Nicole Coco Roper confía en los milagros y a un día de Nochebuena recibió el suyo.
Después de vivir días de dolor e incertidumbre y de pedirle a sus miles de seguidores que la apoyaran en oración, este sábado 23 de diciembre Coco le contó a su comunidad que se le cumplió su milagro y que podrá pasar Navidad junto a su familia, su principal anhelo luego de que la tuvieran que llevar de emergencia al hospital.
“Los milagros existen. Gracias Dios. Gracias a mi familia, a mi comunidad. Hoy logro irme a casa a pasar las navidades. Gracias Dios por todos los milagros que sigues haciendo en mi vida. Gracias a ustedes por todo su apoyo y oraciones. Nunca se den por vencidos porque la última palabra la tiene Dios”, expresó.
Antes de continuar con lo que viene para Coco, repasamos el quebranto que afectó su salud estos últimos días, al punto de que su médico considerara una cirugía.
Un bloqueo
Coco, de 29 años, había regresado esta semana a su casa luego de estar hospitalizada mientras le trataban de una complicación (derivada de la sobreirradiación) en su sistema urinario. Este miércoles 20 de diciembre, luego de sentirse muy enferma, debió ser llevada de emergencia al centro médico, pues tenía dos días de sentirse muy mal.
La noche del 21 de diciembre, la motivadora hizo una transmisión en vivo en la que habló de lo que ocurrió esta vez y de los complicados momentos que vivió, asegurando que desde hace casi dos años no se sentía tan mal.
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“Hace dos días llegué a la casa y desde que llegué me sentí como si tuviera una gripe. Creo que tengo una bastante fuerte. Aparte de esto, mi estómago me empezó a lastimar demasiado, sentía demasiado dolor y contracciones en un área diferente a lo que usualmente siento”, contó sobre el primer día en su hogar.
La mañana siguiente, Coco dice que presentó vómitos y un dolor insoportable. Poco después, sintió un malestar todavía más fuerte y lo que más la alarmó fue que la bolsa de su ostomía (que conecta sus intestinos a las paredes de su abdomen) estaba vacía.
“Eso no es buena señal. Decidí esperar un poco. Hay veces en las que la ostomía no saca cosas, luego las empieza a sacar superbién. Este no fue el caso. La presión de todo lo que no está saliendo me empezó a ocasionar vómito horrible. Desde hace años no tenía síntomas como en este momento”, contó.
Nicole dijo que se sintió tan mal que tuvo que llamar a una ambulancia para que la llevara al hospital, algo que solamente ha ocurrido una vez desde el 2020, cuando empezó a luchar contra el cáncer cervical.
Poco después de ser atendida en el hospital este 20 de diciembre, Coco fue vista por su cirujano, quien le hizo rayos X para descubrir un bloqueo en su ostomía.
“El bloqueo no es necesariamente de comida, es más de tejido y cicatrización (causado por la sobreirradiación) que hay ahí, lo que hace que la ostomía no funcione bien”, detalló Coco, quien dijo que en medio de su emergencia, sintió paz de que su hijita, Elli Roper, de cinco años, no estuviera presente cuando llegó la ambulancia.
Coco también destaca la compañía de su hermana, la diseñadora Linda Liz Díaz, quien casualmente llegó a su casa para acompañarla en esta época navideña.
El milagro de Coco
Conforme pasaron las horas, a Coco Roper le hicieron exámenes de rayos X con contraste. Poco después de uno de ellos, contó que la bolsa de la ostomía empezó a llenarse de líquido. Primero 650 mililitros y luego 450 ml en dos ocasiones.
“Eso es una excelente noticia. Me dijeron que mi cuerpo trata de arreglarlo solo y expulsar las cosas. Es sumamente doloroso, pero son buenas noticias”, contó.
El viernes 22, el cirujano iba a tomar una decisión para ver qué era lo mejor para Coco.
“Me dijo que pusiéramos la cirugía en pausa, porque lo que muestran los exámenes no coincide con todo lo que vació la ostomía. Este viernes me van a hacer otros rayos X, por eso solo estoy consumiendo hielo y agua”, comentó el jueves.
