Los grandes museos costarricenses carecen de equipos modernos, personal de vigilancia y recursos financieros suficientes para garantizar la seguridad del patrimonio que exhiben y resguardan.
El robo de una valiosa y pequeña pintura en el Museo Nacional el viernes 20 de julio, puso en evidencia las debilidades en ese museo, el más grande y antiguo del país. En esa institución pocas personas montan guardia en las instalaciones, no existe ni una sola cámara de vigilancia, no hay un escáner de metales al ingreso y las obras patrimoniales que se muestran no tienen una póliza de seguro que las cubra contra robo ni daños.
Sin embargo, no es el único museo con carencias.
La seguridad en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo (MADC), ubicado en el Centro Nacional de Cultura (Cenac), es precaria, según reconoce su propio director Ernesto Calvo.
Ese espacio solo cuenta con una cámara de vigilancia a la entrada y una alarma para todo el lugar.
Asimismo, las cinco personas que hacen la vigilancia de sus salas también ayudan con el montaje de las exposiciones y se encargan del acopio –sitio donde se guarda la colección–.
“No tenemos el personal que requerimos ni el dinero necesario para contratarlo”, expresó Calvo.
Sistemas obsoletos. El Museo de Arte Costarricense (MAC), que está en el parque metropolitano de La Sabana, sí tiene un circuito cerrado de video; sin embargo, el equipo ya es obsoleto.
“Es un sistema de cámaras un poco viejo; aún grabamos en casetes VHS”, dijo Gabriela Sáenz, directora del MAC.
Asimismo, la edificación patrimonial del MAC tiene una serie de puntos débiles que requieren ser reforzados para prevenir el ingreso de ladrones.
La colección del MAC tampoco está asegurada en este momento; no obstante, el trámite ya se hizo y la institución cuenta con el dinero para pagarle al Instituto Nacional de Seguros.
Si bien es cierto no se han robado obras artísticas del MAC ni del MADC, sí han sustraído otros objetos: un televisor pequeño del museo en el Cenac y una cámara fotográfica del de La Sabana.
Actualmente el Museo Juan Santamaría, en Alajuela, está cerrado por remodelación; sin embargo, ese museo cuenta apenas con un vigilante a la entrada y un circuito cerrado con cámaras.
Más cuidado. El robo en el Museo Nacional puso en alerta a todas las instituciones museísticas. Por ejemplo, los Museos del Banco Central, que poseen modernos sistemas de seguridad (escáner, sensores, cámaras, circuito de televisión, vigilancia especializada las 24 horas), revisaron y aseguraron mejor las obras pequeñas en la actual exposición llamada Escultura española con dibujo .
El MAC revisó los protocolos de seguridad con su personal de atención al público y vigilancia. El jefe de seguridad de ese museo los instó “a no confiarse y a estar chispa”.
El Museo Nacional tuvo que reforzar la seguridad en sus salas y ordenar la revisión de las pertenencias de los visitantes, entre las medidas mencionadas por Francisco Corrales, su director. Además, ahora se realiza el registro fotográfico de cada obra exhibida en el lugar.
El Museo Nacional y el de Arte Costarricense incluyeron nuevos sistemas de cámaras de vigilancia en el presupuesto para el 2008.