El medio humorístico de Costa Rica está dominado, principalmente, por hombres; pero desde hace muchos años, varias mujeres se han abierto un espacio en la escena criolla para decir que, además de empoderadas y talentosas, también son graciosas.
Chistes machistas y misóginos son la principal “materia prima” de algunos comediantes, pero gracias a la presencia de mujeres que alzan su voz y utilizan sus talentos para entretener al público, se ha mermado esta situación, dándole un tratamiento más equitativo al humor. Esa es justamente la bandera que cuatro artistas de la comedia (stand up comedy, actuación e imitación) ondean con muchísimo orgullo: Natalia Monge, Katherinne González, Yesenia Artavia y Waleska Oporta, trabajan en esto de hacer reír y también usan las carcajadas como un medio para llevar un mensaje.
Hoy, en el Día Internacional de la Mujer, Viva hace un reconocimiento a la labor de estas comediantes, pero también al gran trabajo que muchas otras artistas costarricenses siguen desarrollando en pro de la igualdad en las artes y la comedia de nuestro país, y entre las que se encuentran Marcia Saborío, María Torres, Jaqueline Steller y Carmen Granados.
Abrir el camino no ha sido sencillo. Lo fácil son los chistes de la suegra, de la esposa regañona, de la mamá histérica o de la mujer “regluda”, a como también lo son los que hacen referencia a la comunidad LGBTI, los hombres que sufren algún tipo de violencia, las personas con problemas de licor y hasta los extranjeros. Sí, es difícil hacer reír sin ofender a otros, pero estas artistas han llevado el humor un paso más adelante y aprovechan la situación social a su alrededor, al igual que sus propias experiencias, para provocar risas con humor fino, pensado y calculado.
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Sobre ellas pesan muchos años de experiencia. En el caso de la imitadora y comunicadora Natalia Monge, fue hace nueve años que llegó a formar parte del elenco del programa radial Pelando el ojo.
Al lado de dos expertos en la materia como Norval Calvo y el finado Froylán Bolaños, Natalia dio sus primeros pasos en la imitación. “Al principio hubo una dificultad con el tema de la aceptación por parte del público, porque cuando entré al programa era un contexto complejo, ya que eran Norval y Froylán. No recuerdo que hubiera otra mujer en la imitación. Cuando falleció Froylán, fue más duro todavía, porque era extraño escuchar a Norval sin él; sí era común escuchar llamadas de rechazo, pero, por parte de mis compañeros, siempre he recibido apoyo”, explicó Monge, quien está casada y es mamá de una bebé que cumplirá tres años este domingo.
Aunque Natalia asegura que a lo largo de su carrera no ha tenido problemas o ventajas por ser mujer, ella ha cumplido la mayoría de sus deseos profesionales provocando risas con sus imitaciones de otras mujeres destacadas, y también con personajes creados por ella misma. Esto último le ayuda no solo a demostrar su creatividad, sino que también a llamar la atención sobre temas sociales.
“Por como soy y por los temas que me son sensibles, entre ellos la equidad de género, me tengo que contener a veces con situaciones que la gente comenta con cierta ignorancia y machismo, o con personajes que mis compañeros han diseñado de una manera y con los que tengo que ser respetuosa. Pero hay temas que no puedo permitir, ni aún con la justificación de entretener, porque hay un más allá y hay un impacto a través del humor, porque por medio del humor se puede educar", afirmó Monge.
La actriz e imitadora mexicana Angélica Vale es un referente para ella, además la bailarina costarricense Nandayure Harley, su profesora de danza, a quien define como “una mujer aguerrida y fuerte”, además de la presentadora de televisión Inés Sánchez de Revuelta, a quien reconoce por su trabajo en la televisión nacional. Por su parte, su madre Victoria Quirós y su suegra, Carmen Blanco, son sus ejemplos a seguir en lo personal.
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Con voz de otras
La joven Katherinne González, de 23 años, también lleva su voz para imitar a otras mujeres, así como a interpretar personajes creados por ella misma en Pelando el ojo, donde es compañera de Monge. Katherinne y Natalia son las únicas mujeres en el elenco del programa que se transmite a diario en radio Monumental.
Fue en el 2016 cuando por insistencia de algunos de sus conocidos González se animó a participar en un casting del programa y ganó. Para ella, poder representar a las mujeres en esta área de las artes es un reto diario.
“Sí, es un área dominada por hombres, y por ello ser la parte femenina es un gran orgullo. En el caso del elenco del programa, ellos nunca nos han visto de manera diferente, pero siempre estaremos más expuestas a comentarios y críticas por ser consideradas ‘minoría’. Siempre habrá quien esté más enfocado en medir qué hacemos bien y qué hacemos mal”, comentó González.
