“¡Dios salve al rey!”, gritó el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, en la Abadía de Westminster, confirmando que desde este sábado 6 de mayo del 2023, el Reino Unido tiene, al menos formalmente, un nuevo monarca.
Carlos III fue coronado en una ceremonia religiosa que duró aproximadamente dos horas y que arrancó puntual a las 11 a. m. (4 a. m. hora Costa Rica).
El monarca llegó tres minutos antes a la Abadía, junto a su esposa y nueva reina consorte, Camila Parker, luego de recorrer unos dos kilómetros desde el Palacio de Buckingham en el carruaje Diamond Jubile, construido en Australia en el 2012 para celebrar los 60 años de reinado de Isabel II, escoltado por la caballería de la monarquía británica.
Ya en la puerta oeste de la Abadía de Westminster, Camila encabezó el desfile hasta el frente de la iglesia; detrás de ella siguió Carlos III junto a sus cuatro pajes (entre ellos el príncipe George, segundo en la línea de sucesión al trono). Por último, el desfile lo complementó el príncipe William (heredero al trono) junto a su esposa, Kate Middleton, y sus hijos Carlota y Luis.
La ceremonia estuvo amenizada por el coro de gospel Ascension Choir, que interpretó al menos 12 nuevas piezas encargadas por el rey para la ocasión. Los temas se interpretaron en inglés y galés.
La actividad, que fue trasmitida por televisión y vía streaming, se dividió en varias partes. La primera consistió en la ceremonia de reconocimiento, en la que Welby presenta al monarca ante los 2.000 asistentes a la ceremonia, en ese momento, los presentes contestaron en coro: “Dios salve al rey Carlos”.
Luego llegó el momento de la unción, un acto considerado sagrado e íntimo, tanto que no fue televisado y que tampoco pudieron ver los invitados en la Abadía. Esto sucedió porque el rey, sentado en el trono, utilizó una cubierta de tela que impedía apreciar el momento.
“Este misterioso momento, que representa la santidad entre el soberano y Dios, se considera especialmente religioso y siempre se ha ocultado a la vista del público: no fue fotografiado en 1937, cuando la corona se puso en la cabeza de Jorge VI, ni televisado en 1953, cuando le relevó en el trono su hija, Isabel II, que fue pionera en retransmitir una coronación real por televisión”, explicó El País, de España.
En ese instante de la ceremonia, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ungió a Carlos III en las manos, la cabeza y el pecho con un aceite crismal que ha sido consagrado en Jerusalén y se ha elaborado a partir de aceitunas recogidas en dos olivares del Monte de los Olivos y prensadas a las afueras de Belén. También, el aceite fue perfumado con sésamo, rosa, jazmín, canela, neroli, benjuí, ámbar y azahar.
Posteriormente, el rey se despojó de varias de sus prendas y elementos de su traje para colocarse las espuelas, la espada, los brazaletes, la estola, su anillo y su guante. Luego le llevaron el Orbe, el cetro real y la vara. Finalmente le colocaron la corona de San Eduardo.
“Rey de reyes y señor de señores, te pedimos Señor que bendigas esta corona y que santifiques a tu siervo Carlos, a quien en su cabeza pones como símbolo de tu real majestad”, pronunció el arzobispo.
Tras la coronación de Carlos III como nuevo monarca del Reino Unido, su hijo mayor, el príncipe William, heredero al trono británico, se hinco ante él para jurarle lealtad. Posteriormente se acercó para darle un beso en la mejilla.
Luego fue el turno de Camila, quien a partir de ahora será reina consorte. Ella utilizó la corona que en algún momento perteneció a la reina María de Teck.
Tras dos horas de ceremonia, Carlos III y Camila salieron caminando de la abadía, mientras al fondo se escuchaba el himno Dios salve al Rey. El monarca se detuvo a saludar a algunos de los invitados a la actividad y posteriormente se subió, junto a su esposa, a un carruaje que los llevó de vuelta al Palacio de Buckingham, desde donde saludaron al público que se reunió en las calles de Londres.
Carlos es el monarca número 40 en ser coronado en la Abadía de Westmisnter, desde 1066. Además, a sus 74 años, el hijo mayor de la reina Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo, es el rey británico de mayor edad en ascender al trono.
De esta forma, Carlos III se convirtió en rey del Reino Unido y de otros 14 reinos independientes tal y como lo son Antigua y Barbuda, Australia, Bahamas, Belice, Canadá, Granada, Jamaica, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Islas Salomón y Tuvalu.