“No sé por qué me contratan a mí”, repite una y otra vez Luis Gadea, al tiempo que sonríe.
Cuando era un niño veía a su hermana mayor dibujar y le insistía a su mamá para que le permitiera ir a clases de dibujo, pues él quería aprender. Sabía que tenía talento y solamente era cuestión de pulirlo.
Ese fue el inicio de una amplia carrera profesional, que hoy a sus 32 años le ha permitido ser un diseñador cotizado por grandes estudios animados que incluyen a Netflix Animations, Warner Animations y DreamWorks.
“A veces me despierto y no me lo creo”, afirma el tico, quien nació en Canadá.
Luis Gadea Rodríguez es un diseñador y animador costarricense que tras terminar su carrera de Animación 3D en la Universidad Veritas, hizo maletas y se fue a Vancouver, Canadá, en el 2010, buscando complementar sus estudios en animación tradicional. Allí encontró lo que realmente le apasionaba: dibujar con papel y lápiz, sin computadoras de por medio.
Su talento era tal que al final de la carrera, en el 2012, uno de los tantos profesores que tuvo lo recomendó para trabajar en un estudio.
“Yo estaba recién graduado y un profesor llamó a un estudio y les dijo ‘contraten a Luis Gadea, él es bueno animando’. Ellos normalmente hacen entrevistas, pero confiaron en él y simplemente me escribieron y me dijeron que si estaba interesado en trabajar con ellos y ya, listo, me dieron un contrato. Desde entonces ha sido así: termino un proyecto, alguien me recomienda y empiezo en otro... he tenido suerte en eso”, relata.
En ese entonces trabajaba en un proyecto a la vez, es decir, se comprometía con un solo estudio. Al principio, eran proyectos pequeños que iban apareciendo en el camino, principalmente series animadas canadienses.
Sin embargo, su gran oportunidad llegó luego de que una persona vio su página web y lo llamó para que fuera parte de Sony Pictures, Rovio y su nuevo y ambicioso proyecto: Angry Birds, el videojuego que estaba cruzando a la pantalla grande. A partir de ese momento decidió que se desempeñaría solo como dibujante de personajes, lo que realmente le gusta.
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“Allí hice un trabajo en equipo, porque había una diseñadora que había creado los personajes con su estilo, entonces yo tenía que hacer las expresiones de esos dibujos, es decir, yo fui su complemento. Y eso es lo bonito de este trabajo, que es un trabajo en equipo, que es un proceso largo pero son muchas personas involucradas que al final del día hacen que todo valga la pena”, detalla.
De repente sus dibujos se convirtieron en portadas de cuadernos. Luego aparecieron en vallas publicitarias y en publicidad que viajaba en los buses no solo en América, sino que también en Japón, país al que la se le hicieron personajes especiales.
Incluso, Gadea estuvo en la premiér de la película en Canadá y afirma que el sentimiento de ver su primer gran proyecto en el cine es algo que no puede describir.
“Es un sentimiento tan fuerte... es que es demasiado, es tan satisfactorio. Y uno quiere más, hay una adrenalina y crecen las ganas de trabajar en algo más grande”, explica Gadea, quien por la pandemia trabaja desde Costa Rica.
En el proyecto de Angry Birds trabajó por aproximadamente tres años, pues estuvo en ambas películas durante todo el proceso y fue la ventana que le permitió consolidar su trabajo a nivel internacional.
Posteriormente vino The Lego Movie 2, en la que también lo contrataron. Allí dibujó algunos de los personajes que posteriormente se convirtieron en juguetes oficiales de la tienda.
Ahora el artista, quien se considera introvertido, conoce muy bien la industria, muchos de los diseñadores de los diferentes estudios son sus amigos y no le faltan proyectos que lo mantengan ocupado.
“La verdad es que yo nunca tuve un plan maestro, entonces se siente bien estar en estas producciones, porque ha sido un trabajo muy honesto y que he hecho porque a mí me gusta. Resulta que el dibujar me genera estar en proyectos chivas y además, me pagan por ello, entonces es tanta felicidad que creo que puedo pasar mi vida dibujando”, asevera.
