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Hasta lo que les sale mal, les sale bien. Esta parece ser una máxima en la ficción argumental de La Casa de Papel, y llevada al contexto actual también parece ceñirse a la realidad que vive el planeta, acosado por la pandemia mundial del covid-19.
Y es que, en una monumental ironía, cuando se estrenó la serie, en el 2017, millones en el mundo fuimos capturados por todas las peripecias tras el encierro de los atracadores junto con sus rehenes, atrincherados en la Casa de la Moneda, en Madrid.
El argumento gira, en pocas palabras, alrededor de una banda de nueve delincuentes que planearon el delito más grande y osado en la historia: asaltar la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre de España. Suena fácil, pero nada en el plan lo ha sido.
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Este viernes 3 de abril, son millones también quienes, atrincherados en sus casas, esperan paliar un poco la angustia del encierro con el estreno de la cuarta temporada de la serie española, al punto de que hay fans que están sufriendo por adelantado con solo imaginar la posibilidad de que la famosa plataforma de streaming no dé abasto con tantísimos fans siguiendo la serie al mismo tiempo.
Esta conjetura tiene asidero en la confusión que se generó este lunes en distintos puntos del orbe, pues hubo un malentendido cuando varios medios publicaron que el lunes se liberaría el primer capítulo de la cuarta temporada, cuando en realidad el llamado era a consumir el primer episodio de la temporada inaugural en lo que Netflix llamó “LCDP (La Casa de Papel) Party”.
Los tuits explotaron a raudales en la cuenta oficial de la serie y esto permitió realizar una medición un tanto artesanal, pero al fin y al cabo medición, sobre la gigantesca expectativa que espera el estreno de este viernes 3 de abril.
Pero bueno, nunca mejor dicho: nadie sabe lo que no ha visto y el mundo está asido a aquella máxima de “un día a la vez”; lo mismo aplica para lo que ocurra mañana, una vez que el Profesor y sus secuaces continúen con una saga que, según el trepidante tráiler, no ofrece menos que sus antecesoras.
Será la audiencia, por supuesto, la que ofrezca su veredicto. Por lo pronto, la siguiente pincelada con lo que se sabe de la serie y declaraciones que los actores han ofrecido en sus redes sociales y a diversos medios, dan una idea (para quienes no tienen problema con los spoilers) de lo que mostrará la banda de atracadores más famosa y hasta querida de la ficción mundial.
Sí sería oportuno advertir que si las emisiones anteriores tuvieron escenas delirantes, esta cuarta no se dará por menos. Ya lo advirtió Tokio en el tráiler de la saga que verá la luz mañana: “Todo puede joderse en una milésima de segundo”.
A cuentagotas
Tal cual dejaron a los espectadores en la tercera temporada, la que viene arranca en medio del caos: el profesor piensa que Lisboa fue ejecutada, Río y Tokio volaron un tanque del ejército y Nairobi se debate entre la vida y la muerte.
El panorama es oscuro y se dificulta aún más cuando surge un enemigo dentro de la intrépida pandilla.
Parte del elenco compartió algunas impresiones con Excélsior, de México, no solo sobre sus personajes en la serie, sino sobre la forma en que La Casa de Papel ha trastocado sus vidas.
Úrsula Corberó es, sin duda, una de las principales estrellas de la serie y que interpreta a la indómita Tokio aseguró que el trabajo suyo y de sus compañeros la llena de satisfacción por todo lo logrado hasta ahora, pero centralizó su orgullo en la colaboración que puedan ofrecer, desde la serie, a paliar la congoja mundial por el covid-19.
"Nunca había estado tan contenta ni me había sentido orgullosa de mi trabajo y del trabajo de mis compañeros, no solo en esta serie, sino a toda la gente que se dedica a la ficción, porque de alguna manera la gente se puede desconectar por un segundo de todo lo que está pasando y estamos ayudando a que se haga más ameno”, indicó la actriz, de 31 años.
En el mismo tenor se manifestó Enrique Arce, quien encarna al (insoportable, para los espectadores), Arturito.
"Cuando estaba haciendo promoción en mis redes, a 10 días del estreno, de repente salió gente a decirme que era bastante frívolo al dar información sobre un producto de ficción con lo que está pasando del coronavirus. Eso me creó un poco de inquietud y me puse a analizarlo. Yo creo que para nada es frívolo. Ahora mismo no podemos hacer otra cosa más que quedarnos en casa y para que nuestra cabeza no se nos vaya y para que no suframos de ansiedad, de repente hay series como la nuestra que tienen una labor social. Dentro de todo la malo que pasa con el coronavirus, el que haya caído la fecha de estreno en este momento, me parece una bendita casualidad”, declaró Arce a Excélsior.
Y bueno, entre las declaraciones más esperadas está nada menos que la de Denver, uno de los pilares de la saga y que es interpretado por Jaime Lorente. "El rodaje se caracteriza por ser muy intenso y de puertas para adentro es así, es muy intenso, es muy guerrillero, se sufre mucho pero también nos divertimos muchísimo. Las escenas de acción son muy intensas y también lo son las (escenas) emocionales. Hay una cosa en toda ‘La Casa de Papel’ que hace que todo sea fuego, entonces realmente lo que están viendo ahí es un reflejo de cómo hemos rodado, de una forma muy bestia, muy dura y hemos sufrido mucho”, expresó.
Quizá para algunos, efectivamente, colgarse casi como hipnóticamente con este tipo de ficción, puede ser frívolo. Pero, a no dudarlo, cientos de miles harán de La Casa de Papel una herramienta para rehuir, momentáneamente, del bombardeo de noticias referentes al virus que acorrala al planeta. Y muchos de estos estarán desde ya, tarareando, consciente o inconscientemente... Una mattina mi sono alzato, o bella ciao, bella ciao, bella ciao, ciao, ciao...
