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Cuando su madre estaba embarazada en McDonough, Georgia, Estados Unidos, tenía dos nombres en mente para su hija: Tequila Sunrise, inspirado en su cóctel favorito, o Shaylee Shian.
La decisión se postergó hasta después del nacimiento en octubre de 2001, cuando el padre tomó la iniciativa y registró a la niña como Tequilla Shian, combinando ambas opciones y agregando una “L” a la bebida mexicana.
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Lo que parecía una elección creativa se convirtió en una fuente de burlas durante su infancia. En la escuela, sus compañeros hacían chistes constantes sobre su nombre y los maestros, al escucharla, pensaban que era una ocurrencia.
Desde los 12 años, prefirió llamarse solo Shian para evitar el constante bullying.
“Mis compañeros preguntaban si mis padres eran alcohólicos o si estaban ebrios cuando me nombraron así”, confesó la joven al medio New York Post.
Con el tiempo, la cosmetóloga de McDonough, Georgia, superó la vergüenza y decidió recuperar su identidad.
Aunque ya no enfrenta burlas, admite que sigue siendo curioso para muchos que una persona llamada Tequilla no beba alcohol.
“Ahora que soy mayor, acepto mi nombre. Algunas personas dicen que, sin el significado, suena hermoso. Lo único incómodo es que, cuando alguien menciona ‘tequila’ en la calle, volteo de inmediato”, relató la joven.
Curiosamente, su hermano mayor no recibió un nombre inspirado en bebidas alcohólicas, pues su género lo salvó de esa peculiar tradición familiar.
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*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
