¿Alguna vez ha escuchado las frases como que una persona “trabaja como negro” cuando se esfuerza excesivamente, o que las mujeres negras son “de carácter fuerte”? Estos y otros comentarios cargados de prejuicios son abordados en las redes sociales de Mi vida afro. Administradas por Karla Scott Bolívar, estas cuentas se dedican a explicar, con paciencia e información, por qué se trata de estereotipos racistas.
Scott comenzó este proyecto digital a partir de su experiencia como una mujer que ha enfrentado el racismo desde su infancia y está sumamente orgullosa de sus raíces. El propósito siempre ha sido el mismo: educar, derribar estereotipos y construir una comunidad segura. Desde el inicio, ha utilizado su voz y su plataforma para compartir la cultura afrodescendiente con el mundo.
Por ejemplo, en uno de sus videos más recientes y populares, mostró la cédula de identidad de uno de sus familiares con fecha de 1933. A partir de este documento, Scott explicó que en el apartado de nacionalidad aparecía la palabra “británica”, puesto a que los habitantes de Limón obtuvieron la nacionalidad costarricense hasta 1949.
Scott también ha profundizado en temáticas de entretenimiento popular y gastronomía, desde el origen del twerking hasta las particularidades de la comida caribeña. Es con esta autenticidad palpable y un enfoque inclusivo, que ha logrado conectarse con una audiencia diversa.
Frecuentemente, emite su opinión e incluye el criterio de expertos parar tratar temas como apropiación cultural, la industria para el blanqueamiento de piel, las expresiones racistas y mucho más. Su contenido le habla directamente a cualquier tipo de persona, afrodescendiente o no, que esté interesado en aprender sobre la cultura.
En una entrevista con La Nación, Scott indicó que siempre se asegura de producir contenido que tenga un impacto positivo y educativo. Esto implica que, para cada uno de sus videos, dedica al menos cinco o seis horas para el proceso de producción, la investigación del tema, la realización, edición y divulgación.
Cuando decide abordar un tema, primero lo analiza con su pareja, Roberto, y su hermana Daniela, quienes también son afrodescendientes. Ellos le ayudan a abordar otras perspectivas y escuchar diversas voces. En los videos, además, integra elementos llamativos e inclusivos como música, gráficos, animaciones y subtítulos.
LEA MÁS: ‘Reefsidecr’: El tico que nada con tiburones y captura la belleza de las playas
La historia detrás de la popularidad de Mi vida afro
Scott proviene de una familia interracial, con una madre blanca y un padre negro. Su madre es originaria de Cañas, Guanacaste, mientras que su padre proviene del casco central de Limón. Karla creció en San José, donde desde temprana edad comenzó a experimentar racismo en la escuela.
Ella era uno de los tres niños afrodescendientes en todo el centro educativo. Por ello, su simple existencia siempre generó conversación; los compañeros se burlaban de su color de piel, su cabello o su cultura. Estas experiencias la marcaron: a los 7 años, rechazó su cabello afro y optó por utilizar extensiones.
Para los 12 años, decidió alisar su cabello y mantuvo este estilo hasta que llegó a la universidad. Sin embargo, los químicos y diferentes productos le generaron irritación en su cuero cabelludo, por lo que, después de reflexionar al respecto, decidió volver a lucir su cabello natural.
“Gracias al internet, empecé a ver otras blogueras afrodescendientes en YouTube hablando de cómo cuidar el cabello y me empezó a interesar el tema (...). Cuando tomo esa decisión, me empiezo a sentir yo. Nunca me había sentido en plenitud como mujer, como cuando ando mi cabello afro”, mencionó Scott.
A pesar de sentirse segura y plena, se volvió a encontrar con comentarios desfavorables: le decían que se veía mejor con el pelo lacio, ya que el pelo afro era informal o incluso “mal visto”. Fue entonces cuando decidió tomar sus vivencias y plasmarlas en su cuenta de Facebook en el 2018 y la llamó Mi vida afro.
Este espacio, que hoy cuenta con más de 49.000 seguidores y se expandió por Instagram, Spotify y TikTok, se convirtió en un lugar donde Karla podía conversar con otras mujeres afrodescendientes identificadas con el contenido o madres blancas de niñas negras que no sabían cómo cuidar su cabello, entre muchas otras, brindándoles así una oportunidad para educarse al respecto.
Además, conforme ha ido creciendo su plataforma, ha podido investigar temas como la historia de peinados africanos, como los cornrows (trenzas pegadas al cuero cabelludo), así como el trasfondo de numerosas palabras africanas que son comunes en Costa Rica, como por ejemplo, “marimba”.
Scott, de 30 años, es periodista y especialista en consultoría de marketing digital. Además de su éxito y crecimiento en Mi vida afro, hace cinco años emprendió con su marca personal y hoy cuenta con una agencia creativa. Con este negocio, brinda asesorías a personas emprendedoras para acompañarlas en su crecimiento profesional.
LEA MÁS: Araya Vlogs: El youtuber tico que vive de viajar por el mundo
El propósito de Karla Scott con ‘Mi vida afro’
Al reflexionar sobre su trayectoria como creadora de contenido, Scott recordó algunas dificultades que ha enfrentado desde que abrió su cuenta. Sin embargo, por más desafiantes que sean, no han podido lesionar el propósito con el que creó Mi vida afro: educar a la población.
Cuando un video o una publicación se vuelven sumamente virales, con más de un millón de interacciones, es usual que reciba comentarios desde Costa Rica y otros países donde la atacan directamente y la califican como parte de una “generación de cristal”. Todo esto, porque no promueve ni respalda conductas racistas o discriminatorias, sino que las reprocha.
Lidiar con estas situaciones no es sencillo. Los comentarios hirientes la afectan, al igual que podría ocurrirle a cualquier ser humano; en momentos difíciles, ha considerado cerrar sus cuentas. No obstante, con el paso del tiempo, ha logrado enfocarse en sí misma y perseverar para cumplir su objetivo.
Ahora mantiene una relación saludable con sus seguidores. Son personas que disfrutan de su contenido y con quienes interactúa con regularidad, también aprendiendo de ellos. Además, cuando piensa en su futuro, siempre se imagina explorando nuevas temáticas sociales a través de formatos llamativos.
LEA MÁS: Galaxy Muse: La reina de ‘las americanas’ que llegó a la moda internacional