La actriz Meghan Fox quiso participar en un ritual de Ayahuasca y decidió viajar a Costa Rica para hacerlo. A ella la acompañó su pareja, Machine Gun Kelly, y juntos experimentaron un viaje muy personal del que ella habló en el programa Jimmy Kimmel Live.
Antes de continuar es necesario aclarar que la ayahuasca “es una bebida con carácter medicinal y es considerada sagrada en la parte norte de la Amazonia”, según detalla el artículo Ayahuasca: ¿qué es y cuáles efectos tiene?, que publicó El Explicador en La Nación.
En Costa Rica es posible probarla, hay más de una docena de lugares para hacerlo y cada persona debe pagar entre $1.600 y $2.500 para vivir la experiencia, que es dirigida por un chamán y que se realiza rodeada de naturaleza.
La ayahuasca se bebe y se dice que su sabor puede ser amargo. El brebaje “se obtiene de la cocción de dos plantas: una enredadera llamada ayahuasca (banisteriopsis caapi) y una planta denominada chacruna (psychotria viridis; esta planta contiene dimetiltriptamina --DMT--, un generador de visiones)”, indica El Explicador.
La experiencia de Megan Fox en Costa Rica
En su conversación con Arsenio Hall, en Jimmy Kimmel Live, Megan narró con franqueza lo que vivió, calificando todo el proceso como “una gran experiencia”.
Megan contó que su viaje con la ayahuasca se extendió por tres días.
“Así que fuimos a Costa Rica a hacer ayahuasca en un entorno adecuado, con indígenas”, contó. Su relato ha sido replicado por medios como Page Six, Fox y People.
Megan se sinceró y dijo que ella esperaba que esta experiencia fuera más suave, pero según ella en realidad fue bastante exigente.
“Pero llegas allí y realmente estás en medio de la jungla y no puedes comer después de la 1 p. m. Tienes que caminar una distancia muy larga para conseguir tu agua y no puedes ducharte (...). No tenía nada de glamoroso, y todo es parte de hacerte vulnerable, así que te rindes a la experiencia”, detalló.
Seguidamente Megan dio más detalles “del viaje”, que describió como “muy personal”, recomendando hacerlo por más “desgarrador que suene”. En esta oportunidad ella y su novio participaron con un grupo de cerca de 20 personas.
El ritual, según Fox, inicia cuando cada uno debe vaciar su estómago
“Todos se alinean en el borde de la selva (...), van de tres en tres y beben té de limoncillo hasta que, no por su propia voluntad, simplemente vomitan todo lo que tienen en el cuerpo. Y tienes que vomitar una cierta cantidad hasta que te permitan volver con todos los demás, así que es como animar a todos mientras vomitan”, contó.
Megan dice que ella no se sentía segura de vomitar frente a otras personas, pero que tras hacerlo sintió unión con los demás, incluso estaba cómoda enfrentando su vulnerabilidad.
“Es como, ‘mi vanidad se ha ido, acabo de hacer esto frente a todos estos extraños y ahora estoy listo para abrirme’”.
Ahora sí, venía la parte más esperada de este ritual.
Fox confió que, en este viaje con la ayahuasca, permaneció en “su propia versión del infierno por la eternidad”.
“El simple hecho de saber que la eternidad es una tortura en sí misma, porque no hay principio, medio ni fin. Así que tienes una verdadera muerte del ego”, dijo.
También comentó que lo que vivió sobrepasa las experiencias que ha tenido en ‘psico’ e hipnoterapia “porque simplemente va directo a tu alma y te lleva a la prisión psicológica en la que te encierras”.
Interesado en lo que Fox contó, Arsenio Hall le pidió que le explicara cómo supo que estaba en el infierno y que permanecería allí por la eternidad. En ese instante ella explicó que la intención de la ayahuasca es “ayudarte a llegar a tu lado espiritual”.
“Así que es tu propia versión del infierno, y definitivamente estuve allí”, aseguró.
Fox no especificó en qué zona de Costa Rica experimentó con la ayahuasca, pero se sabe que este ritual se realiza en zonas como Puriscal y Pérez Zeledón y que varias celebridades se han sumado a la experiencia en estos lugares.