Londres. Archie, hijo del príncipe Enrique y Meghan Markle, fue bautizado este sábado en una “pequeña ceremonia privada”, como había sido anunciado por el Palacio de Buckingham. La decisión fue duramente criticada en el Reino Unido.
Archie Harrison Mountbatten-Windsor fue bautizado por el arzobispo de Canterbury durante una pequeña ceremonia privada en la capilla del castillo de Windsor, según anunció Buckingham en un comunicado enviado el miércoles anterior.
Los nombres de los padrinos y madrinas del niño serán confidenciales, “de acuerdo con su deseo”, añadió el palacio.
Esta decisión, sobre la cual los medios de comunicación británicos especularon en los últimos días, ha sido criticada por algunos comentaristas, como la cronista de la realeza Penny Junor, quien afirmó que la pareja cometía un “error” tras la renovación de su cottage, ubicado en los terrenos del castillo de Windsor, que costó a los contribuyentes británicos 2,4 millones de libras esterlinas (unos 2,7 millones de euros).
Today, The Duke and Duchess of Sussex’s son Archie was christened at Private Chapel at Windsor Castle.
— The Royal Family (@RoyalFamily) July 6, 2019
📷 Chris Allerton /©️SussexRoyal pic.twitter.com/hxMz8qeIV2
“O deciden mantener sus vidas totalmente en privado, financiando ellos mismos su casa para aislarse de las miradas ajenas, o siguen el juego”, señaló al Sunday Times, Junor, autora de una biografía del príncipe Enrique.
"Ver a Archie y a sus padrinos llegando al bautismo, es algo que interesa a la gente", continuó. "Mucha gente no entiende porqué debe pagar casi 3 millones de libras para la casa de Enrique y Meghan, por lo cual en términos de relaciones públicas sería una buena contrapartida mostrar a Archie brevemente", afirmó
Los críticos sugieren que ocasiones como los bautizos deberían ser públicos, pero los duques de Sussex han señalado repetidamente que tienen derecho a la privacidad.