“Una voz para los estadounidenses de origen asiático”.
Así definió la organización del Miss Universo el triunfo de la estadounidense, de ascendencia filipina, R’Bonney Gabriel, quien este sábado 14 de enero se coronó como la nueva soberana de la belleza mundial, luego de ganar el afamado certamen, que se llevó a cabo en Nueva Orleans.
“Como la primera filipino-estadounidense en ganar Miss USA, comparte la importancia de abrazar su cultura. Abre la puerta a una mayor diversidad y representación en la sociedad”, añadió la organización.
Gabriel nació en Houston, Texas, el 20 de marzo de 1994 y es hija de madre estadounidense y padre filipino. De hecho ella siempre habla con orgullo de su origen asiático
“Mi papá se mudó a Estados Unidos desde Filipinas con una beca universitaria con alrededor de $20 en el bolsillo, pues quería forjarse una nueva vida. Conoció a mi mamá, que es una campesina de Beaumont, en Texas. Soy muy orgullosa filipina-estadounidense”, había dicho en una entrevista con ABC News tras ganar el Miss Estados Unidos.
De hecho, durante la competencia de trajes de fantasía del Miss Universo, Gabriel lució un traje inspirado en la NASA, que según The Washington Post fue creado por el diseñador filipino Patrick Isorena.
La modelo, de 28 años, es la menor de cuatro hermanos y es una apasionada por el diseño de moda sostenible. Estudió en la Universidad del Norte de Texas, donde obtuvo una licenciatura en Diseño de Moda con una especialización en Fibras en el 2018 y actualmente es directora ejecutiva de su propia línea de ropa sostenible: R’Bonney Nola.
“Se enamoró de la construcción de diseños con telas y textiles a la temprana edad de 15 años”, detalla el Miss Universo en su página web.
Su pasión y conocimiento en este ámbito es tal que ella misma diseñó la capa que utilizó durante la competencia preliminar en trajes de baño del certamen de belleza.
Además, R’Bonney trabaja como instructora en la casa de diseño sin fines de lucro Magpies & Peacocks, que se ubica en Houston y que se dedica a usar la moda como una fuerza de cambio, por medio de la sostenibilidad y el impacto en la comunidad.
Por otro lado, la modelo que se impuso a las otras 82 candidatas del Miss Universo, también imparte clases de costura a mujeres que han sobrevivido a la trata de personas y a la violencia doméstica.
Su misión es que “las mujeres y las niñas se vean a sí mismas en ella y se sientan inspiradas para conquistar sus metas al reconocer quiénes son”.
La controversia
La estadounidense-filipina fue coronada a eso de las 10 p. m. (hora Costa Rica), por la Miss Universo 2021, la india Harnaaz Kaur Sandhu, luego de conseguir un espacio en el top 16 de la competencia y convencer al jurado con su pasarela en traje de noche y de baño.
Más adelante, se enfrentó a la ronda de preguntas junto a las candidatas de República Dominicana, Venezuela, Curacao y Puerto Rico.
La ronda final la disputó con las reinas de belleza de República Dominicana y Venezuela, a quienes finalmente les ganó al contestar a la pregunta de qué haría para demostrar que Miss Universo empodera. La joven respondió que es importante invertir en las mujeres y usar el talento para transformar porque “todos tenemos algo especial”.
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Luego de ser coronada como Miss Universo 2022, en redes sociales se generó una amplia discusión sobre si la virreina Amanda Dudamel, Miss Venezuela, era quien realmente se merecía la corona. Esto ya es usual en este tipo de certámenes de belleza, gane quien gane.
Sin embargo, esta no es la primera vez que la estadounidense se enfrenta a los comentarios de quienes creen que ella no merece una corona. El 3 de octubre del 2022, tras ser anunciada como Miss Estados Unidos, se desató una polémica alrededor de ella.
Tradicionalmente, cuando la reina es coronada y saluda al público, sus compañeras corren a abrazarla... pero este no fue precisamente el caso de R’Bonney Gabriel, pues las demás participantes más bien comenzaron a abandonar el escenario, a modo de rechazo.
Aunque no se entendía muy bien lo que pasaba, en los días posteriores a la competencia las concursantes acusaron a la organización del Miss Estados Unidos de dar un trato preferencial a la modelo y dijeron a The Washington Post que “el resultado del concurso fue arreglado y que la organización quería que ganara una concursante en particular”.
“Las chicas, incluyéndome a mí, sentimos que nos faltaron el respeto porque R’Bonney era muy cercana a los miembros del personal y los directores del concurso, y lo expresaron abiertamente. También tenía vínculos personales con un juez que calificó la competencia de disfraces, y podemos ver que se estaba comunicando personalmente con los patrocinadores nacionales, lo cual es una violación del contrato”, aseguró Faith Maria Porter, una de las concursantes, a The Washington Post.
En aquel momento Gabriel se defendió diciendo que “las acusaciones se basan en la percepción, y no en la verdad”.