Fabiola Calvo Guzmán recuerda que en su niñez fue una niña insegura, tímida y que incluso fue víctima del bullying, pero nada de eso impidió que creciera soñando con los concursos de belleza. En el 2016 logró ser una de las candidatas de Miss Costa Rica y, aunque con esa experiencia cumplió su anhelo, se enfrentó a la crueldad de quienes la criticaron por su físico y le decían que “era horrible”.
Actualmente, esta enfermera luce físicamente muy diferente, aunque asegura que su principal transformación es interna.
En el 2016 Fabiola, hoy de 28 años, tenía su cabello rizado y hoy lo lleva lacio. Su rostro también luce distinto, pues asegura que se realizó una rinoplastia con fines de salud (tenía un problema nasal) y estética. Además, se hizo un aumento de senos.
“Vengo de un proceso de siete años. Antes no sabía maquillarme ni detectar qué me quedaba bien. Miss Costa Rica fue mi primer certamen y aunque me encantaba el maquillaje nunca aprendí de manera profesional. En este tiempo me dediqué a trabajar en mí no solo física, sino emocionalmente”, detalló Calvo, quien antes de este regresó participó en tres certámenes más.
La naranjeña fue candidata en Señorita Costa Rica, Señorita Occidente y Miss Latinoamérica Occidental.
Para Fabiola Calvo, más allá de su apariencia física, resalta los cambios internos que ha experimentado. Para ella, antes de considerar cualquier transformación externa, es necesario trabajarse de adentro hacia afuera.
“Antes de las cirugías, hay que pensar que hay que tratar los problemas emocionales, el físico trae autoestima, pero si no se soluciona lo emocional de nada funciona cualquier cambio externo”, afirmó.
La apariencia de Fabiola ha generado algunos comentarios en las redes sociales. Incluso, hay quienes han comentado que ella hoy parece otra persona.
Ella, por su parte, contó que parte de los cambios que realizó en estos años tienen relación con variaciones en su vida deportiva y nutricional. Como resultado, su figura hoy luce más esbelta y tonificada.
“En este tiempo puede estudiarme y enfocarme mucho en la parte emocional. Recuerdo los comentarios que viví hace años en los que decían que era horrible. Ahora las críticas no me afectan. Considero que las personas siempre tienen comentarios buenos y malos”.
Calvo confió que, cuando tomó la decisión de realizar sus cambios físicos, lo hizo siempre basada en que quería hacerlo por sí misma. Esta determinación, reiteró Fabiola, llegó después de su sanar internamente y no al contrario.
“Hubiera sido el peor error hacer cambios físicos por la opinión de los demás y no porque eran lo que yo quería”.
Fabiola continuó: “Me siento contenta porque el cambio viene de adentro. Para mí es importante decir que se mantiene la mujer humilde y noble que desea servir y aportar a la sociedad”.
Calvo agregó que si bien los cambios externos son importantes para la autoestima, estos se vuelven banales cuando se cree que las personas son solamente lo que se observa.
“Somos alma, cuerpo y espíritu. El mundo necesita ver ese espíritu reflejado en el ser externo. Siento que hoy por hoy lo que más se refleja en mí es emoción, felicidad y alegría por compartir todo lo bueno que hay dentro de mí”.
Amor por servir
Fabiola Calvo Guzmán creció en la zona cafetalera y ganadera de Naranjo. Contó que en su familia siempre le inculcaron valores y que de sus abuelos heredó “el amor por el prójimo”, lo que la llevó a formarse como enfermera.
De sus características destaca la empatía. Su deseo es aportar “positivamente” al mundo desde su profesión, la cual lleva ejerciendo hace varios años a nivel público y privado.
“Quiero promover y educar sobre salud desde distintas aristas. La educación e información salvan vidas. Esto lo he vivido trabajando en medicina interna. Sé que hay personas que han fallecido por falta de información, mientras que otras tienen calidad de vida gracias a que reciben su tratamiento de manera eficaz”.
Fabiola sueña con ser Miss Costa Rica. En caso de llegar a coronarse, su intención es usar la plataforma y hacer activismo social siempre enfocado en el ámbito de la salud.
“Quiero ser una voz que cambia el mundo desde la enfermería”, dijo Calvo, quien va tras sus metas priorizando su amor propio y disciplina.
La final de Miss Costa Rica, a la que llegan nueve candidatas, se realizará el 16 de agosto. En esta edición participan mujeres con diversidad de bellezas. Gracias a las nuevas normas de Miss Universo, el concurso nacional amplió sus normas y hoy entre las participantes hay incluso una candidata que es mamá y esposa: se trata de Yoselyn Porras.
Lea en los próximos días, en nacion.com, la historia de las otras candidatas que sueñan con convertirse en la mujer “más hermosa de Costa Rica”.