Durante 13 años Britney Spears ha estado bajo la tutela legal de su padre, Jamie Spears, quien prácticamente controla toda su vida.
En Estados Unidos esta tutela se impone a individuos que, por diferentes motivos, no pueden ‘administrar sus propios asuntos’. Generalmente va dirigida a adultos mayores y personas gravemente enfermas y a la princesa del pop se la impusieron en el 2008.
Por años Britney había permanecido en silencio y aunque antes había hecho algunos intentos para que le quitaran su condición legal, fue hasta el miércoles 23 de junio cuando la artista alzó su voz para pedir a la jueza Brenda Penny que le permitiera poner punto final a la tutela.
En una intervención virtual la cantante de Overprotected habló durante más de 20 minutos y le dijo a la jueza que ella lo que quiere es su “vida de vuelta”.
LEA MÁS: Entre frustración y enojo Britney Spears suplica por su libertad, una vez más, ante la Corte
“He estado en estado de shock. Estoy traumatizada, pero ahora estoy diciendo la verdad. No soy feliz, no puedo dormir, es una locura, estoy deprimida y lloro todos los días“, dijo la cantante de 39 años.
Jamie Spears solicitó la tutela para Britney luego de la crisis pública que vivió la cantante en el 2007. En ese año, entre otras cosas, la cantante se rapó la cabeza en público, fue internada en varias oportunidades en un centro de rehabilitación de drogas y alcohol y pasaba de fiesta en fiesta. Su situación se agravó con el divorcio de su entonces esposo, Kevin Federline, quien además se quedó con la custodia de sus hijos.
Durante la audiencia, Britney fue enfática en que no había asistido a las audiencias anteriores porque sentía que no la escuchaban, pero que anhela poder tomar sus propias decisiones.
Aunque la tutela es privada, se ha dado a conocer que esta le impide, entre otras cosas, casarse o formar una familia, controlar su dinero, ver a sus hijos sin pedir un permiso previo, e incluso, Britney reveló que tiene un dispositivo intrauterino anticonceptivo (DIU) y que no la dejan visitar el médico para que se lo quite.
“La última vez que hablé contigo (la jueza) me hiciste sentir como si estuviera muerta, como si no importara, como si no me hubieran hecho nada, como si pensaras que estaba mintiendo (...). Quiero que me escuchen. Les digo esto, nuevamente, para que tal vez comprendan la profundidad, el grado y el daño. Quiero y merezco cambios en el futuro”, detalló.
Y agregó “merezco tener los mismos derechos que cualquiera, tener un hijo, una familia, cualquiera de esas cosas”.
LEA MÁS: Fanáticos de Britney Spears toman las redes sociales para suplicar por su ‘libertad’ una vez más
Además, la artista agregó que quiere contratar a su propio abogado, ya que su actual defensor -Samuel Ingham III-, fue nombrado por la Corte en 2008.
Ahora hay una audiencia programada para el 14 de julio. Mientras tanto, el movimiento #FreeBritney, encabezado por los seguidores de la cantante, toma cada vez más fuerza.
Por su parte, su expareja Justin Timberlake y la cantante Mariah Carrey han hecho público su apoyo hacia la estrella pop.