Próximo a cumplir 100 años, el duque de Edimburgo, marido de la reina Isabel II, salió este martes de un hospital londinense en donde estuvo internado por más de un mes en medio de un momento convulso para la monarquía británica.
Al abandonar el centro hospitalario, el príncipe Felipe, retirado de la vida pública desde 2017, fue asediado por la prensa británica mientras se le veía frágil producto del internamiento. Vestía una camisa blanca, jersey color crema y sin mascarilla. Fue divisado por los fotógrafos en el asiento trasero de un vehículo saliendo del hospital King Edward VII de Londres.
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"El duque de Edimburgo ha sido dado de alta hoy (...) y ha regresado al castillo de Windsor, tras haber sido tratado por una infección y sometido con éxito a una intervención por un trastorno previo", explicó después del palacio de Buckingham.
"Su alteza real desea dar las gracias a todo el personal médico que le atendió tanto en el hospital King Edward VII como en el hospital St Bartholomew y a todos los que le han enviado sus buenos deseos", agregó.
El príncipe consorte, que en junio cumplirá 100 años, fue ingresado en el primer centro el 16 de febrero como "medida de precaución" tras haberse sentido mal.
Ante las especulaciones y preocupación por su avanzada edad, la casa real informó pocos días después de que la hospitalización no estaba relacionada con el covid-19, sino que se debía a una infección.
Prince Philip, 99, leaves hospital two weeks after heart surgery - ending month-long stint away from the Queen https://t.co/Xdzap6KOik pic.twitter.com/wLXxUejpij
— Daily Mail U.K. (@DailyMailUK) March 16, 2021
Bajo una fuerte expectación mediática, a principios de marzo Felipe fue trasladado del pequeño y elegante King Edward VII -situado en el barrio londinense de Marylebone-, al gran hospital público St Bartholomew que, según su página web, posee el mayor departamento especializado en enfermedades cardiovasculares de Europa.
Allí fue sometido a una operación quirúrgica "para tratar una enfermedad cardíaca preexistente", antes de regresar en ambulancia pocos días después al hospital que finalmente abandonó este martes.
En las últimas semanas, varios miembros de la familia real se habían esforzado por tranquilizar a la opinión pública sobre su estado.
En el 2011, Felipe ya había sido tratado por problemas del corazón. En esa oportunidad fue trasladado en un helicóptero tras aquejarse de dolores en el pecho, mientras la familia real se preparaba para las celebraciones navideñas.
Crisis institucional
Debido a la pandemia de la covid-19, la reina, de 94 años, y su esposo Felipe, han estado el último año confinados en el palacio de Windsor, situado unos 50 km al oeste de Londres.
Eso sí, la pareja real hizo una excepción en verano, cuando se trasladaron a su castillo escocés de Balmoral a pasar la temporada.
La monarca, que tras ser vacunada contra el covid-19 a principios de enero animó a sus compatriotas a hacer lo mismo, ha mantenido su agenda oficial en gran medida por videoconferencia. De hecho, no visitó al duque durante su hospitalización.
En Windsor, rodeada por sus dos nuevos cachorros de corgi, su raza favorita de perros, Isabel II ha hecho frente a una de las mayores crisis que han sacudido a la monarquía británica desde la muerte de la princesa Diana en 1997.
Hace diez días, en una explosiva entrevista con la estrella de la televisión estadounidense Oprah Winfrey, su nieto Enrique, de 36 años, y su esposa Meghan Markle, denunciaron comentarios racistas por parte de un miembro no identificado de la familia real.
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Precisando después que no habían sido ni Isabel II ni el príncipe Felipe, Enrique y Meghan afirmaron que alguien había mostrado “preocupación” por el color de piel de tendrían sus hijos, ya que la madre de Meghan es negra.
La monarca, por su parte, aseguró tomarse “muy en serio” estas acusaciones y se comprometió a que fueran tratadas “por la familia en privado”, pero dejó claro que “los recuerdos pueden variar” en función de las personas.
“No somos una familia racista, en absoluto”, afirmó poco después Guillermo a la prensa de su país.