Gonzalo Montero Trejos, promotor incansable del cine en Costa Rica, falleció este 29 de agosto. Así lo comunicó su familia mediante las redes sociales.
Montero, de 57 años, siempre fue reconocido como un hombre trabajador, humilde y alejado de los reflectores.
Dejó un gran legado en la creación de cineclubes y actividades para fomentar la cultura fílmica.
Dentro de sus muchos proyectos destaca Mi Butaca Cine Club, una organización que efectuó, desde el 2011, proyecciones de películas acompañadas de comentarios por especialistas, así como funciones musicalizadas con piano en vivo y con actores invitados. Este club ha tenido varias sedes como Plaza Mayor y Sala Garbo.
Como curador de este cine foro, Montero privilegió películas aclamadas por la crítica y festivales. Para él, siempre fue importante reflexionar sobre la historia del cine y dar visibilidad a filmes clásicos.
Una vida dedicada a la cultura
Montero comenzó su trabajo en este ámbito desde joven, pues se desempeñó como locutor en Radio Sistema Universal, donde conversaba sobre sus dos pasiones más grandes: el cine y The Beatles.
Con el paso de los años, Montero quiso llevar su obsesión más allá. En el 2011 comenzó con Mi Butaca Cine Club y, al observar que el ecosistema de películas se estaba digitalizando con plataformas como Netflix, quiso ser pionero en el ámbito de plataformas digitales para cine en Costa Rica.
Montero ideó crear una “sala de cine virtual”, término que hoy sería más visto como “una plataforma de streaming”, al igual que HBO MAX, Amazon Prime Video, entre otros.
Ese proyecto se llamó Cinetrix, el cual contaba con un catálogo que estaba cargado de películas costarricenses, que podían ser pedidas bajo demanda. Montero contó a Viva en el pasado que esa plataforma debió cerrarse al año de funcionar por problemas técnicos, pero fue reanudado en marzo de este año.
En el 2016, Montero se sumergió en otro proyecto que se mantiene vigente: fundó el Festival de Cine Charles Chaplin, un evento que ha servido como retrospectiva de su filmografía para exaltar la relevancia que tuvo este artista en la historia del sétimo arte.
Durante la pandemia, Montero no cesó su labor. Ante el cierre de salas causado por la crisis sanitaria del covid-19, ideó una alternativa para capturar al público cinéfilo que extrañaba volver a salas de cine a causa de las reglamentaciones del Ministerio de Salud para evitar el contagio.
Así creó Garbo Virtual, plataforma que, al igual que Cinetrix, ofreció películas en streaming durante la pandemia. Así la Sala Garbo se mantuvo activa durante el confinamiento.
En el 2022, además, fue cofundador del Festival Amorpho, evento que reúne a los amantes del cine de terror y suspenso.
En todos estos proyectos, Montero siempre le huyó a los reflectores. Nunca quiso la popularidad ni la primera plana. En muchas conversaciones con Viva, siempre dejó en claro que no quería que su fotografía apareciera en notas porque su intención era que la cultura siempre fuera la protagonista.
Esa imagen es colectiva: todos quienes disfrutaron de sus proyectos, los cuales cultivaron el amor al cine tanto en adultos como en niños, siempre tendrán la imagen de Montero como un humilde y talentoso peón para el arte.