El año 1984 fue muy importante en la carrera de la compositora costarricense Rocío Sanz (1934-1993). Ese año se realizó el Tercer Congreso Internacional de Mujeres en la Música (ICWM por sus siglas en inglés) en México, donde Sanz residía. Aaron I. Cohen, autor de la Enciclopedia Internacional de Mujeres Compositoras, era miembro del ICWM, y, cuando la organización decidió realizar el encuentro en México, puso en contacto a Rocío con Jeannie Pool, directora del congreso. Así se inició una relación de amistad y colaboración profesional entre las dos.
Sanz y Cohen se conocían porque Rocío colaboró en la primera y la segunda ediciones de la enciclopedia de Cohen, publicadas respectivamente en 1981 y 1987. Sanz escribió su propia biografía en la primera edición y la revisó y amplió en la segunda. Además, ayudó en la preparación de las biografías de compositoras latinoamericanas en ambas ediciones.
Compositoras en México. El Congreso se realizó en el Distrito Federal entre el 22 y el 25 de marzo de 1984, seguido de un retiro en Zacatecas entre el 26 de marzo y el 1.º de abril.
Con la asistencia de más de 170 participantes de todo el mundo, entre compositoras, instrumentistas e investigadoras, el congreso fue una excelente oportunidad para Rocío Sanz. Además de ser parte de la organización, ella presentó tres obras, moderó un panel y fue parte de otro.
El panel “Mujeres compositoras mexicanas” se llevó a cabo el viernes 23 de marzo a las 10 a. m. en el Hotel del Prado, sede del congreso.
Rocío fue una de las panelistas junto a Lucía Álvarez, María García Renart, Gloria Tapia, Lilia Vázquez y Emiliana de Zubeldía. El panel lo moderó la musicóloga Leonora Saavedra.
Inmediatamente después, a las 11:30 a. m., hubo un recital con obras de algunas de las participantes de ese panel. En esa oportunidad, Sanz presentó dos obras: Rondó a cuatro manos a cargo de Marta García Renart y Adrián Velázquez, y Cantos , con la soprano María Luisa Rangel acompañada por García Renart. Con esa obra se cerró el recital.
Ese mismo día a las 8:30 p. m. y en el Museo San Carlos, a unas cuadras del hotel, el Quinteto de Vientos Northridge tocó Cinco piezas breves para quinteto , de Rocío Sanz. Los músicos tocaron también obras de la estadounidense Ruth Crawford Seeger y la francesa Claude Arrieu, compositoras de gran renombre internacional.
En mayo, la agrupación repitió el programa en Los Ángeles en un concierto transmitido en vivo por radio.
Al día siguiente, sábado 24 de marzo, Rocío moderó el panel “Mujeres músicas latinoamericanas” en el Museo Nacional de Arte, ubicado en el centro histórico de la ciudad. Las participantes del panel fueron las argentinas Alicia Terzian y Julia Stilman, las brasileñas Marisa Rezende y Sula Jaffe, y la venezolana Isabel Aretz, quien además había dado el discurso inaugural del congreso.
En Costa Rica. Ese año también fue muy importante para la compositora en su propio país. Trece años atrás, en 1971, el recién creado Ministerio de Cultura convocó a un concurso musical como parte de las celebraciones del sesquicentenario de la Independencia. Para esa ocasión, Rocío Sanz compuso su Cantata a la Independencia de Centroamérica, con textos de Carlos Luis Sáenz.
El estreno mundial de la cantata se produjo el 15 de setiembre de 1971 en México, en un concierto organizado por la Embajada de Costa Rica. En su país natal se estrenó en 1984 en un homenaje organizado por la Escuela de Artes Musicales (EAM) de la Universidad de Costa Rica (UCR).
El estreno nacional se realizó el 19 y 21 de octubre en el Teatro Nacional. En la primera parte del “Homenaje a Rocío Sanz, compositora costarricense”, la soprano Amelia Barquero y el pianista Gerardo Meza presentaron dos ciclos de canciones: Cinco canciones infantiles y Canciones del verano .
En la segunda parte del concierto se estrenó la cantata, original para barítono, coro y banda sinfónica. El solista fue el cantante Jorge Luis Acevedo. Dos coros y dos bandas completaron el conjunto: el Coro de la EAM, dirigido por Miriam Accame; el Coro de Cámara, dirigido por Zamira Barquero, y las bandas sinfónicas de la EAM y de la Sinfónica Juvenil, todos dirigidos por Juan Manuel Arana.
En la cúspide de su carrera. En 1984, Rocío Sanz tenía 50 años y todo indicaba que continuaría con una carrera productiva como compositora. Después de dedicarse por años a su programa radial El Rincón de los Niños , había llegado finalmente el momento para dedicarse más a la composición y dar a conocer sus obras en Costa Rica, México y otras partes del mundo. Sin embargo, Rocío cayó enferma.
En una carta que escribió en junio de 1985 a su entrañable amiga Elsa Sáenz, hija de Adela Ferreto y Carlos Luis Sáenz, Rocío dice:
“Ya hace un año que amanecí con las manos dormidas, y no han despertado”. Ese fue el inicio de una larga enfermedad que la llevaría a su muerte el 13 de abril de 1993.
En 1985 se llevó a cabo un nuevo congreso del ICWM. Esa vez fue en California, Estados Unidos entre el 8 y 10 de marzo. En el concierto de clausura, la soprano Kathleen Quintero Burkholder y la Orquesta Moderna de Cuerdas de Los Ángeles hicieron el estreno mundial de su ciclo para soprano y cuerdas, Canciones de la muerte . El concierto fue transmitido en vivo por la Radio Pacífica de los Ángeles en el programa “Música de las Américas” .
Aunque Sanz no pudo asistir, esa misma noche recibió una grabación de su obra. Al terminar el concierto, la pianista mexicana Ana Eugenia González Gallo voló a México con el encargo de Jeannie Pool de entregar personalmente la grabación a Rocío.
Veinte años después. Este año se cumplen veinte años del fallecimiento de la compositora, y su obra aún es poco conocida en Costa Rica. En 1993 y 1994 se hicieron algunos recitales póstumos y se escucharon nuevamente las obras estrenadas en 1984.
Las pianistas Katia Guevara y Sara Feterman interpretaron la pieza para piano a cuatro manos; el quinteto para vientos lo tocó una agrupación de la EAM , conformada por Rafael y Vinicio Meza, Miguel Ramírez, Isabel Jeremías y Rafael Jiménez. También intervino el Quinteto Maderas de Costa Rica. Mario Solera dirigió la cantata, esa vez con el barítono Arturo Chacón, la banda y el coro de la EAM.
También en 1993, Marta García Renart y Adrián Velázquez grabaron el Rondó en un disco de música de compositores mexicanos. En el 2005, el Dúo Vargas, conformado por Patricia Valverde y Jorge Carmona, lo tocó en el Segundo Festival de Música Contemporánea. Recientemente, en el 2011, el Quinteto Miravalles tocó el quinteto en un homenaje a Carmen Lyra.
La mayor parte de la obra de la compositora se conserva en el Archivo Histórico Musical de la UCR , que está abierto al público general, investigadores e instrumentistas. El aniversario de la muerte de Rocío Sanz sería una buena razón para visitar sus manuscritos, hacer sonora su música, y así sacar del silencio a esta mujer que –contra las convenciones sociales– escogió ser compositora.
La autora es candidata al doctorado de musicología histórica en la Universidad de Texas en Austin. Su tesis doctoral trata sobre la compositora Rocío Sanz.