La voz del locutor Jair Cruz es ya una infaltable en la programación mañanera de las radios. Desde hace casi 29 años (los cumple el próximo mes de mayo) se ha dedicado a acompañar a estudiantes que se alistan para la escuela, a padres que los van a dejar y después se encaminan a su trabajo, a amas de casa que se levantan temprano para los quehaceres y a jóvenes que van de viaje al cole.
De chiquillo, Jair sintió una pasión muy fuerte por la radio. No jugaba fútbol, pero narraba partidos, les hacía entrevistas a sus compañeros del colegio y era la voz en off de los actos cívicos. El locutor Rooper Alvarado fue quien lo inspiró. “Yo decía que quería ser como él, un chavalo que le gustaba interactuar con las personas. Con sus locuciones hacía a la gente imaginar cosas”, recordó.
Su vida frente a los micrófonos de la radio comenzó cuando él tenía 17 años. Allá por 1998 buscó el chance de trabajar en una emisora. Cruz, ahora con 46 años, contó que había tocado puertas para encontrar una oportunidad y la primera que se le presentó fue en la emisora Sonido Latino, donde duró una semana. “Me echaron por malo, no sabía hacer controles”, contó entre risas, esas a las cuales sus oyentes están acostumbrados.
Cruz no se rindió y continuó haciendo pruebas en emisoras. Una la realizó en Sabrosa y la otra en 89 Ya, una estación que venía naciendo para ese momento. Lo llamaron de ambas radios, pero decidió probar en 89 Ya, pues era una manera de aventurarse y aprender con un equipo nuevo de trabajo.
La primera gran oportunidad le llegó con el programa Despabilémonos al lado de un ícono de la radio como lo es Mariano Grosser (de La Cantaleta). Cruz explicó que era una emisora de corte adulto como para acompañar a taxistas, choferes, guardas de seguridad o comercios como las panaderías. “Empezábamos a las 5 a. m. Yo era como un moderador de los personajes de Mariano, hacía una señora que se llamaba Yayita, un nicaragüense llamado Edmundo y un pintilla que llamaba Piscolabis”, narró el locutor.
A partir de ese momento Jair se enganchó con los programas mañaneros, ya que para él son un espacio en el cual se le da energía a las personas desde que empiezan el día. Su línea en ese momento no era tanto hacer locución, sino interactuar con el público, algo que al día de hoy lo sigue motivando.
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En 89 Ya trabajó hasta 1998; después pasó a Radio Activa que era del mismo grupo. Para ese momento la radio estaba pasando por un cambio, así que necesitaban darle fuerza juvenil para atraer más oyentes. Cruz trabajó de la mano del recordado Jorge González en un programa más musical, pero siempre con intervenciones de los locutores. Para el año 2000 cambió de estación y se fue a trabajar a las emisoras de Grupo Nación, precisamente a la tropical Ritmo 907 donde se mantuvo por dos años, también en las mañanas.
“Ahí me tocó vivir uno de los sustos más grandes, que fue ver el ataque a las Torres Gemelas”, recordó.
La Micro, un hito en la carrera de Jair Cruz
Cuando entró al país la franquicia de Los 40 Principales, con su formato de emisora juvenil, Jair fue llamado por el productor Tito López para que se encargara del morning show de la estación: La Micro. Al inicio estuvo acompañado por Mónica Sibaja, pero después entró quién sería su mancuerna perfecta: Vicky Fuentes.
La Micro de Los 40 fue uno de los programas más escuchados de la época y logró realizar incluso especiales como Las 40 horas de la Micro. Jair salió del espacio en el 2011, pero el programa siguió hasta el 2016.
La Micro marcó una generación que hoy sigue a Cruz en sus morning shows.
Su voz lo llevó a otros micrófonos, pero siempre en la mañana. Estuvo en Yeah de VM Latino durante tres años con El lechero, al lado de Sonia Morales y Choché Romano. Después regresó a Los 40 con El mañanero 40 junto a sus compañeros del grupo de stand-up comedy La Liga de la Comedia.
