El nombre de la argentina Christian Bach resuena en el mundo de la actuación como una verdadera estrella. Sus más de 35 años de carrera, más de 20 novelas como actriz y productora, así como participaciones en cine y teatro lo confirman.
Esta semana, Bach estuvo de visita en Costa Rica para promocionar la película mexicana Deseo . Su inconfundible porte y talante atrajeron el glamour y las miradas a la premier del filme, el jueves, en el Cine Magaly.
Viva conversó con la actriz sobre su vida y su carrera en cine, teatro y televisión. A continuación, un extracto de esa entrevista.
Se casó en 1986 con el actor mexicano Humberto Zurita ( Bajo un mismo rostro ). ¿Cómo nació ese amor?
Nosotros nos conocimos haciendo fotonovelas; era algo muy chistoso y muy raro. Nos contrataron para hacerla y ahí el primer pacto que hicimos, como amigos, fue dejar de fumar. Luego, nos tocó trabajar juntos en Soledad ; yo hacía la villana y lo contrataron a él; de ahí, nos hicimos amiguísimos y fuimos socios mucho antes de ser pareja.
Ese amor se lo debe a la actuación...
Y también me dejó dos hijos.
¿Cómo ha sido trabajar con su esposo y sus hijos Sebastián y Emiliano tanto en actuación como en producción?
Esta es la primera vez con Sebastián ( La impostora , 2014), nos divertíamos mucho; sufríamos de ataques de risa en el set. Con Humberto, han sido muchos proyectos; y con Emiliano, hemos participado en muchas cosas que a lo mejor la gente no ve porque es un proceso, pero todo es muy creativo y divertido hacerlo entre todos.
Es abogada y bailarina de ballet, pero, al final, se decidió por la actuación; ¿por qué?
Mi primera profesión fue un poco el ballet clásico porque mi mamá fue primera bailarina en el Teatro Colón y bailó en la Ópera de París; mi abuela era rusa y bailó en el Bolshói; así que los genes me jalaban a eso. Pensé que era una carrera muy corta, que se llega hasta los 30; por esta razón, como a los 15 años, decidí estudiar actuación. En el caso de derecho, nunca ejercí como abogada; bueno, hago los contratos de la casa.
¿Cómo llegó a México?
Trabajaba en la televisión argentina; luego, vino Valentín Pimstein (productor chileno) y me llevó (temporalmente) a Televisa. Después de dos años, me contrata y me lleva a México a hacer una novela corta de 20 capítulos y, al tercer capítulo, me ofrecieron un contrato de exclusividad por tres años; eso fue en el año 1980.
¿Qué significó el productor Ernesto Alonso ( Amarte es mi pecado ) en su carrera?
Fundamental. Con él, no solo hice novelas maravillosas, sino que tuve una gran amistad. Fue una persona determinante en mi vida profesional y humana.
¿Alguna vez ha rechazado algún papel?
Muchas veces; en mi carrera, me han detenido muchas veces los desnudos; yo no hago desnudos. También las historias que no me interesan; hay ciertos temas que no me gusta apoyar y no los hago. Trabajo en lo que me gusta, proyectos que me diviertan, que me reten.
¿Qué ha significado la película Deseo en su carrera?
Toca un tema muy importante que es la búsqueda del amor; está basada en La ronda (1950) y te va explicando las cadenas que se hacen para buscar el amor. Esta es una película que toca ese tema de una manera inteligente, divertida y, por eso, siento que es un tipo de cine que nosotros los latinoamericanos tenemos que apoyar y acostumbrarnos a ver.
¿Por qué la convenció este papel (mujer madura que se enreda con un muchacho 15 años menor) en la cinta?
La película tiene una unidad tonal; tiene diferentes géneros y cualquier personaje lo hubiera aceptado porque todos son buenísimos. El que me dieron es la que físicamente corresponde a mí. Cuando me mandaron el guion, no lo pude soltar, me encantó; se me hizo ingenioso y divertido.
Recordando su paso por las novelas, un papel muy importante fue el que hizo en La chacala (1997). ¿Qué le dejó esta producción?
Con esa novela, Emiliano (hijo menor), dejó de dormir conmigo; nunca más quería dormir con la mamá y los amiguitos decían: ‘no voy a tu casa porque tu mamá tuerce los ojos muy feo’ ( risas ). En La chacala decidimos, a pesar de que el género era melodrama, que el entorno fuera diferente, de terror. Teníamos los mismos efectos que El abogado del diablo , de Al Pacino.
¿Cuál podría decir que ha sido el papel que la marcó?
Muchos realmente; en el musical El beso de la mujer araña , de Manuel Puig, mi personaje era la araña, la muerte. También Dulce caridad , basado en Las noches de Cabiria, de Federico Fellini, esta mujer es una pobre prostituta que le va mal, pero sigue creyendo en el amor.
¿Le hace falta algo por hacer en la actuación?
No, no. Si me dieran 24 horas de vida, las usaría para conseguir otras 24 (bromea). Hay tanto que puedes hacer... Hace rato que quiero hacer series; me encantan las americanas e inglesas y siento que nos falta hacerlo, pero cuesta mucho económicamente.
La patrona fue un trabajo muy reconocido...
Sí y me la pasé súper; me encantó el personaje. Aracelly (Arámbula) es una de las personas que descubrí cuando estaba en Televisa; la vi y me gustó; yo soy su madrina en la actuación y, cuando me hablaron para hacer La patrona y me dijeron que era con ella, dije que sí, nos la pasamos súper; para mí, fue muy grato.
¿Y con La impostora ?
Con La impostora fue muy divertido porque me ofrecieron el papel, me enviaron los guiones de los primeros cinco capítulos y dije que sí. Luego, me escribió mi hijo Sebastián para decirme que también le estaban ofreciendo un papel en mi novela; nos fue muy bien.
¿Villana o buena?
Las villanas son más divertidas porque no tienen límites; entonces, puedes hacer lo que tú quieras en toda la novela y sufres solo los dos últimos capítulos. En cambio, las buenas solo son felices al final. ¡No saben lo que me va a ocurrir en La impostora !