“Fue una experiencia que ha sido difícil pero ha sido feliz, ha sido aleccionadora y hermosa. Fue un camino arduo, difícil, doloroso y ahora sí que este fue el papel de mi vida”, dijo Romo ayer, en una rueda de prensa sobre su salud, realizada en el Teatro de los Insurgentes.
La artista, de 52 años, identificada por muchos no solo por canciones que incluyen
“¿Qué les parece el nuevo
Cargada de la actitud positiva que mantuvo durante el tratamiento en el que perdió también sus pestañas y cejas, dijo que nunca pensó en tirar la toalla, a pesar de las afecciones que le provocó.
“Tienes que aprender a comer con los ojos, a ver la comida y acordarte que sabía rico y tienes que comer aunque no tengas ganas, porque te sabe como si te hubieras metido un clavo medio oxidado”, describió Romo, quien también explicó que ha perdido la sensibilidad en los dedos de la mano por las terapias.
Cuando recibió un ramo de flores, necesitó apoyo para bajar un escalón del escenario, pues tampoco ha recuperado la sensibilidad en sus pies.
Romo dijo que con la enfermedad conoció la verdadera democracia, a través del dolor. “Cuando volteas y ves a un montón de seres humanos, ricos, pobres, de una posición o de ninguna, todos nos ponemos la batita (médica) y entramos a hacer lo mismo”.
Al mismo tiempo se acercó más a la actriz Patricia Reyes Spíndola, quien, recientemente, dio a conocer que perdió un seno en su batalla contra el cáncer. Spíndola motivó a Romo para que se desprendiera de su cabello.
“Cuando le digo: ‘Patita, me voy a rapar, ya no puedo mas’. Me dijo: ‘Te va a crecer tu pelo rechulo, quítatelo, a mí nunca me va a volver a salir mi seno’”, rememoró con la voz entrecortada. AP