Desde noviembre, Bali Rodríguez regresó permanentemente a Costa Rica. Ella dejó su casa en Nueva York y se instaló en una gran finca en la Garita de Alajuela. Adoptó una nueva vida con la que cierra la etapa en la que invirtió 17 años, y que la llevó a la cúspide del modelaje internacional.
Esta nueva forma de vivir implica la creación de un hotel para perros, poner en el mercado una línea de productos veganos y luchar por concientizar a los ciudadanos acerca de lo “que sufren los animales en el matadero y de lo perjudicial del consumo de carne”.
Rodríguez llegó a Costa Rica luego de meditar en qué quería concentrar sus energías tras separarse de la carrera en la que se consumió con tanta intensidad. “Ha sido todo un proceso el saber qué quiere hacer uno después de una etapa de tanto viaje y tanta locura, porque el modelaje es como andar de backpack (mochilero) por todo lado. Me costó esa transición porque cuesta dejar ir un negocio que te formó, en el que invertiste una buena parte de tu vida, fue difícil llegar a decir qué quiero ahora”, explicó.
Bali Rodríguez, de 33 años, habló con Viva sobre su nuevo rumbo; de lo que significó ser una Top Model internacional; de los dos acontecimientos fuertes (acoso y abuso sexual) que enfrentó en su carrera y de su relación familiar con su reconocido padre, el empresario Carlos Rodríguez.
Nuevos propósitos
Bali reveló que por tres años estuvo “un poco perdida al no saber que quería”. Tras firmar con importantes marcas, protagonizar campañas en las que ganó miles de dólares, manejar su propia agencia de modelos en Costa Rica (Unique Model Management que cerró en 2015 y con la que formó y exportó talento de ticas); y trabajar en gran cantidad de países, llegó el momento en el que dijo: “hasta aquí”.
“No sabía qué quería... Yo desde los 16 años dejé de comer carne, me convertí en semi-vegetariana (comía pescado y queso), eso gracias a mi novio, el modelo con el que me fui a modelar a Australia (cuando tenía 16 años). Luego me hice vegana...
”Y bueno, en este tiempo, de repente hace un año un amigo me dijo: por qué no te venís a Costa Rica, yo estoy trayendo marcas internacionales veganas. Él es Gustavo Pacheco, quien producía el Festival Imperial. Gustavo me dijo que necesitábamos producir localmente para que el costo sea menor; a mí me sonó la idea porque quiero hacer algo en comida, no ser chef porque no quiero pasar metida en la cocina... pero sentí que esto me llamaba.
”Además acababan de poner a Trump presidente y había protestas y alertas de bomba en Nueva York, esas cosas que me pusieron tensa y pensativa con respecto a quedarme ahí y dije que este era el momento de volver”, detalló.
Gracias a ese llamado, Bali empezará con su línea de productos veganos artesanales, entre ellos carnes, quesos, mantequilla, yogurt y algunas salsas (ninguno tiene dentro de sus componentes ingredientes que provengan de animales).
En busca de tranquilidad, adquirió una finca en Alajuela, que antes perteneció a un criador de perros de la raza rottweiler, por lo que tenía una instalación que ella decidió reutilizar para crear un hotel y spa para perros.
“Waggers Resort and Spa abrirá el 1 de abril. Vamos (ella y un par de ayudantes) a cuidar a los perros, a darles baños; les vamos a instalar una piscina”, contó.
El activismo
Eso no es todo. Bali Rodríguez es la representante, en Costa Rica, de la organización Anonymous for the Voiceless (anónimos por los sin voz), misma que reune a veganos o vegetarianos a punto de convertirse al veganismo, quienes se manifiestan pacíficamente usando una máscara, alzando rótulos que dicen “verdad” y mostrando en pantallas lo que sufren los animales de consumo en su día a día y cuando llegan al matadero.
“Siempre he estado metida en activismo animal, ya sea rescatando animales, ayudando con adopciones)... en Estados Unidos está creciendo mucho el veganismo. Hay mucho despertar en la gente porque tenemos un problema en el planeta: el calentamiento global, la contaminación en todas partes, en la comida, entonces se me ocurrió que aquí podía empezar a promover, educar e informar a la gente sobre los procesos de cómo realmente sufren estos animales. La gente no sabe cómo llega la carne a su plato. No saben lo que sufrió ese animal para llegar a tu plato. Hay gente que no relaciona eso y es lo que hay que conectar”.
Los miembros de Anonymous for the Voiceless se reúnen una o dos veces al mes y forman “el cubo de la verdad”, la próxima reunión será durante la noche del 22 de marzo, en la Plaza de la Cultura, en San José. Las personas que se interesen por el veganismo tienen un acompañamiento por parte de la organización.
