Dicen que la vida es del color que la queramos ver y, sin duda, Amanda Moncada mira su existencia pintada con tonos de alegría, positivismo y tranquilidad. Hace poco pasó por un proceso de radioterapia y quimioterapia, y actualmente espera con optimismo nuevos resultados médicos relacionados con el cáncer de cerebro y pulmón que le fue diagnosticado. Esas noticias pudieron volver su mundo gris, pero esta mujer, de 75 años, siempre elige los colores.
Hoy, Amanda Moncada usa lindas pañoletas sobre su cabeza, está fascinada de lo bien que le quedan y de la facilidad que regala a su vida el no tener que peinarse. Tras la quimioterapia perdió parte de su cabello pero eso es lo de menos. Ella está enfocada en su mejoría, en llevar su vida como siempre.
“Estoy super bien. Mi amiga la quimio y yo hemos hecho una buena pareja. Voy viendo la mejora a través de todas las quimios que me he puesto y de los tratamientos. Ya volví al gimnasio. Estoy tratando de volver a una normalidad. Es uno el que tiene que hacer el esfuerzo y volver a esa normalidad”, contó.
Hace semana y media, Moncada terminó las cuatro sesiones de quimioterapia que le ayudarán a combatir el cáncer que le aqueja. Además de esto, ella tuvo un tratamiento de radioterapia privada que le regalaron sus hijas y que equivale a 10 aplicaciones, pero que se hace en una sola.
La noticia del cáncer llegó después de que su salud se complicara al salir de una cirugía, en la que le retiraron un cáncer cutáneo de su pierna. Conversando con una amiga suya que es doctora, le comentó que quizá todo empezó en la piel.
“Cuando vea a mi oncóloga voy a plantéarselo. Me sorprendí mucho cuando me dijeron lo del cáncer de pulmón porque yo nunca he sido fumadora pero sí deportista. Como te conté, luego de mi crisis tras la cirugía me encontraron una sombra en el cerebro y me aplicaron radiación, luego una pelotita en los bronquios. Por eso estaba tosiendo”.
El cáncer hizo metástasis, para combatirlo fue que doña Amanda acudió a radio y quimioterapia. En estos días recibirá los resultados para conocer el impacto del tratamiento y se realizará más exámenes. En este momento ella se siente muy bien.
“Vamos a ver cuál tratamiento viene, si necesito más quimio o radio. Lo cierto es que desde mi punto de vista siento que estoy entrando en mi normalidad. Volví al gimnasio, me siento con más oxígeno, alimentándome muy bien. El alimento es medicina, siento que las quimios golpean tu organismo, hay que estar con vitaminas”.
Ahora mismo, doña Amanda se siente con toda la fuerza para enfrentar lo que venga: está preparada. Cuenta que en los últimos seis meses han sido sus tres hijas Amanda, Lorena e Iliana, a quienes llama “sus mánagers”, quienes tuvieron oídos atentos a todo lo que pasaba con la salud de su mamá.
“Ellas han recibido toda la información directa. Pero yo ya estoy fuerte para poner atención y ver dónde ando. Los primeros meses estuve en segundo plano. Hay cosas que no tengo tan claras. Siempre hubo una cuota de no saber exactamente. Para uno es bastante fuerte. A veces querés oír cosas y otras no. Ahora estoy preparada para que digan lo que me tienen que decir. Hoy en día me voy a enfrentar a lo que venga porque me gusta vivir. Como me siento bien, puedo pensar que tengo fortaleza para lo que sea”.
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Los temores han sido vencidos: al inicio le asustaba la quimioterapia y a las siete horas de cada sesión, le asustaba estar recibiendo tantos líquidos en su cuerpo y de lo mal que podría sentirse. Pero una vez más se sobrepuso, con cada trago de agua con el que se hidrataba sentía que se limpiaba por dentro y se sentía mejor. Descansaba y consumía solo cosas que le resultaban nutritivas.
“Eso del pelo que se cae nunca me preocupó. La salud es mi prioridad. Uno ya no le teme a lo que ha vivido. Ya no le tengo miedo a la quimio. Antes la conocí por mi marido, (don Manuel Velazquez luchó contra el cáncer de huesos) pero esta vez la experiencia fue mía”.
En la vida de Amanda Moncada no hay miedos, solo fortaleza para atender lo que venga. Ahora mismo continúa promocionando las piezas que vende en sus negocios: ella es la modelo. También hace TikToks en los que muestra su vitalidad.
“Vieras como me escriben señoras. He recibido un apoyo tan grande y esa energía es la que te lleva para adelante. (...) Mientras estemos aquí hay que apoyar la vida que es un gran milagro”.
Un propósito
La reconocida experta en moda y empresaria hoy es más humana que nunca, comparte con las personas y no necesariamente para hablar de negocios o tendencias, sino para revestirlas de fuerza y decirles que no están solas.
“Me he dado cuenta de que hay tanta gente interesada (en su proceso). Fui a revisión vehicular con mi hermana y una muchacha me comienza a contar que está pendiente (de su evolución), que ha leído los artículos, que mi caso le recordó a su papá. Esto que estoy viviendo llega a un segmento, a quienes ha estado en contacto con algún tipo de enfermedad”, contó.
Doña Amanda no duda en brindar entrevistas ni en hablar de su vivencia porque sabe que a través de sus palabras puede apoyar a otras personas. Menciona el caso de Nicole Díaz, la segunda hija de la expresentadora y exmodelo Lynda Díaz, joven que a sus 28 años es un ejemplo de resiliencia e inspiración, pues enfrenta duras secuelas de una sobreirradiación que le hicieron cuando luchaba contra el cáncer cervical. Hoy Coco, como es conocida, habla de su experiencia y motiva a los demás.
“Ves que está en boga que gente como la hija de Lynda Díaz salen y cuentan lo que están viviendo. Esto no existía. Me parece bueno. A mí la gente me asocia a moda y fiesta, pero soy humana, me pasan cosas como a cualquiera. Es parte de la experiencia humana. La vida de nadie es perfecta. Uno a veces fantasea, te ponés a ver la revista Hola y ahí todo lo que sale parece maravilloso, pero no lo es. Todos somos humanos”.
Validando su humanidad es que doña Amanda confía que por más alegre y optimista que se encuentre, al igual que todas las personas, hay días en los que “se levanta por los pisos y en los que se siente triste”.
Empatiza y reconoce que a todos nos pasa, solamente que no da cabida a esos pensamientos negativos y busca maneras para sentirse mejor en tiempos en los que también ha reflexionado mucho.
“Eso que te cuento, de sentirse sin ganas, deprimido, también lo vivo. Soy humana. Pero trato de cambiar y focalizarme en cosas tan positivas de la vida y no pensar en enfermedad. Leo cosas positivas que me dejen un mensaje, que me activen, si algo me va a dejar triste, como noticias duras, mejor no las veo: en momentos así tenés que pensar bien a qué le vas a poner la atención”.
En estas tardes de verano, Amanda Moncada disfruta de cada instante. Nutre su cuerpo y también el espíritu. Está feliz de sentirse como ella misma y con toda la fuerza para enfrentar lo que venga.