Marcela Ugalde está en un buen momento de su vida, aún cuando hace pocas semanas un quebranto de salud la detuvo de golpe y no pudo continuar en Tu cara me suena (TCMS), de Teletica, pues debía darle descanso a su cuerpo.
En este momento, Ugalde es la misma enérgica y entusiasta mujer, pero con el valor agregado de que ahora piensa en ella, se escucha más a sí misma y se alimenta mejor.
Hace unas semanas, recién iniciada su participación en la sexta temporada del programa de imitaciones, se anunció que Marcela debía atender su salud y que no podía continuar en la competencia. Fue hasta en días recientes que la reconocida actriz se sinceró de sus padecimientos y comenzó a hablar de salud mental, reconociendo que “batalla contra la ansiedad”.
Ansiedad severa, estrés crónico, la vitamina D en cantidades muy bajas fueron parte de los detonantes que formaron una bola de nieve y la obligaron a bajar las revoluciones, pero detrás de lo ocurrido hay meses de mucha angustia, estrés, presiones y preocupaciones, contó a Viva.
Con la llegada de la pandemia, Marcela fue una más de los costarricenses que se enfrentaron a una difícil realidad en la que se disiparon las opciones laborales. Ella, una mujer incansable, empezó a buscar cómo salir adelante con su hijo Emilio, de 13 años.
“Fueron varias cosas. Fue como una bola de nieve. Empezó por estrés crónico, pues se viene la pandemia y me afectó muchísimo, como a mucha gente. Venía cargando estrés, presiones, preocupaciones. Sabes que como madre soltera tenés que resolver.
“Yo me cansé de ser fuerte. Siempre hay que estar sacando la tarea. Pasé por situaciones personales complicadas y no me permití expresar mi emociones, las fui tapando para seguir luchando”, dijo al narrar lo vivido.
En un momento Marcela detectó que se sentía como “en un hueco”, desmotivada, sin fuerzas y con mucho cansancio. “Un terapeuta me dijo que me hiciera exámenes de sangre para ver cómo estaba”, recuerda.
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En medio de la situación una propuesta laboral llegó como “un respiro”. Le ofrecieron ser Esperanza en La Ofi, serie de Teletica, y fue un alivio tanto en lo económico como en lo emocional.
“Vamos a cumplir dos años de tener el teatro cerrado. Antes de eso (La Ofi) había hecho mi monólogo El amor y otras demencias. Sentí La Ofi como un respiro: era volver a lo que amo. Llevo casi 28 años de ser actriz de profesión y mi carrera ha sido muy productiva, pero de un momento a otro perdí todo. Me quedé sin nada”, recuerda Marcela.
Aunque motivada con La Ofi, Marcela reconoce que para ese momento ya “la bola de nieve traía mucho acumulado”.
“Fui acumulando estrés y presión. Pensaba que tenía que seguir siendo fuerte, olvidándome que el único que no se quebranta es Dios. Luego terminó La Ofi que fue un aire de felicidad, me ayudó muchísimo, y posteriormente me llaman para Tu cara me suena y digo que sí, según yo estaba bien…”.
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“Se juntó todo”
Con su responsabilidad y pasión de siempre Marcela asumió un reto que la hacía sentir bien. La primera gala de Tu cara me suena fue favorecedora, pero ya en los ensayos para su segunda presentación empezó a sentirse mal: detectó que algo pasaba.
“Me hago los examenes de sangre. Estoy muy agradecida con el canal porque no me soltó en este proceso. Me dan los resultados y salgo con la vitamina D por el piso. Tenía que estar en 75 y me salió en 15.
“Por el estrés crónico dejé de comer y no me di cuenta. Se juntó todo: pasé de estar con una vida laboral estable a una realidad en la que viene la pandemia, los contagios, pienso en mi mamá adulta mayor que es de alto riesgo, pierdo el trabajo, soy mamá sola”, reitera.
De hecho, en los primeros meses de pandemia Marcela debió dejar su apartamento e irse a vivir con su mamá, no podía costearlo más.
“Se viene una pandemia, tenés presiones económicas, personales, no podés darte lujo de sentir. No tenía tiempo de pensar en mí. Tenía que sobrevivir para sostener a mi hijo. Todas esas situaciones se fueron acumulando y seguro ya venía con agotamiento de años anteriores. Siempre he trabajado mucho”, confía.
Ya en control médico, Marcela fue remitida con un especialista en psiquiatría y él le diagnosticó ansiedad severa. Por recomendación médica Marcela no pudo continuar en la competencia. Debía detenerse.
“Lo mío fue agotamiento y falta de ánimo, estrés crónico, además la vitamina D baja. El médico me dijo que tenía que parar. Mi cuerpo y emociones colapsaron. El cuerpo se desconectó. Fue horrible, la última gala en la que me presenté como Sandro, que es tan enérgico, yo iba en el transformador y pedí a Dios ayuda porque no podía. Agarré fuerzas de mi parte pasional e histriónica. Ser pasional me ayudó a hacer esa gala. Luego tuvimos reunión con constancia médica que decía que ya no podía”, detalla Ugalde.
La decisión de separarse de la competencia, por razones de fuerza mayor, hicieron que la Marcela entregada y responsable se sintiera “terrible, triste”.
“Estoy acostumbrada a trabajar mucho, a ser activa, tengo mucha energía. Tu mundo queda en pausa. Es muy doloroso. Difícil. Ahorita estoy con terapia psicológica y con médico psiquiatra (...)”, cuenta.
Tras lo vivido, Marcela hizo una pausa, le pidió “perdón a su cuerpo” y puso como prioridad su salud mental.
Actualmente Ugalde se siente mucho mejor y es por eso que se anima a hablar de un tema que debe ser desestigmatizado: la salud mental. Con su experiencia quiere servir de testimonio para aquellas personas que han atravesado o enfrentan situaciones similares. Quiere decirles que no están solas.
“Le agradezco a Tu cara me suena que fue el medio que me ayudó a darme cuenta que estaba débil física y emocionalmente. Estoy agradecida con la producción y con el canal.
“A la gente le digo que tiene que normalizar las enfermedades mentales, en tiempos de pandemia se han incrementado. La salud mental es importantísima. Por eso lo hablo sin estigmas. Atender nuestra salud mental no significa que estamos locos. Tu mente es igual de importante que los riñones, que hacerte una mamografía o revisarte el corazón”, añade.
Al abrir su corazón y hablar de la ansiedad, muchas personas le han escrito en redes sociales para solidarizarse y agradecerle por alzar la voz.
“Hice un posteo por el día de la salud mental, publiqué una foto mía donde estoy haciendo ejercicios porque no solo se trabaja el cuerpo, se trabaja la mente. Contando mi historia, existen personas que se identifican conmigo, me da esperanza.
“Fue duro salir del programa, pero fue un medio para darme cuenta de que la gente está conmigo, que hay gente que gracias a Dios me quiere, quiere mi trabajo, me siento muy apoyada por mi familia. Estamos saliendo adelante y siendo testimonio para mucha gente, para que por favor escuchen su cuerpo, es importante hacer meditación, hacer ejercicio, todo lo que no hacía por estar trabajando y viendo cómo resolvía la vida”, cuenta Marcela, quien dice que nunca más volvió a brincarse el desayuno.
“Estoy trabajando duro para que pronto ya mi cuerpo esté muchísimo mejor, pues deseo cumplir ciertos compromisos que quedaron en pausa”, finalizó.