Xavier López Rodríguez ni nació en México ni estudió nada relacionado con la televisión o que lo vinculara profesionalmente con el mundo del entretenimiento; de hecho, esa industria no estuvo en su horizonte durante una parte importante de su vida.
Chabelo, como es conocido López en prácticamente toda Latinoamérica, nació hace 85 años en Chicago, Illinois, Estados Unidos; a los 18 años fue reclutado por el Ejército de Estados Unidos por tres meses y casi va a la guerra de Corea, pero antes llegó el fin de ese conflicto armado.
Tras concluir su servicio militar, López dejó Estados Unidos y se trasladó a vivir a México, tierra de sus padres. En ese país comenzó su camino como un adulto estudiante de Medicina, profesión que cursó durante dos años hasta que un vecino suyo, productor radiofónico de una empresa jabonera, lo sedujo con la idea de trabajar como ayudante en una televisora mexicana.
López empezó a colaborar en Televicentro, perteneciente al gigante mexicano Televisa, durante el tiempo libre que le quedaba en sus estudios en la Universidad Autónoma de México. En la empresa se inició como jala cables, después asumió como floor manager (jefe de piso) y, más tarde, empezó con apariciones en sketches de la mano de Ramiro Gamboa, el mismo productor que lo llevó a ese lugar y quien le reconocía a López su gran habilidad para imitar voces.
Cuando su carrera en televisión despuntaba y ganaba fama entre sus compañeros por estricto y perfeccionista, la idea de convertirse en médico se le esfumó, principalmente, por otro ofrecimiento que le hizo Gamboa y que cambiaría su historia: la de interpretar a Chabelo, un niño salido de un libro de chistes y del que se haría una parodia en el programa Carrusel musical.
El debut
En 1954, López debutó en la pantalla con Chabelo. “Este personaje me ha dado la oportunidad de deshacerme de todos los deseos reprimidos que no pude llevar a cabo cuando era realmente niño. Si yo hubiera hecho un berrinche en mi tiempo, me hubieran matado a golpes; sin embargo, con Chabelo hago unos berrinches que no se acaban, y así muchas cosas, porque el personaje tomó tanta fuerza en mi mentalidad que puedo considerar que existen dos personas: Xavier y Chabelo”, contó López en octubre, durante una entrevista con Adela Micha.
Cuando Chabelo debutó, Xavier López rondaba los 20 años, y el personaje alcanzó tal aceptación que Televisa lo usó como botín para sus intenciones comerciales, el mismo empuje que buscaron para sí marcas como Pepsi Cola que, un año más tarde, hizo del personaje la imagen oficial de la bebida por algunas temporadas.
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La fama de aquel “niño de 12 años" con pantalones cortos, medias altas y zapatos deportivos se esparcía a lo largo y ancho de la República Mexicana al punto que, en 1958, Chabelo es parte del elenco de la película Viaje a la Luna junto a Ramiro Gamboa, el Loco Valdés y otras figuras de la época.
“Nunca me predispuse a nada ni siquiera hoy en día, porque recuerdo que cuando hice por primera vez el personaje fueron 10 minutos que se me hicieron eternos, pero con los cinco sentidos puestos en ver la reacción de los niños y de sus padres, porque no sabes lo maravilloso que es para Chabelo descubrir que al platicar con un niño, empieza a surgir un lenguaje en el que me doy exactamente cuenta que ese niño está hablando con Chabelo como si estuviera hablando con un niño grandote. Eso es muy lindo porque lo más honesto que puede haber en el mundo es un niño”, resumió el adulto en la conversación con Adela Micha.
A esa altura, el éxito del personaje era muy incipiente pero no frenó la idea de Televisa de asegurarlo de una vez por todas como talento de su televisora: en 1961, la empresa produce el primero de tres programas estelarizados por Chabelo. La media hora con Chabelo, show exclusivo del personaje.
Tres años más tarde, el programa se transforma para darle paso a Lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer y en enero de 1968 nació el espacio que terminó de enraizar su gloria: En familia con Chabelo, que se mantuvo ininterrumpidamente hasta el 20 de diciembre del 2015, marcando un hito en la televisión mundial.
AL FINAL... GRACIASPosted by En Familia con Chabelo on Sunday, December 20, 2015
Exitoso y polémico
El final de En familia con Chabelo, significó que se apagaran los reflectores del programa infantil más longevo del mundo, reconocido así en el 2012 con dos certificados de los premios Récords Guinness: uno por la antigüedad del espacio (cuando fue reconocido tenía 44 años al aire) y otro por el tiempo que tenía Xavier López de interpretar al llamado “amigo de todos los niños” (para entonces sumaba 58 años haciendo el personaje).
“No buscaba romper récords. Lo que sucede es que cuando empecé con el programa seguía vigente algo que yo mismo disfruté de niño, que era levantarme los domingos e irme a meter a la cama con mis papás, y los niños de México siguieron disfrutando por años de ese placer de meterse en la cama con los papás y encender la televisión. Creo que eso le ayudó mucho al programa para que permaneciera tanto tiempo en pantalla”, contó López en aquella entrevista.
