Adriana Durán y Randall Salazar, expresentadores de Buen Día, coincidieron por años con Angelrafael, como parte de su trabajo en Teletica canal 7. Entre programa y programa, ambos fueron conociendo al maquillista y descubriendo la enorme calidad humana que, aseguran, siempre lo identificó.
Para Salazar, el fallecimiento de Angelrafael es una noticia dura de asimilar y representa la pérdida de un gran ser humano que siempre se preocupó por el bienestar de los demás, sacando un rato para aconsejar a quien lo necesitara.
“Me toma con tristeza. Aunque se sabía que en cualquier momento podía pasar, siempre el recibir la noticia es un golpe duro. Así que estoy muy triste, conmovido y además, a la distancia, muy empático con su familia y la gente que estaba más cerca de él”, expresó el conductor televisivo.
Misma situación en el caso de Durán, quien afirmó que sostuvo una gran amistad de más de dos décadas con el maquillista.
“Igual que para todos, ha sido una noticia sumamente triste, como triste fue hace unos meses saber el diagnóstico de su tumor cerebral”, comentó la periodista.
Explicó que el vínculo con Angelrafael fue muy especial desde que se toparon en Teletica y se acrecentó durante el paso de ambos por Buen Día.
“Ángel tenía una forma muy alegre, pero también muy fuerte de defender sus ideales y pensamientos. Tal vez porque tuvo que enfrentar en la vida momentos muy difíciles y eso lo hizo una persona muy fuerte en medio de esos momentos”, recordó la comunicadora.
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Por su parte, Salazar enfatizó en la alegría que contagiaba Angelrafael, a quien recuerda siempre con una sonrisa. Afirmó que de lo que más atesora es el hecho de que las risas siempre estaban presentes con el artista tico.
“Me daba mucha risa porque, sobre todo en sus comienzos en canal 7, venía de Estados Unidos; entonces se hablaba un espanglish. La mitad lo hablaba en inglés y la mitad en español, y lo que hablaba en español no lo pronunciaba nada bien. A veces era necesario decirle: ‘Ey, Ángel, tiene que traducir’ porque nadie estaba entendiendo lo que decía y, entonces, se moría de risa”, recordó con cariño.
Además, Adriana destacó como una de las mayores lecciones el lema del esteticista, quien aseguraba que más que rostros, maquillaba el alma. Incluso, recordó que él tuvo una sección en Buen Día llamada Maquillando el alma, en la que invitaba a mujeres con fuertes historias de vida.
“Él siempre encontraba las palabras y el momento para abrazar, solidarizarse y, especialmente, decirle a uno: ‘Tranquila, todo va a estar bien’. A veces uno llegaba con las pilas bajas, tal vez triste o sintiéndose mal, y él siempre lo primero que hacía era darle a uno un abrazo y decirle eso”, detalló.
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Ella misma vivió en carne propia la empatía y solidaridad de su amigo. La periodista revivió una anécdota que le quebró la voz y la hizo soltar lágrimas. Según cuenta, Angelrafael la armó de valor para un evento al que no quería asistir, pues la comunicadora atravesaba una crisis emocional.
“Él me agarró ese día y duramos más en terapia que en maquillaje. Me recordó muchas de las cosas que a veces uno olvida: lo valiosa que yo era, lo que me había costado la vida, lo guerrera que había sido sacando sola a mis hijos, y que nada de lo que me estuviera pasando podía traerme abajo e impedir que realizara mi trabajo”, rememoró.
Finalmente, la expresentadora televisiva enfatizó en que el maquillista amaba profundamente a su familia y que todo giraba en torno en sus papás.
“Me alegra mucho que en los últimos años de su vida estuvieran juntos y que fuera al lado de ellos que se despidiera de todos. A pesar de todo lo que pudo haber pasado, él siempre tuvo un inmenso amor hacia los suyos”, afirmó.