Desamparados derrochó color y música con el Carnaval Nacional

El ritmo y el baile se pasearon por las calles del cantón josefino, al cual regresó el festejo tras la cancelación de la edición del 2014

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Este domingo, durante unas horas al menos, Desamparados fue lo más parecido a una playa en San José.

No por el calor, porque el sol fue caprichoso durante la jornada y se escondía cada tanto –eso sí, cada vez que aparecía picaba y justificaba el bloqueador impregnado en la piel de buena parte de los asistentes–, sino por algo mucho más sutil y, al mismo tiempo, más evidente: por el ambiente de fiesta que se adueñó, desde antes del mediodía y hasta entrada la tarde, de las calles, las aceras y la gente del sur de San José.

El Carnaval Nacional, el único a gran escala que se realiza en el área metropolitana a final de año, regresó con un recorrido de aproximadamente dos kilómetros, por el que desfilaron desde bandas y grupos de porrismo, hasta payasos, mimos, motociclistas y grandes caravanas de marcas comerciales.

La edición de este año del carnaval significó una resurrección, luego de que, hace un año, la festividad fuera cancelada. En esa ocasión, la Asociación Cívica Desamparadeña estimó que, debido a la ola de violencia que azotaba al cantón, “lo más responsable y prudente es la no realización del tradicional Carnaval Nacional”, de acuerdo con un comunicado que se emitió en ese momento.

Aunque el 2015 fue un año complicado para Desamparados, la organización decidió seguir adelante con la actividad, algo que el público asistente agradeció con una asistencia masiva y, en general, pacífica.

“La gente pide el carnaval de manera permanente”, dijo Maureen Fallas, alcaldesa de Desamparados desde el 2010, quien participó en el desfile.

Para asegurar la convivencia durante la festividad, se realizó un despliegue por parte de la Fuerza Pública que incluyó a 400 policías distribuidos en las cuadras por la que pasó el recorrido. José Domingo Cruz, encargado de la Dirección Regional Primera de San José, informó de que, al comienzo de la tarde, se habían realizado solo tres detenciones.

Desamparados fue una playa, al menos durante un rato, este domingo. Su gente bailó y disfrutó donde pudo. Se sentaron en bancos plásticos y en sillones salidos de alguna casa.

Armaron toldos, acomodaron mesas. Vaciaron hieleras, destaparon ollas llenas de arroz con pollo. Se subieron en camiones y en balcones por igual. Bebieron, rieron, aplaudieron. Cantaron y pidieron canciones tanto a bandas como discomóviles.

Dice Maureen Fallas que en su cantón, hay gente hermosa; el Carnaval se encargó de probarlo.