No todos los días uno recibe una invitación semejante, por fortuna. Sin embargo, como la experiencia de conocer el Cerro Chirripó resulta inolvidable, valdría la pena incluir este paseo en nuestra personalísima lista de asuntos pendientes antes de morir.
La primera gira del año de la empresa Ecogiras, dedicada al turismo ecológico, tiene como destino precisamente el Chirripó, ese lugar desde el cual, en días despejados, pueden apreciarse los dos océanos y que todos recordamos por ser el cerro más alto de Costa Rica (3.820 metros sobre el nivel del mar) y el segundo más alto de Centroamérica.
Prevista del 25 al 28 de enero próximo, la aventura ofrece todas las comodidades que podrían solicitarse en estos casos, tratándose de una caminata a través de la montaña: alimentación, transporte, hospedaje, meriendas, pólizas del INS, paramédico, guías especializados y palos para caminar.
Ubicado en la zona limítrofe entre Pérez Zeledón, Cartago y Limón, el Parque Nacional Chirripó es Reserva de la Biósfera y Patrimonio Mundial desde 1983. Además de ser la montaña más conocida de la Cordillera de Talamanca, ofrece al visitante paisajes que en ninguna otra parte del país se puede apreciar, como los lagos de origen glaciar. Las condiciones previstas para el visitante lo hacen sumamente atractivo pues, aún tratándose de una caminata extenuante en un sitio naturalmente agreste, el sitio cuenta con senderos, albergue, agua potable, servicios sanitarios e información básica.
Dos caras. Subir el Chirripó exige un enorme esfuerzo físico que a la vez se ve recompensado con el disfrute de un paisaje sobrecogedor. En este lugar, que debería tener de sagrado lo que tiene de hermoso, la Naturaleza exageró todos sus trazos: dentro del parque hay zonas de vida como el páramo, el bosque nuboso y húmedo, así como el importante descubrimiento geomorfológico de las formas glaciares, que atestiguan el paso de grandes lenguas de hielo cuya acción data de hace unos 25000 años. El milagro salta donde se posa la vista: La Sabana de los Leones, el Valle de las Morrenas, el Cerro Ventisqueros, el Valle de los Lagos o el Valle de los Conejos.