Cuando mira hacia atrás, Catalina Murillo Gutiérrez ve un pasado en el que hubo muchas lágrimas debido a las burlas y críticas que recibió a causa de su físico.
Todo empezó cuando era una niña pequeña y se prolongó hasta su juventud; luego, como modelo, también opinaban sobre su cuerpo. Un día, esta mujer, de 26 años, decidió que nada de esto le iba a afectar. Hoy sueña con ser Miss Costa Rica y empoderar a la niñez y a las personas jóvenes para que no sufran lo mismo que vivió.
Catalina es una de las candidatas de Miss Costa Rica 2023 y la corona ha sido su meta desde temprana edad.
Para llegar hasta aquí se prepara desde el 2015, cuando empezó en certámenes de belleza como Miss América Latina, Miss Reina de la Paz y Miss Gold Internacional. Desde sus 18 años transita un camino al que llegó empoderada luego de determinar que nadie podría impedirle lograr lo que tanto quería.
“Desde la escuela y el colegio recibí muchísimo bullying. Llegaba llorando a mi casa porque me decían que era muy delgada. Desde pequeña recibí críticas por mi físico. Al pasar algunos años, cuando inicié como modelo, las críticas eran porque no era suficientemente delgada”, cuenta.
La estudiante de Administración de Empresas, modelo profesional y encargada de las redes sociales de los negocios de su familia, ahonda en su decisión de no permitir que las opiniones de los demás la afectaran.
“Un día dije: ‘Ya no más, basta’. Estaba cansada de que hablaran de los cuerpos de los demás; eso no iba a ser impedimento para lograr mis sueños. Me llené de empoderamiento después del colegio. Al principio siempre me sentía rechazada y que no iba a lograr mi meta de ser modelo. Empecé a dudar de mí, pero después me llené de amor propio”. agrega.
LEA MÁS: Miss Costa Rica: Conozca a Alejandra González más allá del ‘ella es la novia de...’
La perseverancia y la disciplina, dice, siempre han sido sus aliadas. De la mano del ejercicio y estilo de vida saludable, aceptó la persona que es y comprendió que “no siempre vamos a agradarle a todas las personas”.
“Empecé a creer en mí y a trabajar en lo que quiero”. Asimismo, su familia siempre la ha inspirado a salir adelante.
Para adelante
Catalina nació en Curridabat, al este de San José; sin embargo, la candidata vive desde hace 18 años en San Isidro de Heredia.
“Vengo de una familia amorosa, con padres que desde pequeña han dado todo por darme educación, techo, todo y más. Ellos han apoyado ese deseo que nació desde pequeña de entrar en el mundo de los concursos de belleza. Mi sueño siempre era Miss Costa Rica. A los 7 años les pedí que me llevaran a una final”, recordó.
Sus papás, quienes tienen centros de entretenimiento, siempre han sido sus ejemplos de lucha. “Ver el ejemplo de mis papás saliendo adelante formaron a la mujer que soy y la que voy a llegar a ser”, expresa.
Las enseñanzas que le quedaron luego de la pandemia del COVID-19 han sido muy importantes en la formación de mujer que es hoy.
“La pandemia para mí fue muy fuerte. Me enseñó a no dar todo por sentado. Siempre he tenido un estilo de vida muy bueno. He tenido excelente educación. Ellos (sus papás) y quienes tienen empresas privadas atravesaron momentos complicados. Jamás imaginé verlos en esa posición, tomaba por sentado su empresa, su estabilidad y mi estilo de vida. Todo se puede ir en un segundo”, asevera.
LEA MÁS: Miss Costa Rica 2023: El renacimiento de la candidata que es mamá y superó la depresión posparto
Cerca de un sueño
Además de querer ser Miss Costa Rica, la ilusión de Catalina tiene un propósito. Desde la plataforma del certamen quiere bridar dar mensajes de amor propio y transmitirles a las mujeres el pensamiento de que “son únicas y perfectas como son”.
“Todo lo que queremos se puede lograr con disciplina, trabajo y perseverancia. Siempre he pensado que voy a lograr lo que me proponga, por más rechazo y críticas. Desde la primera vez que me llevaron a ver el concurso (siendo una niña) dije que quería estar en ese escenario donde estaban mujeres divinas por fuera y seguras por dentro”, recuerda.
Además, Catalina continuará trabajando en la Fundación Oneira, proyecto que creó a partir de su vivencia con el bullying.
“Los jóvenes y los niños son lo más importante. En la fundación les damos apoyo emocional porque hay cosas que pasan y nunca se externan. Les damos apoyo emocional con respaldo de psicología; les hablamos de amor propio, autoestima y relaciones sanas: son temas que considero importantes”, afirmó.
La noche del miércoles 16 de agosto, Catalina desfilará por ese escenario en el que anheló estar desde que era una pequeña. Si llegara a conquistar la corona, representará a Costa Rica el 18 de noviembre en Miss Universo, certamen mundial que se realizará este año en El Salvador.
Lea en este enlace las historias de otras siete candidatas.
Espere en los próximos días las historias de las otras candidatas que sueñan con la corona de Miss Costa Rica.
Créditos de fotos:
Calzado: Daniel del Barco
Trajes de baño: Makalos Bikinis
Locación: Hotel Sheraton
Trajes de noche: Valesky