el obituario de El País.
Su última novela, La fiesta de la insignificancia, que traza las peripecias de cuatro amigos que viven en París, se remonta a 2014 y rompió un silencio de 14 años.
Poco amigo de la popularidad, el escritor huía de los medios de comunicación desde hace más de tres décadas, aunque se le podía ver paseando con su esposa Vera en su barrio en París, donde falleció.
“El novelista es aquel que, como decía Flaubert, aspira a desaparecer detrás de su obra”, aseguró.