Un homenaje permanente a la vasta producción de obras abstractas que realizó el artista costarricense Manuel de la Cruz González (1909-1986) se exhibe a lo largo de los 600 metros que abarca el recién remozado paseo de las Damas, en San José.
Un total de seis estructuras de concreto sirven de soporte para los 12 murales de mosaico que reproducen obras emblemáticas dentro de la corriente del abstraccionismo geométrico que González desarrolló entre 1961 y 1971.
El proyecto se enmarca dentro del programa Arte en Espacios Públicos que desarrolla la Municipalidad de San José, y forma parte de la remodelación del paseo de las Damas, que se extiende desde la antigua Estación del Ferrocarril al Atlántico hasta el parque Morazán.
Estética urbana. El curador de Arte en Espacios Públicos, Luis Chacón, explicó que estos murales de mosaico reproducen los diseños de las lacas de Manuel de la Cruz González para rendir tributo a lo que él considera el “punto más alto de la producción artística costarricense del siglo XX”.
Según Chacón, se invirtieron ¢12 millones en la manufactura de los murales, mientras que los derechos de autor fueron cedidos gratuitamente por las hijas del artista, Mercedes y Guadalupe González.
El pintor Adrián Gómez, director artístico del proyecto, señaló que la mayoría de los murales recrean las imágenes de lacas ya existentes; sin embargo, dos de ellos son inéditos pues fueron realizados a partir de bocetos.
Cada una de las seis estructuras de concreto mide 2,20 metros de base y 3 metros de altura, y exhibe dos obras: una en su cara frontal y otra en su cara posterior.
“Se escogió la técnica del mosaico pues este material es resistente a las inclemencias del tiempo y a los efectos de la contaminación ambiental”, afirmó Gómez.
La primera etapa del proceso fue trazar en la pared de concreto un diseño idéntico al de la obra de arte original.
“Utilicé una tiza de cera para evitar que se borrara. Me basé en el sistema de cuadrícula para recrear las obras de don Manuel lo más fielmente posible”, dijo Gómez.
El siguiente paso fue pegar los fragmentos de cerámica con pegamento, tipo “bondex ultra”.
“La escogencia de los colores de la cerámica se apega a la paleta de color original”, aseguró el artista.
Para poder unir los pequeños trozos de cerámica y darles consistencia, fue necesario aplicar una mezcla de cemento con arena y colorante, llamada “fragua”.
Los colores de la fragua también siguen la línea cromática de la cerámica. Gómez destacó que las seis paredes de concreto con sus respectivas obras fueron colocadas en puntos estratégicos en las aceras a ambos lados de la calle.
“La idea es que tanto peatones como conductores puedan disfrutar del legado de este maestro del arte costarricense”, afirmó el artista, quien contó con el apoyo de un grupo de obreros para lograr finalizar los murales en un plazo de cuatro meses.
El proyecto fue pensado para armonizar con los principales elementos arquitectónicos del entorno como la antigua Estación del Ferrocarril al Atlántico, el parque Nacional, la Biblioteca Nacional, el Tribunal Supremo de Elecciones, el edificio del Cenac (antigua Fanal) y el parque Morazán.
El recorrido – en dirección este-oeste– se inicia en la acera del antiguo cine California, con el panel que exhibe en su cara frontal la reproducción de la emblemática obra Síntesis del ocaso .
A partir de ahí el transeúnte podrá deleitarse con las versiones en mosaico de obras de Manuel de la Cruz González como Blanco interrumpido , Amarillo permanente , Espacio cósmico y Monumento a Malevich.