Ya es oficial. El divorcio de Jennifer López y Marc Anthony quedó formalizado por un juez en Los Ángeles, casi tres años después de que los cantantes se separaron.
Una de las cláusulas en el contrato de la separación les prohíbe a ambos exponer públicamente a sus dos hijos, especialmente en frente de paparazzi .
Ambos padres se comprometieron a evitar que la publicidad no deseada afecte a su pareja de mellizos Emme y Max, quienes ahora tienen seis años.
En el documento, dado a conocer por la cadena de noticias TMZ, el juez es claro al respecto: esta restricción se plantea para promover el bienestar de los niños y para protegerlos de fotógrafos agresivos y agencias de noticias.
En el divorcio se definió una tutela compartida de los dos hijos de la pareja. A pesar de esto, ambos artistas estuvieron de acuerdo en que López tenga a su hija y a su hijo la mayoría del tiempo, mientras que Anthony los cuidará siete días al mes.
Los cantantes, además, acordaron que no era necesario que ninguno de los dos pagara manutención conyugal o para los menores.
La resolución le viene bien a Marc Anthony, pues fue recientemente condenado a pagar a su exesposa Dayanara Torres $26.800 al mes para la manutención de sus otros hijos.
Ambos artistas mantienen una buena relación desde su separación y dicen que ahora se concentrarán en su carrera.