Música y un café
Hace tres años, luego de laborar para varios estudios, Gadea consideró que era momento de trabajar independiente, ya que esto le permitiría desarrollar proyectos de forma simultánea, trabajar desde cualquier sitio y tener su propio horario.
Fue entonces cuando surgió la oportunidad de desarrollar dos proyectos con DreamWorks (estudio de Shrek, Kung Fu Panda y Madagascar) que todavía están en producción. De hecho, uno de ellos tiene tres años de estar en desarrollo y afirma que el segundo proyecto está muy cerca de anunciarse.
Además, hace dos años consiguió su primer proyecto con Netflix, para una película original de la plataforma streaming. Sin embargo, la cinta continúa en producción.
A Gadea le encantaría poder compartir su experiencia detallada y revelar los nombres de los proyectos en los que ha estado, sin embargo, no puede hacerlo. La razón es sencilla: los personajes que dibuja son el punto de partida para desarrollar las películas que, antes de ver la luz, tardan años en el proceso de producción.
Por eso, todos los detalles sobre su trabajo, los debe guardar de forma “ultra secreta”.
“Yo no puedo decir los proyectos en los que he trabajado y esa es la parte tediosa, porque son proyectos que yo trabajé al puro inicio, incluso antes de la preproducción, cuando está contratado solo el productor y el director. Entonces, yo trabajo con ellos dos y con un guión; mi tarea es ponerles al frente los primeros diseños de los personajes animados, para que ellos vean como lucirían, es decir, yo les doy la primera imagen y que a partir de ahí ellos se inspiren. Esto es lo que hace el proceso más largo, porque yo soy el primero en dibujar algo, que más adelante se va a animar.
“Es decir, yo tengo que pensar en cómo actúa o piensa ese personaje a partir de un guión que me dan, entonces yo le tengo que mostrar al productor o al director cómo se ve ese personaje en sus diferentes facetas: cómo se ve sonriendo, o triste“, explica.
Del proyecto que sí puede hablar es del que trabajó con Warner hace unos años y que ya tiene luz verde para avanzar. Se trata de los Looney Tunes como bebés, pues Warner planea estrenar una película sobre los queridos personajes. Estos tendrán el estilo del costarricense, quien trabajó de la mano con la producción los diseños.
“Cuando me contactaron para dibujar a Bugs Bunny fue un sueño, fue algo que nunca se me ocurrió. De hecho, cuando me contactaron y leí el correo, me tome una pausa y dije: ‘suave un toque ¿quieren que yo dibuje a Bugs Bunny y que le dé mi estilo?’, porque lo que yo pensé fue: ‘o sea, voy a redireccionar estos personajes con los que yo crecí', entonces es increíble saber que, ahora, los niños van a crecer con mi visión de Bugs Bunny.
“Pero también busco no solo rediseñar personajes famosos, si no hacer famosos mis propios personajes, para que cuando yo lo vea en la pantalla yo diga: ‘mirá este personaje se está haciendo famoso y yo le diseñé'”, comenta.
Y ese proceso tampoco es sencillo, pues debe tener inspiración y hay días en los que simplemente no la hay. Asimismo, agrega que en ocasiones ponerse a pensar que está trabajando en proyectos para estudios reconocidos a nivel internacional, le genera estrés.
Sin embargo, con los años ha logrado encontrar la solución para poder controlarse: poner música y tomar café.
“Eso me relaja”, asegura el joven, quien es vecino de Montes de Oca.
El sueño del artista es poder mostrar finalmente esos proyectos al público y seguir creciendo como artista. Le ilusiona saber que aún hay muchos otros estudios con los que quiere trabajar, como Disney, Pixar y nuevamente con Sony. No obstante, sabe que ese momento llegará y no se desespera, pues considera que debe mejorar algunos detalles para poder cumplir ese sueño.
Además, espera poner una pequeña escuela de dibujo en Costa Rica, pues considera que todas las personas saben dibujar, solamente que algunas desarrollan habilidades más que otros y todo es cuestión de pulir esos talentos.
Mientras tanto, disfruta el momento profesional por el que atraviesa, el cual está cargado de lapices, hojas y muchos dibujos animados.