Ecléctico. Solo así se puede definir lo que pasó la noche de este viernes en la tercera fecha del Mercedes-Benz Fashion Week San José.
Como los gustos son tan subjetivos y ante ellos se rinde la industria de la moda, hay que salirse de los convencional y dejar que la magia y la inspiración fluyan y contagien a todos; eso fue lo que pasó con las colecciones presentadas en este caso..
Este viernes participaron en los desfiles los costarricenses Bryan Cecas y Carolina Rojas, quienes defendieron el talento nacional en medio de una complicada jornada liderada por las marcas comerciales como las del centro comercial Multiplaza (que incluyó a Nike y Lacoste), así como las de las empresa Express, Levis (en colaboración con la universidad Veritas), y que fue cerrada por el arte de la mexicana Alejandra Quesada y la sensualidad de la marca colombiana French Vanilla.
Toque nacional. Lo etéreo de las colecciones de los nacionales logró un buen sabor de boca. Cecas, por su parte, se dejó llevar por una musa que lo hizo sobrepasar los límites físicos y psicológicos del ser humano.
Peripeteia es el nombre de su trabajo, y en clara representación a este término, Bryan supo darle cambios inesperados a sus outfits utilizando una paleta de colores orientada entre blanco y la escala de grises con acentos de amarillo y negro, y materiales fuera de lo común como el látex y el neopreno en varias piezas. El artista fijó claramente su atención en los hospitales psiquiátricos y la esquizofrenia con prendas vanguardistas, formales y casuales.
Su espectáculo fue completo, desde las luces hasta el performance que realizó una bailarina, todo se complementó.
Rojas también fue imponente. Calle 42 fue el título de su trabajo el cual se inspiró en el mítico edificio Chrysler de Nueva York.
La diseñadora de 26 años, graduada de la Universidad Creativa, idealizó prendas tipo resort para hombre y mujer y las llevó a una transición ambigua entre la realidad neoyorquina y la costarricense para lograr, al final, una propuesta muy atrevida.
La pasarela le jugó un par de malas pasadas a sus modelos, pero salieron avante, incluso la experimentadísima Leonora Jiménez sufrió dos resbalones, nada que la valentía no pudiera tapar.
Vestidos de baño, salidas y pantalonetas fueron las protagonistas de este desfile. Los materiales versátiles y funcionales fueron el complemento perfecto para las prendas que estaban cargadas en tonos blancos, azules y el muy tradicional negro.