En el Día Internacional de la Mujer, Viva les rinde homenaje a las trabajadoras de las artes en Costa Rica.
Reunimos a doce artistas de seis disciplinas distintas para discutir retos pertinentes al ejercicio cotidiano de su trabajo, problemas recurrentes en sus gremios y obstáculos particulares de ser mujeres profesionales en sus áreas: la danza, la música, las artes visuales, el cine, el teatro y la literatura.
Lo visual, la publicidad, el cine, la televisión, no han dejado de reproducir reglas imaginarias de cómo debería verse la mujer. Esto hace de las artes visuales el campo ideal para repensar y cuestionar estas visiones.
Desafiar estos roles fue precisamente el objetivo de la exposición colectiva New Fantasies de la Fundación Teorética –de octubre del 2013 a febrero del 2014–, la primera exposición de Natalia Porras como artista.
“Más que (hacer) arte de protesta, mezclo las realidades sociales con los animales y las mujeres. Siento que lamentablemente, en el mundo, la imagen femenina es un objeto de comercio”, comentó Porras.
Al campo del arte, Porras llegó con un bagaje de activismo.
Ella forma parte de la asociación Transvida y, en el 2009, Natalia Porras fue la primera mujer trans que pudo tomarse la fotografía de su cédula de identidad viéndose como una mujer, otro de sus desafíos en la representación.
Para la exposición, a Porras se le encargó pintar en la fachada de la fundación un mural que tituló Los excesos del hombre (2013), en el cual plasmó una leona trans , una cegua-cebra, un toro vestido de torera, una elefanta vestida de reina de belleza.
“Cuando uno es lo que supuestamente no puede ser, uno quiere quedarse bien a uno mismo y a una sociedad que igual te reprime por ser trans , por ser gorda o ser flaca, por ser bonita o por ser fea. Es una ironía”, dijo Porras.
La difusión de ideales de imagen, al mostrar ciertas ideas, invisibiliza otras. El trabajo de la fotógrafa Glorianna Ximendaz con sobrevivientes de cáncer de mama procuró ilustrar esos de vacíos.
“La gente solo tiene una cara del cáncer de mama por las camapañas publicitarias: la del lazo rosa y las carreras y todo este asunto donde sale la mujer con el pañuelo (en la cabeza)”, comentó Ximendaz, vía telefónica.
Después de trabajar con una ONG, Ximendaz conoció varias mujeres sobrevivientes de cáncer y conoció otro lado de su lucha.
”Me sorprendió ver que detrás de todas estas campañas existía una mujer con una autoestima destruida, donde la sociedad la presionaba a tener el cabello largo y perfecto, tener un par de senos bien formados”, recordó. ”Sufrían de inseguridades porque muchas fueron abandonadas por sus parejas”, explicó la fotógrafa.
La serie de fotografías se llama Herencia , y aunque ya ha sido expuesta,contínúa en proceso, ya que pretende reunir un millar de fotografías del pecho de mujeres que hayan pasado por una mastectomía. Cada foto es acompañada por una frase de la paciente.
El proyecto, del alto impacto visual, promueven la prevención y al mismo tiempo que denuncia los maltratos que sufrieron varias mujeres durante el tratamiento; visibiliza para combatir la desinformación.
Otro proyecto de Ximendaz trató el rol de la esposa. Ante su propia experiencia como mujer casada y joven, la sorprendieron los comentarios que recibió desde distintos puntos de cuál debía ser su rol como esposa.
“La gente me decía que debía lavarle bien la ropa a mi esposo y no podía creer que en estos tiempos la gente siguiera diciendo ese tipo de cosas. Inclusive se acercaron mujeres a decirme que debía ser buena en la cama”, comentó.
Esta mirada ajena la motivó a hacer una serie de retratos en la que ella plasmó esas supuestas formas en las que una mujer debía comportarse. La misma mirada ajena, dice Natalia Porras, es la que mantiene a la gente ‘encasillada’.
“Creo que si fuéramos lo que pensamos, el mundo sería diferente, pero la gente se reprime por la gente y tal vez hay muchos esperando a que alguien haga algo, para ellos poder hacerlo”, comentó Porras.