“Si tenemos a Dios en el corazón, cuesta mucho que uno se desordene mentalmente”, dice con una profunda certeza Andrea Salas, la esposa del guardameta madridista Keylor Navas.
Ella y su familia son blanco de una innegable atención mediática tanto en España como en Costa Rica, pero tratan de mantener los pies sobre la Tierra a través de la fe que profesan.
Dios fue, de hecho, el tema recurrente en una entrevista concedida por Salas a Viva , en medio de su visita al país para inaugurar su negocio, Electro Body Center, un centro de entrenamiento funcional personalizado que se ubica en City Place, en Santa Ana.
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“Quería tener un proyecto mío”, afirma la exmodelo, quien ahora incursiona en el mundo empresarial con una franquicia de ese método de electroestimulación muscular.
Según Salas, ella misma probó esa terapia para moldear la figura en España un año atrás y fue entonces que le surgió la idea de implantarla en Costa Rica.
Aunque afirma haber recibido mucho apoyo por parte de Navas, Salas enfatizó en que se trata de un emprendimiento personal.
“En realidad es mío (el negocio). Entonces, como mi esposo, me apoya pero no tiene nada que ver”, aseguró.
Debido a que Salas pasa la mayor parte de su tiempo en Madrid, delegó la administración del proyecto en el representante de Navas, Ricardo Cabañas, y en la promotora de la salud, Berna Umaña, su socia en Costa Rica.
Vida familiar. Salas es consciente de que ahora viven un momento de bonanza económica que le permite dar a sus hijos, Daniela –fruto de su matrimonio anterior– y Mateo, una alta calidad de vida. No obstante, afirma que ella y su esposo intentan mantenerse fieles a sus raíces humildes.
“Tenemos una forma de pensar y de ver las cosas. Creemos en Dios y les tratamos de inculcar lo mismo. Dios es amor, es humildad, y eso mismo tratamos de inculcar en ellos, que vean la necesidad de la gente. Con la fe, podemos inculcarles que no todo es material”, explica.
Para ello, participan en actividades sociales de un grupo de estudio bíblico al que asisten en Madrid, como llevar comida a personas en estado de indigencia.
Aunque Salas afirma que la presión mediática que genera Keylor Navas en España es apenas un poco menor que en sus visitas a Costa Rica, procuran que sus vidas transcurran con la mayor naturalidad.
“Somos muy caseros. Disfrutamos mucho en la casa, en familia, y tratamos de llevar una vida lo más normal que podamos. Seguimos en el estudio de Biblia y vamos con amigos al cine”, confiesa.
“Obviamente no tengo la vida de una persona que no tenga nada que fútbol, tenemos una vida muy normal”, dice.
Sin embargo, la exmodelo asegura no extrañar nada de la etapa anterior de su vida, cuando solían tener un perfil más bajo y no estaban en el centro de la prensa deportiva y rosa.
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“Ya es una forma de vivir y se acostumbra uno; no es molesto”, comenta. “Creo que me he acostumbrado a vivir con eso. No es que me guste tampoco, pero ya me acostumbré”.
Salas describe a su familia como “muy casera” y en su tiempo de ocio, por ejemplo, salen al cine con amigos o asisten al grupo bíblico Theos, que no está enmarcado dentro de ninguna religión.
No prestan oídos. Contrario a lo que se podría pensar, a Andrea Salas no le roban el sueño las críticas que se han vertido en varias ocasiones en torno a la actuación de su esposo como arquero del Real Madrid y de la Selección Nacional de Costa Rica.
“Yo muchas veces no me doy ni cuenta de lo negativo”, asevera, pese a ser muy activa en las redes sociales. “Me encanta subir fotos, pero a los comentarios no les presto mucha atención”.
“Como cualquier ser humano, nos centramos en nuestra vida y ya lo que digan los demás, es una cosa sobre la que no tenemos control”, añade.
Sobre las tensiones generadas en agosto del año pasado en torno a la posibilidad de que Navas fuera intercambiado por David de Gea y tuviera así que abandonar su sueño de atajar para el club merengue, Salas revela que como familia hicieron una oración y dejaron el futuro de la carrera de su esposo en manos de Dios.
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“Fue un momento complicado”, admite, pese a que al mismo tiempo dice que lograron sobrellevar el proceso con mucha tranquilidad.
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Sobre el papel que ella jugó como esposa en medio del proceso de transferencia al Manchester United, Salas se limitó a dar una respuesta muy concisa: “Pues estar ahí, yo creo que era lo que podía hacer”.
Una nueva etapa. La de incursionar como empresaria es una más en las facetas de la vida de Salas, quien hace ya varios años decidió dejar atrás su capítulo como modelo de trajes de baño y ropa íntima.
Salas fue Miss Hawaiian Tropic en el 2006 y llegó a recibir una oferta de la revista estadounidense Playboy , de la cual hoy dice no recordar los detalles.
En todo caso, en aquel entonces Salas optó por rechazar la propuesta. “Tenía una hija y en ese momento... no, en realidad en ninguno de mi vida me hubiera gustado”, asevera.
Tres años más tarde, Salas posó para la extinta revista SoHo . Luego, optó por apartarse del modelaje y buscar la tranquilidad entre pasajes bíblicos. De hecho, fue en una congregación cristiana donde conoció a Navas.
Cuando el portero fue fichado por el Real Madrid, la prensa rosa de todo el mundo se encargó de reabrir ese episodio en la vida, al hacer circular las fotografías en las que Salas aparecía ligera de ropa. Empero, dijo no haberse sentido afectada por ese tipo de informaciones.
Al mismo tiempo, la hoy empresaria aprovechó para desmentir los rumores sobre que su decisión de abandonar las pasarelas estuviera ligada a su relación sentimental con el guardameta.
“Dicen: ‘Ella conoció a Keylor y dejó de ser modelo’. Pero en realidad fue un proceso. Yo antes de conocer a Keylor, dejé el modelaje. Yo ya me había alejado un montón del mundo del modelaje.
”En realidad no hay nada de lo que me tenga que avergonzar. Fue una etapa superbonita de mi vida, en la que conocí un montón de cosas y un montón de personas y de la cual no me arrepiento”, continúa.
Hoy, Salas se muestra feliz y emocionada con su proyecto empresarial y dice no sentirse nerviosa por el riesgo que implica el traer a Costa Rica un método novedoso –y, por ahora, poco conocido– para la reducción de peso.
Aunque el local recién abrió las puertas el martes, Salas desde ya vislumbra la posibilidad de negociar la franquicia con empresarios ticos para expandirse a nivel nacional.