Juan Pablo González, dueño del canal de Youtube ‘Pablogonzae’, es el costarricense con más ingresos en la popular plataforma de videos. Al menos así lo afirma CashUsa, una agencia de data de Estados Unidos que llevó a cabo un estudio sobre el tema.
Para llegar a esa conclusión, CashUsa usó los datos de SocialBlade (sitio web de datos sobre Google), elaborando así un mapa mundial de ingresos en dicha plataforma.
González, sin embargo, tomó la noticia con cierto escepticismo, pues dice que “jamás ha alcanzado una cifra tan alta”. Según el estudio, durante toda su estadía en YouTube, el tico ha acumulado un total de $758.356. Él activó su cuenta desde el 2014.
Al creador de videos, de 38 años, le parece difícil tal cifra pues aunque en el 2018 (el cual fue su mejor año) obtuvo ganancias de entre $5.000 y $9.000, el monto le parece exagerado.
Aún así, con millón y medio de suscriptores en su cuenta, González se dedica tiempo completo a su canal de YouTube y asegura tener una vida “muy afortunada”. Sobre su pasión, ganancias y técnicas para triunfar en la plataforma conversó con Viva.
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Inesperado éxito
Era agosto del 2014 y Juan Pablo llevaba tres años de tener una cuenta de YouTube. Sin embargo, el youtuber la usaba solo para ver videos, nunca crear.
En aquel momento se sintió “corto de plata” y algo cambió.
“No me daba el salario, así que hice un video sobre misterio, sobre un experimento ruso de sueño. El video era una cochinada: no tenía buen equipo y el sonido era molesto”, recuerda riendo.
Juan Pablo subió el video sin expectativas e, incluso, olvidó que lo había hecho. “Fue hasta dos semanas después que me acordé. Me metí y me sorprendí: tenía 18 mil vistas”, cuenta.
Era una buena señal. Debía engancharse a esa popularidad y creer en que sería posible dedicarse a eso, así que preparó su casa en Alajuela para convertirla en un estudio de producción audiovisual.
Desde entonces, sin ayuda de nadie, González autogestiona su canal. Con mucha pasión investiga, escribe, hace locuciones, edita y hace el copywriting. Además, usa sus estudios de gerencia de proyectos y administración para hacer efectivo su tiempo.
Enfocado principalmente en contar historias sobre tecnología militar, ha tenido un gran suceso en el último lustro. Para el 2018, recalcó, alcanzó mensualidades de entre $5.000 y $9.000.
“Dedicarme a esto me abrió otro modo de vida”, cuenta el tico, aunque admite que las ganancias no han hecho más que bajar en los últimos años.
“Es muy rico dedicarse a tiempo completo porque no tengo jefe. Puedo ir a pasear y ponerme a trabajar en cualquier lugar con conexión de internet. Es sabroso, especialmente cuando hay meses con buen ingreso”.
— Juan Pablo González, youtuber
Desde el 2020, con la crisis sanitaria, el algoritmo de YouTube le ha jugado en contra. El nombre de su canal aparece menos en búsquedas (antes aparecía con tan solo poner las primeras tres letras de su canal; ahora hay que escribir el nombre completo) y sus ingresos actuales oscilan entre $500 y $1000.
Por ese motivo, el tico recalca que le sorprende la cifra sobre sus ingresos que estimó CashUsa ($758.356 en toda su carrera como youtuber), pues además de que le parece muy por encima de sus cálculos, siempre debe rebajar los montos de impuestos que le cobra el gobierno de Estados Unidos —donde está la sede de YouTube— y Costa Rica.
A pesar de la baja que asegura experimentar, González se motiva porque sus suscriptores siguen en crecimiento: actualmente tiene más de millón y medio en YouTube y en su fanpage de Facebook se registran 83.000 seguidores.
“Yo me motivo a pesar de que el algoritmo no me ha favorecido”, cuenta. “Es muy rico dedicarse a tiempo completo a esto porque no tengo jefe. Puedo ir a pasear y ponerme a trabajar en cualquier lugar con conexión de internet. Es sabroso, especialmente cuando hay meses con buen ingreso”.
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Para González, el secreto de la fidelidad de su audiencia es hablar con neutralidad. Al tocar temas de historia y guerras, asegura que es necesario no tomar ningún bando.
Además, todas las semanas saca dos horas para contestar a cada persona que le comenta.
“La comunidad es fantástica. Si acaso un 2% de los comentarios son de odio; siempre hay apoyo y mensajes muy lindos. Creo que es bueno mantenerse cercano a ellos (la audiencia) para que sigan ahí. El resto ya depende del algoritmo, pero uno se mantiene motivado”, finaliza.