En medio de caballos inquietos, ríos de orina y cerveza, rancheras gritonas y multitudes alegres hay que conservar la sonrisa perfecta. Ser político y caballista en el Tope Nacional es un esfuerzo triple: hay que mantenerse cabalgando, ser simpático con todos y soportar calor y los chiflidos.
Cinco candidatos a la presidencia de la República se montaron en su tarima móvil para convencer sin hablar claramente, pues la tregua electoral navideña impide actos de proselitismo y piquetes de partidos.
Johnny Araya (Partido Liberación Nacional), José Manuel Echandi (Partido Avance Nacional), Otto Guevara (Movimiento Libertario), Óscar López (Partido Accesibilidad sin Exclusión) y Rodolfo Piza (Partido Unidad Social Cristiana) saludaron a medio San José a caballo este jueves.
Desde las 11 a. m., partidarios de la Unidad Social Cristiana (PUSC) se preparaban con banderines, postales y sombreros rojiazules en las cercanías de la Plaza González Víquez, punto de partida del tope. Mientras se confirmaban las inscripciones y las hondas voces de rancheras inundaban el aire josefino, este grupo se aprestaba a esperar a Piza, quien cabalgó junto con sus hijos y otros seguidores del PUSC.
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“La primera vez que participé debió haber sido hace más de 20 años... unas 15 veces he participado”, contó Piza. Su comitiva era acompañada por jinetes con cintas de los colores de la Unidad, y trotaron con calma para acercarse al público varias veces, a lo largo de la avenida Segunda.
Una caravana de diablillos del PUSC de Desamparados correteaban entre los grupos de otros partidos con sus banderas y máscaras tenebrosas, bailando y tocando música.
Johnny Araya fue quien convocó a más seguidores. Cuatro grupos de liberacionistas con pañuelos verdes se apostaron estratégicamente frente a las cámaras de los canales 6, 7, 13 y 42: la idea era que todos vieran la masa verde repartiéndose las telas verdes, pulseras y bolsitas navideñas con una manzana y un Hi-C.
El candidato de Liberación fue recibido cálidamente por varias docenas de seguidores, quienes se saltaban la cuerda de seguridad para tomarse una foto con el verdiblanco.
Araya, quien suele participar en topes, procuraba atender a todas las personas que le pedían fotos y saludos. Uno de los asistentes hasta lo increpó: “¡Yo por usted no voto!”, le gritó un muchacho. “¡Vamos a ver el 2 de febrero; yo lo convenzo!”, le respondió Araya.
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Colores. Óscar López anunció cómo asistiría al tope desde temprano: sobre una yegua llamada La Curul y con su clásica camisa de “No al aborto”. El candidato pasó discretamente y con un cortejo reducido, aunque también se detuvo a saludar y a conversar con grandes y jóvenes del público. En especial, López charló sobre la camisa, con su vehemente llamado.
Otto Guevara llegó al tope vestido de discreto blanco, recibido por gritos de “¡Guapo!” y saludando con discreción. Guevara suele participar en distintos topes y cabalgatas. “Estoy saludando, pasando de un lado a otro. Me acompaña un grupo como de unos 25 caballistas”, contó. “Hay una tarima del partido en paseo Colón, frente a Palí”, contó Guevara.
Con él cabalgaban algunos candidatos a diputado, distinguidos por bandas con sus nombres y colores, así como otros jinetes afines al partido.
El candidato José Manuel Echandi desfiló enfundado en azul, con un sombrero azul y amarillo, los colores de Avance Nacional. Echandi participa en el tope desde hace 16 años. No perdió la oportunidad para acercarse a la barra del público y estrechar manos.
Así, uno por uno, debía ir cada candidato, saludando, agachándose para tomarse la foto con el público y tratando de sonreír aunque se escuchasen gritos de “¡Ladrón! ¡Payaso!” –a todos, sin excepción, hubo quienes les gritaron sin pudor–.
Delegados del Tribunal Supremo de Elecciones vigilaron el evento, procurando que no se incumpliera con la veda a la propaganda. Además, repartieron tatuajes temporales con el lema “Decidí votar”, para motivar a los más jóvenes a participar de las próximas justas electorales.
El fotógrafo Sixto Amador llegó desde temprano para fotografiar a los asistentes al tope y venderles una instantánea. Aprovechó para acercarse a los candidatos y ofrecerles una de sus imágenes, pero ninguno aceptó su servicio. “Yo les digo que les tomo la foto y me dicen que andan limpios. Y les digo: ‘¿qué clase de presidente va a tener Costa Rica si andan sin plata?’”, bromeó.
El especial aroma de boñiga mezclada con cerveza despidió la tarde de la mayor fiesta de caballistas, modelos, candidatos-jinetes y vendedores de sombreros y sillas plásticas.