Muchos costarricenses recuerdan con cariño y nostalgia los bajos del quiosco del Parque Central de San José, porque allí jugaron, leyeron y dejaron volar la imaginación con cuentos e historias en la mítica Biblioteca Infantil Carmen Lyra, que se inauguró en 1971 y cerró sus puertas en 1993. Pues ese mismo espacio, el sótano del transitado parque capitalino reabrió, bien pintado y a la espera de josefinos y otros curiosos, con actividades artísticas paralelas dentro del Creadores 2024: IV Encuentro de Industrias Creativas de San José.
Desde el martes 5 y hasta el sábado 9 de noviembre hay una sala de cine temporal, obras, charlas y talleres en el céntrico punto como parte del proyecto Todo cambia, que forma parte del encuentro. Por ejemplo, se puede ingresar y observar la obra Casino Central, hoy y mañana (2024), una instalación en video del cineasta Charlie López, que recuerda los años de este sótano como salón de baile. En esta producción, las imágenes y la música aluden a ese pasado y los textos muestran frases de los periódicos de la década de los años 50.
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Además, el colectivo Club de Apreciación de Palomas muestra unos paneles informativos sobre la alimentación y otros detalles acerca de estas aves en la ciudad. Habrá charlas acerca de las obras de José Pablo Umaña sobre la ciudad y sobre las palomas y el dibujo, así como una lectura de poesía de Paola Valverde (ver información al final).
Esta reapertura, promovida por la organización del encuentro con apoyo de la alcaldía y otras entidades, se une a otros esfuerzos esporádicos, como presentaciones durante Transitarte o abrirlo para el Festival de Teatro Infantil, que ha hecho la Municipalidad de San José por tener una agenda de actividades para uno de los espacios más queridos por los josefinos, de gran tradición en San José y también mejor ubicados en la urbe debido a que está en el visitado Parque Central.
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“Desde su concepción es un espacio social para la ciudadanía del cantón, que primero fue salón de baile y luego la recordada biblioteca infantil. Es un espacio idóneo para actividades culturales. Recuperar los bajos del quiosco del Parque Central es recuperar la historia y el patrimonio cultural de la ciudad; además, la ciudadanía pide que sea un espacio cultural”, aseguró Tatiana Chaves, encargada del Departamento de Servicios Culturales del municipio capitalino, en una entrevista con La Nación.
Por ahora, los portones estarán abiertos por tiempo limitado, pero el municipio y organizaciones culturales desean que se abra de forma permanente.
Se pretende que este sótano se convierta en un centro cultural donde se realicen exposiciones, espectáculos, conferencias, charlas, exhibiciones audiovisuales y otras muchas actividades artísticas, explicó Chaves y detalló que están finiquitando un plan que le presentarán al alcalde Diego Miranda con posibles eventos para inicios de diciembre y para realizar durante la estación seca.
¿Por qué no se abre de una vez por todos el sótano del Parque Central al arte y la cultura? Desde hace años, la Municipalidad ha informado que esos bajos tienen un enorme problema de filtración de agua y que deben intervenir el quiosco para solucionar el problema. Los trabajos se querían realizar a finales de año; sin embargo, la licitación por casi ¢40 millones que estaba en SICOP (Sistema Integrado de Compras Públicas) para realizar pruebas a la losa existente, preparar la superficie, aplicar un sistema polimérico y aplicación sellador coloreado fue declarada como “infructuosa” y ahora se va a realizar un nuevo procedimiento de compra a partir de la próxima semana.
Por ahora, los costarricenses, en especial los josefinos, tienen una oportunidad única de acercarse al mítico sótano de ese quiosco (el segundo que ha tenido el Parque Central), que fue inaugurado en setiembre de 1945 en medio de una polémica historia.
La historia del sótano del Parque Central comenzó bailando
Y todo comenzó bailando, bailando... El estribillo de la canción interpretada por Frankie Ruiz le va como anillo al dedo a la historia de los bajos del Parque Central josefino. En 1945 se inaugura el quiosco con el diseño arquitectónico donado por el dictador nicaragüense Anastasio Somoza García.
En la década de los años 50, el sótano atrae a la ciudadanía como un noble salón de baile de la época, primero llamado Casino Central y luego llamado El Patio Andaluz, según consta en la historia relatada por Mario Zaldívar en su libro Aquellos salones de baile.
“Cuando el salón de baile El Sesteo fue declinando, los empresarios de la farándula pensaron en otra alternativa de nivel social similar. La opción fue crear el Casino Central en el sótano del Parque Central, animado por la orquesta de un músico español de paso por el país, conocido como Rodri Mur”, publicó Zaldívar basado en información documentada de 1951.
Cinco años después, un anuncio ya habla de que el centro social El Patio Andaluz, siempre en el sótano del parque josefino, presentaría los días 10 y 11 de noviembre a “los artistas de fama internacional Los Hermanos Zamora” y habría deliciosa cerveza Traube Pilsen. Se trataba de los costarricenses Hernán y Jorge Zamora, quienes habían recorrido el continente con éxito. Asimismo, muestra imágenes de eventos sociales, como la boda Freer Rojas en 1953, en ese espacio de la ciudad.
La mítica Biblioteca Infantil Carmen Lyra estuvo dos décadas en los bajos del quiosco
La música y el baile le cederían paso a la literatura, las letras y la lectura en la década de los años 70 en el mencionado espacio. Nombrado en honor de la célebre escritora, política de izquierda e impulsora de las bibliotecas infantiles en Costa Rica, la Municipalidad de San José inauguró el Día de la Niñez de 1971, el 9 de setiembre, la Biblioteca Pública Carmen Lyra en este sótano.
“Esta biblioteca fue innovadora. El punto central servía como un panóptico del que se podían mirar las portadas de los libros, que generalmente estaban clasificados según las edades de los pequeños usuarios. Sin embargo, no había restricción, cualquier menor podía tomar la obra que fuera de su interés y sentarse a disfrutarla en un mobiliario que se ajustaba a su estatura”, aseveró el escritor y estudioso de la literatura infantil Carlos Rubio en un artículo publicado en Áncora.
La Carmen Lyra se convirtió en un sitio muy concurrido por niñas y niños –y sus familias– en aquella época hasta convertirse en un sitio mítico de la ciudad para varias generaciones durante dos décadas.
En 1993, el municipio cerró esta biblioteca infantil alegando el ruido, la contaminación, la delincuencia y el despoblamiento de la ciudad, entre otras razones.
Y aunque han pasado varias décadas, la gente sigue recordando con cariño el lugar, tanto que, cada vez que abren los portones en la actualidad, los funcionarios municipales deben dejar entrar a la gente que quiere curiosear lo qué hay y ofrece este sótano.
¿Qué habrá en el proyecto Todo cambia?
Viernes 8 de noviembre, 2 p. m.: José Pablo Ureña nos habla de sus obras que ilustran los paisajes urbanos de San José.
Viernes 8 de noviembre, 3 p. m.: Paola Valverde Alier - Lectura de poesía sobre el poemario El entrenador de palomas, dedicado a las aves y a su abuelo, quien da título al libro.
Sábado 9 de noviembre, 2 p. m.: Charla sobre palomas y taller de dibujo - Karen Olsen Yu.
Todos los días a las 6 p. m.: Proyección de la serie San José de noche.