La voz y el rostro de la costarricense Rose Davis empiezan a resonar internacionalmente. La comunicadora, de 38 años, fue contratada por la productora que anima los partidos de la FIFA y Concacaf, y que cubre eventos como la Copa Oro, el Mundial sub-20 masculino de Argentina y la Liga de Naciones, entre otros.
Hoy Davis, quien es oriunda de Limón y vive en Cartago, cuenta su experiencia con la intención de inspirar a otras personas.
La historia que aún está asimilando empezó el año pasado. Rosaura, conocida como Rose, dice que soñó con trabajar a nivel internacional, aunque por su mente nunca pasó la idea de ser contratada como una de las presentadoras principales de FIFA y Concacaf en sus diferentes partidos, y presentar, por ejemplo, en la inauguración de la Copa Oro, en Estados Unidos.
El año anterior, mientras se desarrollaba el Mundial Femenino sub-20 en Costa Rica, la locutora de la radio Urbano 106, fue contratada para ser la voz de los partidos en sus diferentes sedes: el Estadio Nacional y el Morera Soto. Ella tenía el rol de anunciadora en inglés y español cuando se abrían puertas o detalles importantes del evento.
La costarricense solamente estuvo dos días en ese rol, pues fue ascendida en el departamento de Infotainment de Fifa y Concacaf que se encarga de informar y hacer un show de entretenimiento en los partidos, lo que implicó que, además de su voz, las personas la vieran a ella.
“Crecí con el tren a la pura par. Trabajando siempre por Limón. Se me salen las lágrimas, lo que he vivido lo he venido asimilando conforme pasan los días. Vivo en Cartago, pero mi corazón siempre está en Limón. Esto que estoy viviendo le puede servir a jóvenes de Limón y del resto del país (para inspirarse). Esto es algo bonito”.
Tras crecer en el departamento de Infotainment de FIFA, la reciente Semana Santa la producción de este grupo la llamó para ofrecerle trabajar internacionalmente. Esto le ha permitido tener importantes experiencias como ser la presentadora principal en la final de la Liga de Campeones de Concacaf, en León, México; y presentar en la final del Mundial Masculino sub-20 en la Ciudad de La Plata, Argentina.
Asimismo, presentó la semifinal y la final de la Liga de Naciones de Concacaf, en Las Vegas, y recientemente estuvo ejerciendo el mismo rol en la inauguración de la Copa Oro, en Chicago.
‘Como en el aire’
Todo esto ha pasado en junio y la costarricense aún lo está asimilando.
“Quedé sin habla en el Allegiant Stadium en Las Vegas. Dije: ’Aquí voy a presentar’. Esto ha sido irreal”, cuenta la costarricense.
Hace tres semanas, cuando todo estaba por empezar, Rose se sentía “cómo en el aire”. Ya ha viajado a trabajar a México, Estados Unidos y Argentina y ahora comprende cómo se mueve todo en este negocio. El temor escénico nunca lo ha experimentado porque la comunicación le apasiona, pero nunca deja de maravillarse y de decir: “Wow, lo logré”.
Aún viene más para Rose Davis, quien hasta ahora ha estado frente a públicos multitudinarios de mínimo 35.000 personas. Ella también presentará la final de la Copa Oro, en Los Ángeles.
“Lo que hacemos es desarrollar un show de televisión dentro del mismo estadio. Es una combinación interesante porque se brinda información y se interactúa con los aficionados. Somos las caras de esos partidos”, agregó la consultora en comunicación.
En los juegos recientes, Rose ha sido la presentadora principal. Ella es la única mujer afrodescendiente en el equipo y eso la llena de orgullo.
El trabajo implica, además de su carisma y profesionalismo, seguir un guion estricto. Los ensayos son parte de cada presentación. Literalmente, ella integra un tipo de programa de televisión que se monta en los estadios y se logra gracias a un equipo de 50 personas.
“La idea es que las personas vivan una experiencia y lo hacemos desde que se abren las puertas. Hacemos la ceremonia previa, que es todo lo que la gente ve cuando ingresan las banderas y se cantan himnos. Se dan los mensajes que haya que dar y luego se hace un cierre. Es como un programa de tele desarrollado y producido dentro del estadio”.
Rose cuenta que en su trabajo deben sobresalir la responsabilidad y la ética, además, debe de ser neutral con los equipos. En el partido de León estuvo jugando su compatriota Joel Campbell, sin embargo, no por eso ella se iba a acercar a tomarse una fotografía con él.
La historia detrás
Rose vive momentos maravillosos, aunque reconoce que llegar hasta aquí no siempre ha sido fácil. Afirma haber atravesado pruebas y pérdidas, por ello celebra “el lugar hasta donde la han llevado los dones que Dios le entregó”. Ella habla de esto con la intención de impulsar a otras personas, reitera.
“Si puedo inspirar a una sola persona haciendo lo que amo y me apasiona, vale la pena. Mucha gente dice: ‘¡Qué bonita vibra la de ella!’. Pues he pasado por varias pruebas para llegar aquí. Siempre al final todo tiene sentido”.
Para Rose, la prueba más dolorosa fue la que vivió hace dos años cuando falleció su padre, Emos Davis, uno de los pilares de su vida. Hoy su recuerdo la abraza y la motiva a seguir adelante.
“Dios siempre tiene un plan. El mismo mes en el que hace dos años, incluso el año anterior, estaba sumida en una tristeza muy grande por la muerte de mi papá, este 2023 se me regala este nuevo capítulo en mi carrera, donde la puedo llevar a un nivel que nunca imaginé. Sé que mi papá en el cielo está feliz, porque sabe que amo lo que hago”.