“Nos paramos con estos carteles, con máscaras de anonimato, las que usamos son como las máscaras de la película V for Vendetta, de Natalie Portman, a él lo hacen ver como terrorista pero lucha por buenas causas... entonces esa es la idea: la V de vendeta que es venganza, que no es venganza porque es activismo pacífico, pero... la venganza de los animales es los cánceres y las enfermedades que está causando la carne. Ya en Estados Unidos está comprobado, entonces en todos los paquetes de carne van a poner que es cancerígeno, así como en los cigarros. Aquí estamos más atrasados pero por eso queremos empezar esto”.
Bali dice que en Anonymous for the Voiceless primero enseñan compasión por los animales, luego hablan de lo “perjudicial de la carne para la salud”, y finalmente “del impacto que sufre el medio ambiente por consumir carne”.
“Las industrias masivas de carne son la primer causa o problema del calentamiento global. Han deforestado el 90% del pulmón mundial que es el Amazonas. Estamos consumiendo violencia y enfermedad. La industria está tan grande que no es sostenible para el medio ambiente. Si no quitamos las carnes prácticamente nos estamos extinguiendo. Por naturaleza somos herbívoros. Eso lo pueden ver científicamente, lo que se necesita para darle de comer a las vacas que producen la carne, se le podría dar a todo el mundo. Por comer carne, la mitad del planeta está con hambre. El planeta ya no da”, dijo.
La modelo y actriz, quien hace un año protagonizó el video Ella, de Ricardo Arjona, dice que se involucró en el activismo vegano porque “el planeta lo necesita”.
“Cuando usted llega a ser vegano tiene una plenitud en su corazón porque no le hace daño a nada. Aquí (en la finca) me siento feliz y con paz. En las mañanas escucho el canto de los pericos y veo tucanes. Creo que hace mucho no me sentía así de feliz y con paz interior. Eso cuesta a veces tenerlo”.
Bali, la hija
Su papá, Carlos Rodríguez es un conocido empresario, sin embargo, usted se abrió paso sola, se independizó a los 16 años...
Me ha costado mucho, bueno, a quién no le cuesta todo. Yo desde carajilla me prometí siempre ser honesta, no solo conmigo sino con las demás personas. De hecho mis papás ‘me detestan’ porque siempre les digo la verdad. Hasta las cosas que no quieren oír. Desde que me independicé dije: ‘para qué voy a mentirles a mis papás acerca de si me quiero pegar la fiesta o de si me gusta una güila o sea, para qué si yo me pago mi vida, para qué me voy a andar escondiendo’.
Yo apoyo la libertad de toda persona. Si alguien es gay, sea gay y sea feliz, no se preocupe por lo que dicen. Sea feliz, cumpla la misión de su vida.
¿Desde niña tuvo ese pensamiento o se lo inculcaron?
Mis papás (es hija de Carlos Rodríguez y Miss Costa Rica 1980, Bárbara Bonilla) son todo lo contrario a mí (risas). Mi papá no es que sea estricto; él es el mejor papá, solo que en épocas me ha hecho falta porque él trabaja tanto, pero es que mantiene a mucha gente. Eso para las hijas ha sido difícil (son seis hijas).
Usted dice que apoya la libertad y que quiere que todo el mundo sea feliz, ¿esa forma de ver la vida le ha permitido ser tan abierta con su papá y sus mediáticas relaciones?
Yo siempre he sido muy abierta con todo: yo soy un libro abierto. Más bien en las entrevistas tengo que cuidarme de no decir demasiado porque mis papás me regañan.
Hemos visto su buena relación con Elena Correa (Miss Costa Rica 2017), la novia de su papá...
Ella fue mi modelo, yo la empecé a ella, ella empezó conmigo desde los 15 años.
Y no le extrañó verla después de pareja con su papá...
Diay, es que ya yo conozco a mi papá y él siempre ha sido igual: desde que era carajilla lo veía con güilas, entonces, ¿qué diferencia hay? Además, yo amo a Elena porque sé lo buena persona que ella es. Como la conozco desde antes sé que es una muchacha trabajadora... y sí se enamoró de mi papá, ellos están enamorados, porque yo no sabría cómo hace ella para aguantárselo, tiene que quererlo, lo digo yo como su hija (risas).
Ellos están superbién, a mí me duele mucho más bien ver como la gente los chotea, como hablan feo de ellos (por la diferencia de edad, ella tiene 26 años y él 70). ¡Ya!, es 2018, dejen la ’cavernícolada”.
¿Usted ha tenido parejas con mucha diferencia de edad?
Mi novio en Italia era de 45 años y yo tenía 24. Ahorita estoy saliendo con uno de 50 años acá en Costa Rica. Es un gringo y es vegano.
¿Le gustaría formar una familia, ha pensado en hijos?
No. nunca me ha gustado, no sé. Por alguna razón desde pequeña le he tenido pavor al parto, a los tiburones y a los extraterrestres. Son las cosas que más me dan miedo. Ya los extraterrestres no me dan miedo, me salen mucho en sueños.
