Como un ejercicio de liberación y de honestidad, la escritora y actriz Arabella Salaverry, de 77 años, compartió en sus redes sociales que hace seis meses se le detectó un cáncer metastásico, así como la lucha que ha afrontado en este tiempo en busca del “tumor madre”.
“Escudriñar cada centímetro, calibrar cada dolor intentando la respuesta que la medicina no te da. ¿Existe o no el mal llamado tumor madre? Exámenes, biopsias, tacs, laboratorios pinchazos, contrastes y la respuesta no aparece”, detalló en Facebook la ganadora del Premio Magón 2021 –uno de los dos reconocimientos más destacados de la cultura nacional–. La publicación le generó un aluvión de respuestas, llamadas y mensajes cargados de amor, buenos deseos y optimismo.
En una conversación telefónica con La Nación, la creadora y gestora cultural reconoció que pensó mucho en si compartir o no el tema, pero le pareció importante hablarlo y también hacerle un reconocimiento a la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Salaverry reveló que en diciembre le detectaron esta lesión en el cuero cabelludo y, luego, una biopsia arrojó que se trataba de un adenocarcinoma maligno metastásico. A partir de entonces le realizaron infinidad de exámenes en busca del tumor inicial; por ahora, los especialistas no han detectado nada más.
LEA MÁS: Premio Nacional de Literatura Arabella Salaverry: una escritora en la intimidad de sus letras
“Hasta que un médico te recuerda que la vida es cada día, merece ser vivida sin angustia”, contó la mujer, casada con el también actor Leonardo Perucci.
Actualmente, la autora de Arborescencias, Chicas malas e Impúdicas, entre muchos otros libros, optó por vivir tranquila y vigilante, como reconoce en su texto público.
Arabella es atendida en el Hospital Calderón Guardia y agradece por la existencia de la CCSS: aunque sabe que hay mucho por mejorar, reconoce su importancia y la necesidad de que le den los recursos necesarios para que opere de la mejor manera.
“La doctora Fumero, la doctora Melissa Masís, la doctora Gaspar, la doctora Coto, los patólogos, el doctor Jiménez, el doctor Cambronero, los de la Caja -la amada, la imprescindible Caja del Seguro Social-, la doctora Mora, los de afuera, la Universidad de Costa Rica, las enfermeras de otorrino y su empatía manifiesta en el pañuelo de papel para las lágrimas, en el vasito de agua para aclarar la voz, en los brazos dispuestos a recibirte, las de neumo con su mirada cariñosa conteniéndote”, escribió.