
A lo largo de cuatro años, Satisfactory anduvo de casa en casa con un mensaje contundente: valore y compre diseño local para vivir mejor. La tienda pop-up surgía por unos cuantos días en un espacio, atraía a clientes, diseñadores y artistas, y cerraba con la promesa de volver mejor. Ahora que encontró casa fija, su filosofía sigue siendo el cambio.
Desde hace unos tres meses, Satisfactory es una tienda con local fijo en barrio Aranjuez. Asociada con el coleccionista de arte Christian Lesko, la curadora y gestora del espacio, Erika Martin, abrió un espacio donde la oferta se renueva cada tres meses: todo diseño tico, incluyendo peluches, pulseras, bolsos, adornos y también obras de arte, a precios asequibles.
Según Martin, Satisfactory nació “con esa intención de que la gente entienda la satisfacción de vivir con arte y de consumir de otra forma, que nos duren los objetos aunque sea más caro, y saber que no estás explotando a una persona en otra parte del mundo”.
Para la curadora, es importante que la gente conozca quién produce sus piezas; incluso, planea exhibir retratos de los diseñadores para que la gente se familiarice con lo que consume y quiénes lo crean.
Dentro de sus planes también está extenderse más allá de su local actual y diversificar la oferta. “Nuestra idea es, en un par de años, abrir otro espacio de Satisfactory pero fuera de San José”, afirma Martin.

“Todos los Satisfactory han sido distintos, y este es muy distinto de lo que han sido hasta el momento. Satisfactory era casi un evento, como un festival, algo muy social”, dice Martin.
Pero todos los años, al concluir, decía que nunca más lo volvería a hacer. “En todos los Satisfactory no hubo uno que no tuviera un problema: que llegara la Municipalidad, la Policía... y yo me cansé de eso. Me cansé de lo conservador”. Tales obstáculos no ocultaban el sencillo hecho de que la gente sí quería este tipo de eventos, sí quería conocer a sus diseñadores y acercarse a su trabajo.
Ese ánimo festivo habla del auge que vive el diseño tico; el cambio también permitía apreciar las necesidades del sector. “Hay mucha más oferta de objetos y de productos, pero no necesariamente hay más calidad. a la hora de curar un tienda es un problema porque no tenemos variedad”, señala Martin. De acuerdo con su planteamiento, generar esta estrategia de “temporadas” trimestrales obliga a los diseñadores a replantearse procesos; esto subraya también carencias importantes del país, como la poca disponibilidad de algunas materias primas y el costo de inversión para microempresarios del diseño.
Aunque este Satisfactory no se mueva de local, se moverá por dentro. La diferencia de su propuesta, dice Martin, es la curaduría: muchas piezas son exclusivas de la tienda y seleccionadas según temas o temporadas (en setiembre será de niños, por ejemplo). Cambiante y fresca, Satisfactory sigue en marcha.
La meta es “lograr entre confianza y lealtad de los diseñadores hagan cosas específicas para la tienda pero también que confíen en lo que uno les sugiere”, dice Martin. Es decir, hacer del diseño un diálogo del que más podamos participar.
La dirección es avenida 11, calle 19, barrio Aranjuez, o de la Estación Santa Teresita 200 metros al oeste, local ubicado al costado esquinero a mano derecha. La tienda abre de jueves a domingo de 10 a. m. a 7 p. m. El correo electrónico es: info@satisfactory.life