A solo tres días de que se inaugure la exposición de arte internacional Valoarte, el edificio de la Antigua Aduana empieza a poblarse de colores, formas y movimiento.
Para su octava edición, Valoarte aspira a ir más allá de ser una exhibición y venta de arte contemporáneo con fines benéficos, para abarcar otros campos e involucrar a más personas en el proyecto.
“Podríamos definir esta edición como un trípode que se sustenta en la responsabilidad social, el compromiso ambiental y la promoción cultural”, explicó la directora de Valoarte, Karen Clachar.
Este año, la exposición ocupará la nave central –de ladrillo– del recién restaurado edificio de la Antigua Aduana, de modo que se conjuga la arquitectura de influencia neoclásica con el lenguaje contemporáneo de las obras de arte.
Las más de 350 obras realizadas en técnicas como pintura, dibujo, escultura, fotografía, ensamblaje y arte objeto se exhibirán en una enorme estructura construida exclusivamente para ese fin.
“Es una plataforma fabricada a partir de 700 láminas hechas con material de desecho proveniente de los envases Tetra Brik. El arte también puede aprovechar el reciclaje de materiales dañinos para el ambiente de una manera creativa”, explicó Clachar.
La exposición convocó a 141 creadores: 103 invitados y 38 seleccionados por concurso.
El artista Francesco Bracci apostó por la reutilización de materiales de desecho para sus propuestas creativas. Durante este fin de semana, Bracci trabajará en el montaje de sus dos obras
La primera es una instalación realizada con 60.000 tapas de botellas plásticas que cubren un gran túnel de metal. La segunda es una estructura que mide 5,5 metros de alto, 6 de ancho y 7 metros de largo, fabricada con 1.200 cajas para guardar botellas de cerveza o refrescos.
Este año Valoarte desarrollará un programa de actividades paralelas a la muestra, como visitas guiadas, talleres y conferencias. El calendario se puede consultar en el sitio www.valoarte.com.