Productor de Michael Jackson y Frank Sinatra, trompetista y compañero de Ray Charles: Quincy Jones falleció a los 91 años, tras una intensa carrera que lo convirtió en historia de la música.
Jones falleció el domingo 4 de noviembre en su casa de Los Ángeles, rodeado de su familia, indicó su agente, Arnold Robinson, en un comunicado que no especificaba la causa de muerte.
“Con el corazón lleno pero roto, compartimos la noticia del fallecimiento de nuestro padre y hermano Quincy Jones”, escribió en el comunicado la familia del legendario músico estadounidense.
“Y aunque es una pérdida enorme para nuestra familia, celebramos la gran vida que vivió y sabemos que nunca habrá otro como él”, añadió.
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Extrovertido y sociable, personificó una parte de la historia de la música: amigo de Ray Charles, director musical de Dizzy Gillespie, arreglista de Ella Fitzgerald y encabezó la última gran actuación de Miles Davis, que se transformó en el álbum En vivo de Miles & Quincy en Montreux.
Este hijo de Chicago produjo desde a Aretha Franklin hasta a Celine Dion, y desató un terremoto cultural al lanzar la carrera solitaria del joven Michael Jackson, un matrimonio musical que produjo Thriller y cambió el pop para siempre.
“Quincy lo ha hecho todo. Ha sido capaz de plasmar su genialidad en cualquier tipo de sonido”, declaró el pianista de jazz Herbie Hancock a PBS en el 2001.
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‘Otra madre’
Quincy Delight Jones Jr. nació el 14 de marzo de 1933 en Chicago. Su madre sufría esquizofrenia y fue internada cuando era niño.
Quincy y su hermano Lloyd crecieron en condiciones difíciles con su abuela en Louisville.
Al llegar a la preadolescencia volvió a Chicago para vivir con su padre, carpintero al servicio de la mafia.
“Quise ser mafioso hasta que cumplí 11 años”, dijo Jones en el 2018, en un documental que retrató su carrera, dirigido por su hija, la actriz Rashida Jones.
“Uno quiere ser lo que ve y eso era todo lo que veía”, afirmó.
Luego de mudarse a Seattle con su hermano, Quincy descubrió su habilidad con el piano en un centro recreativo, y la historia de amor con la música empezó.
“Encontré otra madre”, escribió en su autobiografía del 2001.
Abriendo puertas
Jones comenzó tocando en pequeños locales. Escribió su primera composición y desarrolló habilidades para los arreglos musicales y la trompeta.
Conoció a Ray Charles -futuro pionero del blues y el bebop- tras una actuación, y el dúo se volvió un pilar de la música local.
Jones estudió brevemente en el Berklee College of Music en Massachusetts, antes de unirse a las giras de Lionel Hampton y mudarse a Nueva York, donde se dio a conocer como arreglista de famosos que incluyeron a Duke Ellington, Dinah Washington, Count Basie y, claro, Charles.
En la década de 1950 se fue de gira Europa.
Luego se convirtió en la segunda trompeta de Elvis Presley en Heartbreak Hotel y formó un dúo con Gillespie durante varios años antes de mudarse a París, en 1957, donde estudió con la legendaria compositora Nadia Boulanger.
Recorrió Europa con varias orquestas de jazz, pero se dio cuenta de que la fama y el talento no se monetizaban automáticamente.
Endeudado, Jones se pasó al lado empresarial del negocio de la música, consiguió un trabajo en Mercury Records, donde alcanzó el puesto de vicepresidente.
“Cuando se trataba de realmente controlar una disquera y la música, no eran personas negras las que lo controlaban”, dijo Hancock. “Teníamos las manos atadas”.
“Quincy (...) abrió la puerta”, sostuvo.
‘Thriller’
Jones trabajó también en Hollywood, en shows de televisión y películas.
Escribió sus propios éxitos, como Soul Bossa Nova, mientras realizaba arreglos a un ritmo vertiginoso para decenas de estrellas de la industria musical.
Trabajó con Sinatra, arreglando la más famosa versión de Fly Me To The Moon, y forjó una relación personal y musical con el cantante hasta su muerte.
Jones fundó un sello discográfico, una revista de hip-hop y produjo el famoso programa de televisión El Príncipe de Bel-Air, que hizo saltar a la fama a Will Smith.
Llevó a Oprah Winfrey a la pantalla grande al presentársela a Steven Spielberg, quien la reclutó para actuar en la película El Color Púrpura, por la que fue nominada al Óscar.
