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La fachada norte del Teatro Nacional se convertirá en un gran lienzo que narrará la historia de la Catedral de Notre Dame, desde las cenizas hasta volver a abrir sus puertas al público. El show será el evento de clausura del Festival Internacional de las Artes 2024 (FIA) y se llevará a cabo el próximo 8 de diciembre, a partir de las 6 p. m.
El evento se realizará prácticamente en simultáneo a la reapertura del monumento francés y se extenderá hasta las 9 p. m. con proyecciones sobre el teatro costarricense cada 10 minutos.
Este espectáculo está a cargo de Jérémy Oury y Michelle Falcon, dos artistas franceses especializados en video mapping, técnica artística que consiste en realizar proyecciones sobre edificios. Oury y Falcon desarrollan proyectos que se amoldan a las dimensiones, texturas y formas de las superficies.
“Muchas veces, edificios como el Teatro Nacional que tienen muchos detalles, uno simplemente pasa y no se le queda viendo ni dimensiona que tiene muchas riquezas. El hacer proyecciones te hace pararte y apreciarlo; le da vida al edificio y la ciudad”, declaró Falcon.
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Según explicaron ambos artistas, la narrativa de este show tendrá como punto de partida el incendio de la Catedral -ocurrido el 15 de abril del 2019- hasta llegar a su reapertura. Además del apartado visual, echarán mano de material de archivo de noticieros costarricenses que dieron cobertura al siniestro y música de órgano y coros para construir el ambiente sonoro.
“Habrá mucho de los detalles de la arquitectura, de las estatuas y la forma de la Catedral, pero los visuales parten de un prisma más abstracto. En cambio, todo el sonido que utilizamos es muy importante para contar la catástrofe”, enfatizó el artista.
Para este, al igual que la mayoría de sus trabajos, han creado la mayor parte del proyecto de manera remota, con soporte de personal de la Embajada de Francia. No obstante, desde el miércoles se encuentran en Costa Rica realizando pruebas y afinando los últimos detalles.
“Han sido muchas videollamadas, muchos correos para avanzar en este proyecto. Pero es el proceso normal, cuando trabajamos en festivales de video mapping, pues normalmente es la organización la que se encarga de enviarnos fotos y el modelo 3D del edificio. Nosotros tenemos la referencia para trabajar y después hay que hacerla coincidir en el edificio, que es lo que se llama el mapping”, explicó Oury.
Los expertos audiovisuales comentaron que al momento del incendio se encontraban en México, por lo que fue un gran impacto darse cuenta del siniestro mediante las noticias de otro país.
“El hecho de que no se incendió toda la Catedral fue como una buena noticia dentro de la tragedia. Después de eso nos mudamos a París y sí, fue muy triste decir: ‘Al fin vivimos en París y no podemos disfrutar de la Catedral’. Muchas veces íbamos a visitar y la fila era súper larga, entonces pensábamos que lo haríamos al vivir allá, pero desde que llegamos estuvo cerrada por cinco años”, relató Falcon.
Por la razón anterior, fue que Oury y Falcon encararon este proyecto con gran entusiasmo, pues les da la oportunidad de desplegar su arte y compartir a la vez una gran noticia, como lo es la reapertura de la Catedral de Notre Dame.
“Es una esperanza, luego de cinco años sin poder entrar. Normalmente, el monumento es más para los turistas que visitan París, pero creo que en esta época de la reapertura van a ir muchos más franceses a conocerla o visitarla de nuevo”, comentó Jéremy.
“Yo creo que quizá antes no se dimensionaba tanto su valor, pero a partir de este hecho los franceses van a apreciarla más”, añadió su colega
¿Por qué Notre Dame en San José?
Oury y Falcon trabajaron en junio para la Embajada de Francia en Guatemala, realizando un video mapping que se proyectó en el festival Luz de Antigua. La embajada francesa de Costa Rica vio ese espectáculo y a partir de ahí los contactó para realizar algo similar en San José.
De acuerdo con la embajadora, Alexandra Bellayer-Roille, el desarrollo de este evento en el marco del FIA obedece, en parte, a la coincidencia de fechas entre el festival y la reapertura del monumento al público. Además, destaca el valor cultural e histórico de un show centrado en tan importante monumento, que además es Patrimonio de la Humanidad.
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Para contextualizar la magnitud del impacto de este siniestro, Bellayer-Roille detalló que hubo 350.000 donantes de todo el mundo, entre empresas, organismos y particulares; los cuales recaudaron un total de €845 millones. Las donaciones se realizaron desde 150 países distintos y el dinero proveniente de fuera de Francia ascendió a los €70 millones.
La representante internacional aseguró que en su país se le llama “La obra del siglo” a la reconstrucción que se ha desarrollado en Notre Dame. Este extenso proceso reunió a trabajadores de todos los ámbitos, entre ellos artesanos especializados en materiales antiguos.
Una de las cifras más impactantes de la restauración es que se utilizaron aproximadamente 2.000 árboles de roble. Un millar de estos ejemplares fue destinado a la construcción de la nueva aguja (derrumbada durante el incendio) y el resto al techo, la nave y el coro de la catedral.
