
Vaticano AP, EFE La restauración de los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Paulina del Vaticano habría producido una gratificación inesperada: un autorretrato del artista, cuya existencia se desconocía. El jefe de restauraciones del Vaticano, Maurizio De Luca, dijo que la cara de un jinete en el fresco de la Crucifixión de San Pedro bien podría ser la del artista, aunque aclaró que por el momento nadie puede afirmar con absoluta certeza que el rostro sea el del maestro italiano.
El especialista señaló que un “autoritario” Miguel Ángel con turbante azul aparece como uno de los tres caballeros romanos que acompañan la crucifixión, a la izquierda de la escena.
El director de los Museos Vaticanos, Antonio Paolucci, opinó que esa imagen podría ser la de un Miguel Ángel mucho más joven porque en aquella época tenía 70 años.
A la opinión de los expertos de los Museos Vaticanos se han sumado otros estudiosos del arte y del genio renacentista, entre ellos su biógrafo y restaurador, Antonio Forcellino. “El autorretrato forma parte de la tradición de Miguel Ángel y en este caso aparece de modo evidente el tormento que caracterizaba el ánimo del artista, como en cada personaje y en su obra ”, argumentó el especialista.
En cuanto al turbante con el que aparece la figura, el experto afirmó que Miguel Ángel acostumbraba a protegerse del polvo con un turbante blanco cuando trabajaba. El hecho de que el hombre aparezca sobre el lomo de un caballo también es normal porque al pintor disfrutaba de cabalgar.
Después de cinco años de trabajo y una inversión de $4,5 millones, la monumental Capilla Paulina ha recuperado su esplendor gracias a la restauración pictórica y plástica del recinto que custodia los últimos dos frescos de Miguel Ángel: la Conversión de Saulo y la Crucifixión de San Pedro.
Los frescos, encargados por el papa Paulo III, se realizaron entre 1542 y 1549, cuando Miguel Ángel tenía 75 años.
Ubicada a pocos pasos de la Capilla Sixtina, la Capilla Paulina es un lugar de culto –en ella se expone el Santísimo Sacramento– y está reservada al Papa.