Mastodon: la red social que quiere derribar a Twitter

El asunto es que no todos le creen y muchos han decidido abandonar la red social y buscar otras opciones.

En la búsqueda de alternativas, una de las redes más populares que genera interés es Mastodon, plataforma con más de 6 millones de cuentas.

Ante tal efervescencia, conviene conocer y aventurarse en esta nueva opción.

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Antes que nada, ¿qué es Mastodon?

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Presentada en el 2016 por el desarrollador de software Eugen Rochko, Mastodon se describe como una “plataforma de redes sociales descentralizada, libre y de código abierto” que pretende ser “una alternativa viable a Twitter”.

Ser de código abierto significa que el código fuente original de Mastodon está a disposición del público y puede ser redistribuido y modificado.

En otras palabras: Mastodon no es una sola red; es muchas. Uno puede inscribirse en distintas comunidades (servidores, como se le conoce en términos informáticos) y, por ejemplo, ser parte de un Mastodon sobre juegos de mesa en español o inscribirse en otro sobre veganismo en inglés.

La división de esas comunidades, como es evidente, se basa en intereses e idiomas.

Con este funcionamiento podríamos referirnos a esta como una red social compuesta por varias redes.

Es por eso que cualquiera puede crear su propia versión de Mastodon, conocida como servidor, con reglas y normas que se aplican solo a esa versión.

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El nombre de la plataforma se inspira en el mastodonte, un animal pariente extinto de los mamuts y los elefantes.

¿En qué se diferencia Mastodon de Twitter?

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Twitter es una red social única, es decir, la gente crea una cuenta y comparte contenidos solo ahí. Mastodon es lo que se conoce como una plataforma federada, es decir, una colección de redes sociales —o servidores— que se conectan entre sí, pero que son propiedad de diferentes personas o grupos.

Mastodon forma parte de un universo federado, o sea, un grupo de plataformas que comparten protocolos de comunicación.

A diferencia de Twitter, Mastodon presenta las publicaciones en orden cronológico, en lugar de basarse en un algoritmo.

Además, no tiene anuncios ya que Mastodon opera en gran medida a través de microfinanciación colectiva.

La mayoría de los servidores funcionan con recursos de las personas que los utilizan, pues se financian a través de Patreon, plataforma de servicios de membresía y suscripción que suelen utilizar los creadores de contenido.

Aunque Mastodon se parece visualmente a Twitter, su experiencia de usuario es más parecida a la de Discord, una aplicación para hablar y enviar mensajes de texto donde la gente también se une a servidores que tienen sus propias culturas y reglas.

A diferencia de Twitter y Discord, Mastodon no tiene la capacidad de obligar a nada a sus usuarios o a las personas que crean los servidores. Eso incluye que cada comunidad establece la moderación de contenidos o las normas sobre qué publicaciones se mantienen y cuáles se eliminan.

¿Cómo unirse Mastodon?

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Para inscribirse a Mastodon, hay que cumplir con un protocolo de registro que no quita más de un par de minutos, al igual que en cualquier otra red social.

El primer paso para registrarte en Mastodon es decidir en cuál de sus comunidades quieres unirte. En el sitio web joinmastodon.org hay una larga lista de servidores que pertenecen a la red. Como usuario puedes usar esa lista como guía, pero tampoco es obligación; al hacer la cuenta ya te saldrá un buen puñado de sugerencias.

Sin importar el servidor donde se registre, puede interactuar con personas que utilicen otros servidores de Mastodon o puede cambiar a otro.

Una vez que se registre y obtenga una cuenta, podrá publicar toots, que son la versión de Mastodon de los tuits. También puedes impulsar los toots de otras personas, el equivalente a un retuit.

Suena muy complejo, pero la verdad es que es muy intuitivo. Basta descargar la app o entrar al sitio para darse cuenta que es una suerte de “tutorial” donde uno va, paso a paso, configurando su cuenta. Es solo cuestión de disfrutar.

Mastodon puede usarse en un navegador web o a través de sus aplicaciones para iPhone y Android.