Esta joven artista está a poco tiempo de graduarse como licenciada en arquitectura, otro ámbito donde también dominan los hombres, así que está acostumbrada a lidiar con los estereotipos. “Hay muchos prejuicios. Por ejemplo, el hecho de que una mujer esté liderando una construcción, dirigiendo peones y maestros de obras, pero, poco a poco, se van borrando”, agregó.
Katherinne afirma que admira en el plano artístico a la mexicana Consuelo Duval y, en lo personal, a la activista paquistaní Malala Yousafzai.
Verdades sobre una tarima
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La comediante Waleska Oporta, actual participante del programa Tu cara me suena, de Teletica, tiene más de 10 años de trayectoria. Su trabajo es ampliamente reconocido en el ambiente del stand up comedy, pero llegar ahí, siendo mujer, no fue resultó un camino fácil de transitar.
Ella es madre de Sebastien, de 17 años, y Ava, de 8; Waleska asegura que desde que inició como comediante tuvo que trabajar de manera intensa para erradicar expresiones como: “¡Ay! Es una mujer" o “¿Qué está haciendo aquí, no tiene que cuidar a sus hijos?”.
“Cuando ven que es una mujer la que está en el escenario, literalmente muchos se obstinan porque piensan que no será graciosa, además de que no debería de estar ahí porque el stand up es, por lo general, de noche. En el momento que se dan cuenta que la interpretación y la actuación es de la misma forma en cualquier persona, se ven obligados a romper sus concepciones, por lo que las risas les mata el prejuicio. Si algo le parece gracioso a alguien, la risa no se puede contener”, aseveró.
Oporta heredó el buen humor de su padre. “Mi espectáculo es picante, coloquial, no es explícito ni soez, porque Dios libre una mujer hablando así. Hablo como me nace y mi papá era excelente contando chistes y muchos de mis gestos vienen de él, como un ‘puta, sal, tal cosa’”, explicó.
Waleska recuerda que en muchas ocasiones, las malas caras o comentarios negativos los recibió de mujeres. “Algunas se sienten como ofendidas o desnudas. Es impresionante porque uno esperaría que haya empatía. Trato temas de los que tengo conocimiento como la menstruación, por ejemplo, pero como soy una mujer entonces dicen guácala o qué cochina. También sobre las parejas, pero creen que, por ser mujer, tengo que tener una sola pareja y punto. Si hablo de varios, automáticamente soy una fácil”, manifestó.
“Fui mamá muy joven y pasé mil vicisitudes. En algún momento de mi vida tuve excesos y decidí cambiarlos por buenos hábitos. A la fecha, muchas cosas me costaron el doble, pero aquí estoy, con el respeto de mis colegas y con el apoyo del público”, agregó.
Sus mujeres inspiradoras son su hija Ava, su madre Sofía, además de las actrices Marcia Saborío, María Torres y Jacqueline Steller.
Reflejos de la mujer valiente
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Mujeres emprendedoras, trabajadoras independientes, cuidacarros, empleadas domésticas. Mujeres fuertes y valerosas son las que interpreta en sus diferentes personajes la actriz y comediante Yesenia Artavia, desde hace más de 26 años.
Recordada por la mayoría de los ticos como “La doña que come papaya”, de la película El regreso, de Hernán Jiménez, la oriunda de San José afirma que se siente agradecida porque, además de intérprete, tiene facilidad para la comedia, algo que, según le han dicho varios directores, no todos la tienen.
Asegura que aprovecha su historia personal para darle vida a sus personajes y así demostrarle a otras mujeres que, lo mejor que pueden hacer, es aceptarse tal y como son. “Mis personajes manejan seguridad en sí mismas, se aceptan como son. Todas las mujeres valemos por lo que damos, por lo que somos, no por un cuerpo ni por tener dinero", dijo la actriz que interpreta a Maruja en Los enredos de Juan Vainas.
“Siempre es un poco más complicado para la mujer, por lo que he topado con piedritas y piedrotas. En la comedia es un poco más cerrado porque el machismo en el país está muy abrigado, pero ahí hacemos la lucha y nos hemos dado a conocer. Manejo la expresión de mis personajes enfocada en mi misma, nunca hago mofa sobre la flaca, la gorda o la pequeña, Me la hago a mí misma sin groserias”, contó.
Artavia asegura que, a través de sus personajes, muchas mujeres se sienten identificadas y se motivan en el amor propio. Esa es su manera de aportar también a la fortaleza del género.
Como bien lo dijo Natalia Monge, por medio del humor se puede educar. Estas artistas aprovechan su talento y plataformas para decir que hay espacio en todos los ámbitos para las mujeres.