El Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC) reabrirá sus puertas este martes 23 de junio con dos novedades. La primera de ellas es que su horario pasará a ser de martes a viernes, de 10 a. m. a 4:45 p. m., mientras que la segunda es que únicamente recibirá el 50% de su ocupación total, esto para cumplir con el protocolo exigido por las autoridades sanitarias del país para evitar la propagación de la covid-19.
La institución también informó en un comunicado de prensa que todos los visitantes deberán desinfectarse sus manos cuando ingresen al recinto, además de que será obligatorio mantener la distancia de 1.8 metros entre cada una de las personas y poder evitar así las aglomeraciones.
“Para favorecer las condiciones de ventilación y flujo de personas, la puerta norte –que está ubicada al lado de los tanques de agua– estará abierta y será la salida del MADC”, se asegura en el documento enviado este lunes.
En esta primera fase de apertura solo estarán abiertas las salas 1 y 1.1, que albergarán las exposiciones This Way y Tensión, respectivamente. Es importante recordar que la entrada al museo es gratuita para el público.
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La primera de las exhibiciones es la muestra más reciente del MADC, y estará en sus instalaciones hasta finales del mes de octubre de este año. En este proyecto, Rossella Matamoros, Javier Calvo y Lucía Howell, son los artistas que presentan distintas propuestas temáticas como el espacio, el territorio, la política, la historia y la institucionalidad; haciendo de la acción performática el lenguaje con el que el observador toma un rol activo en la muestra.
Por su parte, Tensión se ubicará en la sala 1.1, en donde el público conocerá la propuesta de la artista guatemalteca Ana Werren, la cual llevaba pocos días de inaugurada cuando se decretó la emergencia nacional hace más de tres meses.
“Para Ana Werren, el cuerpo es un campo de interacciones que transforma -como consecuencia del movimiento- al espacio que lo rodea. Bajo esta premisa, experimenta con su propio cuerpo y lo lleva al límite de tensiones físicas y estéticas. La artista utiliza su cuerpo para adueñarse de él, controlarlo, manipularlo, colonizarlo y finalmente, convertirlo en objeto de autoconocimiento y empoderamiento desde la femineidad individual”, expresó Daniel Soto, curador del MADC, en el comunicado de prensa.