Apoyó a Martin Luther King Jr y a causas humanitarias en África. Reunió a decenas de estrellas del pop para cantar el clásico We Are the World, para recolectar fondos contra la hambruna en Etiopía en 1985.
Soñar en grande
La intensa vida personal de Jones no se quedó rezagada en comparación con su carrera. Se casó tres veces y tuvo siete hijos.
Sufrió varios problemas de salud, incluyendo un casi mortal aneurisma cerebral en 1974, tras el cual dejó de tocar la trompeta.
Jones dijo haber sufrido una “crisis nerviosa” en 1986 por exceso de trabajo, y en 2015 estuvo en coma diabético y tuvo un coágulo masivo de sangre que lo llevó a dejar el alcohol.
Entre las figuras más condecoradas del mundo del espectáculo, obtuvo prácticamente todos los premios más importantes de la industria, incluyendo 28 premios Grammy.
También obtuvo un Emmy, un Tony, y un Óscar honorario.
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Los trabajos más emblemáticos de Quincy Jones
A lo largo de más de seis décadas, Quincy Jones marcó la historia de la música con producciones y composiciones innovadoras que siguen influyendo en artistas de todo el mundo. Estos son algunos de sus créditos discográficos más significativos:
- Thriller (1982) - La colaboración con Michael Jackson en este álbum transformó la música pop. Thriller se convirtió en el disco más vendido de todos los tiempos, con más de 66 millones de copias, y redefinió los estándares de la industria. Canciones como Billie Jean y Beat It tienen el sello de Jones.
- Off the Wall (1979) - También con Michael Jackson, este álbum marcó el primer gran éxito comercial del cantante fuera de los Jackson 5. Off the Wall combinó pop, funk y disco, y se considera un clásico esencial del pop.
- We Are the World (1985) - Como co-productor de este himno benéfico, Jones reunió a una constelación de estrellas, incluyendo a Jackson, Lionel Richie, Stevie Wonder y Diana Ross, en una grabación histórica. We Are the World no solo fue un éxito mundial, sino que generó millones para combatir el hambre en África.
- The Color Purple (1985) - Jones se aventuró en la producción cinematográfica con esta película dirigida por Steven Spielberg. Su banda sonora capturó las emociones y la esencia de la historia, y le valió varias nominaciones al Óscar.
- Ironside (1967) - Jones hizo historia con la composición del tema musical de esta serie de televisión, que fue el primer tema de TV creado por un compositor afroamericano en recibir amplio reconocimiento. Su sonido jazzístico y moderno dejó una marca duradera.
- Sinatra at the Sands (1966) - Esta colaboración con Frank Sinatra en el Sands Hotel de Las Vegas es recordada como una de las grabaciones en vivo más icónicas del siglo XX. Jones dirigió la orquesta y capturó a Sinatra en su máximo esplendor.
- Back on the Block (1989) - Este álbum de Jones reunió a artistas de diferentes géneros, incluyendo a Ray Charles y Ella Fitzgerald. Back on the Block ganó varios premios Grammy y es un ejemplo del enfoque inclusivo y diverso de Jones en la música.
Quincy Jones y la creación de The Fresh Prince of Bel-Air
Quincy Jones tuvo un rol crucial en la creación de la exitosa serie de televisión The Fresh Prince of Bel-Air, que marcó la cultura pop de los años 90. La historia detrás de la serie comenzó cuando Jones conoció al joven rapero Will Smith en una fiesta en su casa en 1990. Smith, quien había ganado popularidad como músico pero estaba en problemas financieros, capturó la atención de Jones, quien vio en él un talento nato para la comedia y la televisión.
Jones, con su vasta experiencia como productor y su instinto para detectar potencial, propuso la idea de una serie centrada en un joven que se mudaba de un barrio humilde a un entorno acomodado en Bel-Air, California. En cuestión de minutos, Jones organizó una prueba improvisada para Smith y, entusiasmado por su desempeño, lo ayudó a firmar un contrato con la cadena NBC.
Quincy Jones se desempeñó como productor ejecutivo de la serie, supervisando su desarrollo y ayudando a darle forma. Gracias a su visión y liderazgo, The Fresh Prince of Bel-Air se convirtió en un éxito inmediato y lanzó la carrera de Will Smith como actor, abriendo las puertas para futuras comedias afroamericanas en la televisión estadounidense.