En familia con Chabelo se emitía todos los domingos y su salida del aire en el 2015 fue sorpresiva, inesperada, polémica y, paradójicamente, respondió a una solicitud de las nuevas audiencias que no lograron empatizar con el programa.
La prensa mexicana reportó que a los televidentes les comenzó a hacer ruido los promocionales de golosinas y alimentos chatarra que Chabelo hacía en su programa como parte de la cartera de anunciantes que tenía el espacio.
Esa controversia empezó en el 2014, al mismo tiempo en que el Gobierno mexicano anunció una estrategia enfocada en promover la alimentación saludable como medida para combatir enfermedades como la diabetes y el sobrepeso.
La contienda entre la audiencia, Chabelo y Televisa se mantenía de la mano con las emisiones del programa televisivo, que seguía siendo producido porque los anunciantes mantenían la publicidad.
“Los concursos continuarán como hasta el momento porque yo no obligo a nadie a que engorde”, declaró Chabelo a los medios mexicanos.
Las impresiones del artista atizaron todavía más la polémica y la presión llevó a la televisora a cancelar el programa, cuando ya la relación entre las partes (audiencia-Chabelo-Televisa) se había desgastado.
“Como parte de un proceso de ajuste de programación del Canal de las Estrellas, En familia con Chabelo cierra su ciclo el próximo domingo 20 de diciembre (del 2015). Televisa y Xavier López Rodríguez estudiarán proyectos para la realización de nuevas producciones, y seguirán manteniendo una entrañable relación de confianza y amistad”, anunció la televisora al acabar con el programa.
“Todo en la vida tiene un ciclo, un principio y un final. En familia con Chabelo empezó hace 48 años con un formato que muy pocos creían que iba a durar y gracias a ustedes ha durado. Le doy gracias a Dios por haberme permitido entrar a sus hogares cada ocho días, domingo a domingo. Gracias por la oportunidad de ser parte de su historia y ustedes de la mía. Mi respeto a todas las cuatitas, cuatitos y a todos los que siguen siendo niños por dentro”, se despidió el personaje con su singular voz de niño.
Chabelo inmortal
De esa manera se le puso punto final a un programa y un personaje que muchos pensaban que nunca acabaría su paso por la escena del entretenimiento mexicano, reflejado en las múltiples bromas de las que era víctima el actor por su edad y su “insistente” permanencia en pantalla.
Sobre esa inmortalidad con la que, de manera jocosa, asocian las personas a Chabelo, él habló en varias ocasiones, una de ellas fue con Adela Micha. “Son parte de la manera de ser del mexicano, que apuesta por la broma cáustica sobre cosas verdaderas. Así es el estilo del mexicano y como tal estoy de acuerdo. Me parece una situación normal”, dijo.
“Molestarme o enojarme me parece inútil porque eso es parte de lo que tienen las redes sociales, que son anónimas porque uno no sabe realmente de dónde vienen y no vale la pena molestarse. Hay que tomarlas como vienen”, añadió Chabelo, casado en dos ocasiones y padre de cuatro hijos, uno de ellos fuera del matrimonio y que él reconoció después de enfrentar un proceso legal.
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De su vida personal, Xavier siempre fue muy celoso y sus únicas intervenciones relacionadas a esa esfera tenían que ver con su edad y las veces que Internet hizo circular información falsa de su supuesta muerte; más allá de eso, el intérprete de Chabelo no hablaba de su vida personal.
Decía que prefería hablar de sus logros como artista, entre los que se destacan cerca de una decena de programas de televisión y radio y al menos 30 películas, las más recordadas Autopsia de un fantasma, Chabelo y Pepito contra los monstruos y Chabelo y Pepito: los detectives.
“Si de algo me puedo sentir afortunado es que Xavier tiene un amigo y tener un amigo en la vida es un poco difícil y yo tengo un gran amigo con Chabelo. Cuando interpreto a Chabelo me siento feliz también, es como un mecanismo muy sencillo, día a día, porque al paso del tiempo se convirtió en un cambio muy sencillo, muy natural. En ningún momento he sentido que Xavier le falta el respeto a Chabelo o que Chabelo le falta el respeto a Xavier, es un mecanismo de mi naturaleza, porque mi naturaleza me ha llevado por ese lado y me siento afortunado. No siento que haya mentido ni que haya engañado a nadie”, manifestó Xavier con su voz de hombre en unas partes y con la de niño, en otras.
Alejado de las cámaras, el intérprete de Chabelo dice que disfruta del descanso con su familia, sus nietos, la lectura y la escritura, las aficiones que puso a rodar cuando los reflectores de su programa se apagaron y su inesperada fama sacude su memoria con recuerdos gratos de una vida artística que lo tomó por sorpresa.