Francella Mena Figueroa no busca eufemismos para contar qué fue lo que la llevó hasta el casting de Miss Costa Rica. Es clara en admitir que llegó a postularse “por un impulso”. Esta empresaria, de 28 años, nunca soñó con ser parte de este certamen y no por gusto, sino porque una chica de 1.60 m. de estatura no podía postularse.
Este 2023 todo fue diferente. Luego de que Miss Universo flexibilizara sus requisitos de participación y la organización de Miss Costa Rica se apegara a los nuevos lineamientos, esta edición significó una inesperada oportunidad para varias candidatas. Entre ellas Francella, quien se inscribió en el certamen al enterarse de que ya no era necesario el 1.65 m. para participar. Al final, ella resultó elegida como una de las candidatas y desde entonces vive un sueño todos los días.
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En tiempos en los que la diversidad de bellezas toma más relevancia en el planeta, esta entrega del Miss Costa Rica cuenta con nueve candidatas que representan de muchas maneras a la mujer tica, entre ellas, a esas que no alcanzan la estatura (generalmente por encima del 1.70 m.) que mundialmente se ha exigido para las reinas de belleza.
“Estoy aquí por un impulso. Vine porque eliminaron los requisitos de estatura. Yo mido 1.60 m. Verdaderamente, nunca había soñado con esto porque sabía que no estaba a mi alcance”, comentó Francella, quien estudió educación preescolar y cuenta con una maestría en mercadeo y dirección comercial.
Francella está viviendo su experiencia con la convicción de que la belleza no solo está en los estereotipos que, por décadas, ha perpetuado la sociedad.
“Hay algo más allá que belleza física y esa es la integral. Esta es la mejor oportunidad para demostrarlo”.
Esta es la primera vez de Francella en un certamen de belleza y, por ese motivo, contó que busca “nivelarse” con la trayectoria de sus compañeras que tienen vasta experiencia en reinados. Sin embargo Mena, vecina de Curridabat, habla con seguridad y se proyecta como si esas diferencias no existieran.
Ser elegida como candidata fue una agradable sorpresa que, inicialmente, no podía creer. Por todo lo aprendido y el crecimiento de las últimas semanas, Francella ya se siente ganadora.
“Por el simple hecho de tener la oportunidad, yo ya gané. La mayoría de candidatas lo han soñado por años, yo ni me lo había permitido soñar por mi estatura. Estar aquí representa un mar de emociones. Solamente quiero dar lo mejor de mí”, confió.
Esta participación, además, reactivó uno de los mayores sueños de la joven: siempre ha anhelado ser actriz de películas y considera que la plataforma de Miss Costa Rica podría acercarla a ese cometido.
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Sueño materializado
Cuando Francella Mena no soñaba con reinados, ella estaba siguiendo su instinto y trabajando desde sus 17 años para consolidar su propio negocio. Hacerlo crecer es su mayor aspiración y, por eso, de convertirse en Miss Costa Rica quisiera apoyar a las mujeres emprendedoras.
A sus 28 años considera que su vida ha estado marcada por todo lo que ha implicado convertirse en una empresaria joven.
“A mis 17 años tomé el reto, completamente sola, de hacer un viaje para comprar la ropa con la que empezaría mi boutique. Salí del país gracias a un permiso firmado por mis papás y sin tener idea de cómo me iba a mover en Estados Unidos. Lo hice y, desde entonces, empezó un empoderamiento en mí que me ha enseñado que puedo conquistar las metas que me proponga gracias a mi fuerza interior. Ese primer viaje fue un antes y un después para mi vida. Marcó mi historia”.
Fue así como nació Jacky’s Fashion, boutique que tiene dos locales y que Francella aspira a internacionalizar. El nombre es en honor a su mamá, Jacky Figueroa, quien antes de apoyar a la joven con la tienda, tenía un kínder.
“La parte del emprendedurismo la heredé de mi mamá. Mi papá, Asdrúbal Mena, trabajó como productor y por él fue que se despertó en mí el interés por el mundo del cine y la televisión”.
Reina y ejemplo
Ahora mismo, Francella está llena de sueños. Es cierto que ya se siente ganadora de Miss Costa Rica, aunque pensar que la corona podría ser suya la emociona y motiva para ser una representante que inspire a otras mujeres.
“Me gustaría ser Miss Costa Ruca porque es una plataforma de mucha exposición. Desde el día del casting supe que es una responsabilidad grande llevar la corona: sé que puedo hacerlo. Soy un ejemplo de vida, una mujer que ha sabido aprovechar el tiempo y una persona íntegra. Quiero ser inspiración para otras jóvenes y niñas que sueñan con desarrollarse de manera profesional en ámbitos empresariales”.
Por ahora, Francella está dándole forma a un proyecto con el que quiere apoyar a chicas que deseen convertirse en empresarias. Por ello está buscando a asociaciones consolidadas que brinden respaldo a mujeres que sobrevivieron a la trata de personas y explotación. Su plataforma se llamará Dream Builder (Constructora de sueños).
La final de Miss Costa Rica 2023 se realizará el próximo 16 de agosto.
Espere en los próximos días las historias de las otras candidatas que sueñan con la corona de Miss Costa Rica.