Más adelante aprovechó la facilidad de la radio virtual, justo en el tiempo de pandemia, cuando todos debíamos de estar en casa. Él con Tavo Gamboa y Renzo Rímolo armaron Los madrugones, en Neón Radio.
“Me gusta la consigna de levantar a la gente por las mañanas y que empiecen el día de manera positiva. Acompañarlos mientras se alistan, desayunan, hacen ejercicios o van en una presa en el carro. En esos momentos necesitamos escaparnos de la realidad”, afirmó el locutor.
La preparación de Jair para afrontar los programas mañaneros está en consumir información de todo tipo y de todas las fuentes posibles. Ve noticias en la televisión y escucha en la radio, revisa redes sociales y cualquier situación que le pase en la vida cotidiana la anota para comentarla al día siguiente en sus programas.
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Pese a lo que se pueda imaginar el público, Jair es un hombre de acostarse temprano y, por supuesto, levantarse de madrugada. Su día empieza a las 5 a. m. y ya antes de las 6 está de nuevo en la radio. “Mi ritual en el camino es escuchar música porque tengo que llegar con buen ánimo, soy el primero que tiene que decir ¡Buenos días!”.
La aldea, el morning show de Jair Cruz
Actualmente, Jair Cruz y Héctor Vega conducen La aldea, en la estación 959. Este programa ya tiene un año y dos meses de estar al aire y, bajo la consigna de alegrar las mañanas del público, ellos hacen las delicias de sus seguidores.
“Hay que saber manejar los sentimientos y eso lo dan los años. Cuando se abre el micrófono, cuando se enciende la luz roja y estamos al aire, a uno se le olvida todo lo que pasó en la casa”, manifestó.
Cruz aseguró que en La aldea el público es la vida del programa. Por lo general comentan temas variados y gracias a la interacción por medio de redes sociales tiene contacto con el público que hace sus aportes. Eso sí, hay reglas: no se habla de fútbol, política, religión o cualquier tema polémico. “La gente está cansada de temas estresantes y negativos. Para esos otros temas hay otros programas”, agregó Cruz.
Algo muy curioso que ha descubierto Cruz en esta nueva etapa es que hay generaciones que han crecido con él en la radio, pero que también hay nuevo público que lo escucha. En ese apartado destaca una sección que tienen en su programa llamada La buseta en la cual le hacen preguntas a los más pequeños de la casa para que las contesten y los chiquillos, con el celular del papá desde el carro camino a la escuela, participan con ánimo.
“Nunca había tenido ese tipo de interacción. Tengo claro que un programa infantil es totalmente diferente, pero un día hicimos una prueba, les preguntamos algo a los chiquitos y tuvimos una gran cantidad de respuestas”, recordó.
Algunas de las preguntas que se han hecho en el programa para los más pequeños son de tipo: ¿Usted quisiera tener un día al revés? Como para ir a la escuela en pijamas o hacer las cosas mal y que le salgan bien. También los ponen a hacer aeróbicos dentro del carro, algo tipo: Levanten las manos y toquen el techo. “Nos mandan fotos de todos dentro del carro haciendo los ejercicios. Las respuestas de los chiquitos hacen mucha gracia. Tienen unas salidas inesperadas que entretienen a toda la familia”, expresó Cruz.
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Este espacio se hace todos los días 15 minutos antes de las 7 a. m.. justo cuando los pequeños van llegando a sus centros de estudio.
Desde hace 29 años Jair Cruz conoció a su primer gran amor: la radio. Desde entonces se ha dedicado a dejar una huella. Es, sin duda, una de las voces infaltables en las mañanas para acompañar a los madrugones.
“Le tengo que agradecer a la vida, a la radio y a los buenos mañaneros. Sí, me he perdido mucho, como los primeros días de clases de mis hijos o hasta estar en una presa, pero todo lo agradezco porque gracias a la radio soy lo que soy hoy en día detrás del micrófono”, finalizó.