Ahora que esta transición en la que emprende proyectos, ¿ha recibido apoyo económico de su papá?
Mi papá me ha estado ayudando de vez en cuando porque como me estoy instalando todo es muy caro. Primero la mudanza de Nueva York acá fue carísima. Pero él me ayuda a veces, sobre todo, ahorita que llegué. Allá yo sola me mantenía bien.
Bali y el modelaje
Anteriormente habló de paz interior, ¿como modelo la tenía?
En el modelaje llevaba muchos años, no era difícil, pero era monótono. Como todo en la vida, uno madura cosas.
Me comentaba que va a seguir en modelaje, pero no con tanta intensidad...
En modelaje voy a hacer poco, lo haré para manejar cash flow (flujo de caja). Voy a estar de lleno en los productos artesanales, con el hotel y lo del cubo de la verdad (Anonymous for the Voiceless). Ricardo Aguirre, quien abrió conmigo la agencia Unique en 2008 en donde trabajamos con Natalia Carvajal, Valeria Rees, Juliana Herz; va a abrirse una nueva agencia y sé que él me va a mover bien.
¿La vida de una modelo internacional es muy difícil?
Es chivísima cuando estás en tu época de oro que es de los 16 a los 26 años. Ya después uno va de caída. Ahora con las redes sociales uno se puede medio mantener. Pero ya no se gana lo que se ganaba antes.
¿Cuánto llegó a ganar usted?
Mis épocas más altas fueron cuando viví en Milán y Nueva York. Me ganaba mínimo $20.000 al mes. Hice una campaña mundial con Sally Hansen y me pagaron $180.000. Ya no pagan tanto, pero puede ser. Antes había más dinero... Hoy en día yo no apoyo ese tipo de marcas que hacen exámenes en animales.
¿Qué triunfos busca ahora, luego de llegar a su top como modelo?
Hice las portadas de las revistas Elle, Shape, Women Health, entre otras... Ya no aspiro a ser otra vez supermodelo. Mi interés ahora en modelaje es sacar trabajillos para mantener ingresos.
Estoy muy satisfecha. Siempre se puede hacer más pero ya mi época pasó. Poder ser top ya fue, para lograrlo internacionalmente hay que ser joven.
En 2007 estuve a muy poco de que me firmara Victoria’s Secret. Yo andaba en fiestas con todas las top porque ya estaba como metida en el grupo y los productores. Andaba en fiestas privadas. Pero en 2008 anunciaron toda la recesión y todo se arruinó. Los bookers (agentes) no fueron suficientemente pipa y no lo hicieron bien. Todo pasa por algo.
Cómo hacen las chicas para mantenerse en el mundo del modelaje, es conocido que muchas mujeres sufren acoso...
A mí me acosó un agente en Italia. Entonces me cambié de agencia. Yo tenía un booker en Milán y era uno de los bookers que trabajó en la agencia que donde se crearon las supermodelos de los 90, como Naomi Campbell y Cindy Crawford. Entonces el mae se creía el superagente y jugaba de vivo con las carajillas. A mí me mandaba videos de él masturbándose en la agencia, me llegó a buscar a mi apartamento. Cada vez que yo llegaba a la agencia me intentaba tocar los senos...
En Milán también me pasó otra cosa fea. Ahí me violaron (en 2005).
¿Qué pasó?
Me echaron un rufis (así se le conoce popularmente a la droga Rohypnol) en un bar y me violaron (Bali explicó que los promotores de modelos llevan representantes de marcas para que conozcan modelos, a ellas les dan mesas con alcohol gratis para que hagan imagen del lugar).
En Milán y en París es muy conocido que pasen esas cosas y que violen a las modelos. Las experiencias te hacen una persona fuerte. Sentí pánico en el momento en el que me desperté, cuando se me fue el efecto del rufis... recuerdo que estaba en la casa de un negro que tenía dreads, yo no tengo nada en contra de los dreads, pero es que era un hombre horrible, sin dientes...
”Fue horrible, sobre todo, porque hubo una muerte de una modelo a la que le hicieron lo mismo y apareció descuartizada en Bangkok (Tailandia). Ella había ido a un club con promotores de modelos, le metieron le rufis y se la llevaron. Ese fue mi mayor susto. Yo solo me tomé una copa de vino blanco y amanecí ahí. Se supone que el promotor nos cuida, pero no hay garantía, a esa hora todos están borrachos.
¿Cómo se sobrepuso? ¿No quiso dejarlo todo?
Diay, di un paso adelante y el otro después... lo que pasa es que no me golpearon, no me sacaron órganos, ese es el susto. Me empalido con solo pensar lo que me pudieron hacer.
¿No denunció?
En Italia no hacen nada, es como aquí que no hacen nada.