Un incidente que habría ocurrido a fines de agosto pero que trascendió hasta la semana pasada, direccionó los focos hacia la vida privada de la famosa cantante Britney Spears y, casi como un efecto dominó, la prensa rosa estadounidense descubrió que Spears está lidiando con varias situaciones paralelas que tienen a sus allegados muy preocupados por su frágil salud mental.
De acuerdo con información de los famosos portales TMZ y E! Entertainment, dos de los primeros medios en reportar la situación, a fines de agosto Jamie Spears, el papá de la cantante, de 67 años, tuvo un altercado con Sean, el hijo mayor de Britney y su exesposo Kevin Federline, y al parecer el abuelo habría zarandeado al nieto y le habría “puesto la mano encima”, como dicen distintos reportes. Todo ocurrió frente a la cantante y a su otro hijo Jayden, de 12 años.
Los tres se retiraron de la vivienda, pero tras saber lo ocurrido, Kevin Federline interpuso una denuncia contra su exsuegro por la agresión contra Sean e incluso solicitó una orden de protección para sus hijos, aunque luego echó marcha atrás después de que la cantante le prometió que se trataba de un incidente aislado y que ella tomaría cartas en el asunto para que no volviera a ocurrir, esto según lo confirmó Mark Kaplan, destacado abogado de familia contratado por Federline.
El incidente fue seguido de cerca por medios especializados en entretenimiento, mientras Britney guardaba silencio en sus redes sociales. Eso hasta el domingo, cuando subió un sorpresivo –y para muchos, impactante– video en el que se contonea con aspecto desenfadado, exhibiendo un inesperado cambio de tono en característico cabello negro. “Mismas caras, mismo vestido, pelo nuevo! Mi hermana me ha inspirado para teñirme”, escribió junto al post la estadounidense. En el video realizó divertidos gestos y no hizo ningún comentario sobre el lío familiar ya comentado.
Sin embargo, el asunto escaló por donde menos se pensó, y fue el mismo Jamie Spears quien decidió renunciar a la tutela de su hija, la que le fue cedida desde febrero del 2008 después de que la cantante enfrentara una seria y mediática crisis mental (¿quién no se acuerda de su cabello rapado a medias y de los fúricos sombrillazos a diestra y siniestra) que provocó que las autoridades la consideraran incapaz de cuidarse ella misma.
El caso es que después del altercado con su nieto, y el escándalo en el que el apellido Spears le dio la vuelta al mundo una vez más, Jamie prefirió dar un paso al costado en vista de que él mismo está enfrentando serios problemas de salud y no tiene capacidad para asumir el cuido de su hija.
Este año ha estado lleno de serias alertas para la familia, pues en abril pasado Britney fue internada en un centro psiquiátrico, sin que trascendieran detalles de las razones puntuales por las que se tomó esta decisión.
De acuerdo con E!, uno de los principales problemas que están atravesando los Spears es que el combo de medicamentos que usa para mantenerse estable, hace tiempo que dejó de hacerle efecto y las pruebas que han hecho los médicos con otro tipo de pastillas no han logrado estabilizar a la paciente.
Esto tiene preocupado y nervioso a Kevin Federline, quien teme por el bienestar de sus hijos pero hace mucho concluyó que luchar por la custodia y llegar a quitárselos del todo sería un golpe irreparable para su exesposa, por lo cual había aceptado tener la custodia 50/50. Sin embargo, recién el 2 de setiembre la misma Britney acordó voluntariamente cederle más tiempo a su ex con sus hijos, de manera que ahora ella tendrá solo un 30% de derechos de custodia sin supervisión; Kevin queda a cargo, entonces, del restante 70% del tiempo.
Y es que de verdad a la jovencita que a finales de los 90 empezó a comerse al mundo, parece habérsele juntado todo. Justo en el contexto de lo que está pasando por estos días, trascendió, siempre según TMZ, que el médico de cabecera de Britney, Timothy Benson, quien estaba a cargo de darle sostén psiquiátrico y además, era de toda su confianza, murió súbitamente el 24 de agosto por causa de un aneurisma. Tenía 48 años. La fatalidad llegó cuando el juez que lleva el caso de Britney estaba a la espera de un reporte de un inspector judicial que tenía tres meses de estar supervisando el tratamiento médico de la cantante, con el fin de determinar si estaba sujeta a los cuidados adecuados.
Una de las principales críticas de los pasos que se han dado en pro de la salud mental de Britney es Lynne, su madre, quien lleva tiempo cuestionando a Jamie por la forma en que llevaba la tutela de la hija de ambos. Y es que el recién fallecido médico, según las protestas de Lynne, había sido muy exitoso como coach de equipos de la NFL y la NBA, pero la señora opina que se requiere un equipo con mayor especialización y a tiempo completo, sobre todo después de su fuerte recaída en abril pasado.
Entre las razones que se barajan para que la cantante esté atravesando tantas tempestades, se dice que estuvo muy enfocada en preparar un nuevo show, pero se sentía demasiado presionada y tuvo un colapso.
Pero bueno, en la parte sentimental Britney parece contar con el apoyo incondicional de su novio desde hace tres años, Sam Asghari, quien se sumó a los comentarios del reciente video de Britney en Instagram y escribió: “Hermosa, rubia o morena”. El atractivo muchacho ha comentado en algunas entrevistas que claramente se ve siendo el esposo de Britney a corto plazo. La pareja se conoció en el set del video Slumber Party.