Dependiendo de los nuevos resultados, iban a decidir si le hacían una cirugía, que tendría que realizarse casi de inmediato. Roper dijo en ese momento que el médico consideraba que sí había problemas con la ostomía, pero que necesitaban comprobarlo.
“Si todo sale bien (y no hacen la cirugía) me ponen en dieta de líquidos claros y me darían la oportunidad de irme a mi casa para Navidad y después volver para la cirugía. Ese es el mejor escenario y me daría la oportunidad de estar en Navidad con Ellie”, contó.
Ese era uno de los panoramas, el segundo tenía que ver con la necesidad de operar antes de Nochebuena. La cirugía, según Coco, sería muy complicada.
En ese contexto Nicole, la segunda hija de Lynda Díaz, recordó su cirugía de abril y la gran cicatriz que le hicieron, que es queloide (engrosada y elevada), por lo que el médico no quisiera volver a abrirla, pues hay riesgos de infección.
“Vamos a ver qué pasa. No les voy a mentir. Estoy destrozada. Me parte tanto el alma no poder estar con mi hija para celebrar esas fechas. Estoy orando para que Dios me dé la oportunidad de estar con mi hija el 25″.
Coco continuó: “Esto pone en perspectiva todo. Los regalos, las fiestas (...). Todo de lo que se trata la Navidad se ha perdido. Estos últimos días me siguen preguntando que qué quiero. Hay miles de cosas que puedo elegir, lo único que quiero es salud y paz. Estar con mi hija. No quiero nada material, no quiero nada que no sea significativo para mí en este momento. Poder estar ahí con ella, para que abra sus regalos, para poder hacer desayuno, para cenar y celebrar es lo único que quiero”.
En su conversación, la costarricense expresó que también entiende que Dios tiene un plan perfecto y que si por alguna razón no puede salir del hospital para Navidad, conseguirá un árbol, lo pondrá en su habitación y lo llenará de regalos para que su hija llegue “un ratito”.
“Le oro y ruego a Dios. Honestamente, si les puedo pedir algo es que oren para poder estar en casa con mi hija el 25, con mi familia, con mi hermana, que mi cuerpo y Dios sean capaces de solucionar un problema que en este momento ni los doctores saben cómo solucionar. Creo en los milagros. Que la bolsa haya vaciado tres veces es un milagro para mí”, expresó el jueves.
Este sábado 23 de diciembre, Coco contó que lo que tanto anheló se va a ser realidad, agradeciendo por las oraciones que asegura “fueron poderosas”.
“Mi bolsa se destapó y estoy comiendo y hoy (sábado) me voy para mi casa con una dieta muy estricta. Hay una posibilidad muy grande de que necesite cirugía, pero no es una cirugía inmediata. Es algo que podríamos hacer en las próximas semanas. Ahora puedo irme y pasar Navidad con mi familia”, dijo emocionada y expresando gratitud a todas las personas que han orado por ella.
“La oración es sumamente poderosa”, añadió.
“Entre más personas oran, más grande es el mensaje para Dios. Esto es un milagro. Hasta los doctores están en shock de que esto haya pasado porque lo que se ve en los exámenes no está bien, por lo cual tengo que tener mucho cuidado con lo que como. Lloro de felicidad”, Coco Roper.
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Un 2023 de lucha y fe
El año que está por terminar, ha estado lleno de pruebas y victorias para Coco Roper. Aunque ella continúa viviendo con las severas secuelas tras la sobreirradiación, su forma de ver la vida le permite tomar como logro cada vez que logra superar alguna de las situaciones que se le presentan.
Este año se sobrepuso a diferentes infecciones, a nuevas cirugías (sobre todo para cambiar sus tubos de nefrostomía), a una gran operación que no resultó como se esperaba y otras situaciones.
Visitó Costa Rica para ofrecer sus charlas motivacionales y también continuó trabajando en el libro en el que cuenta a historia de su vida. Durante todo el año, la residente de Texas, Estados Unidos, ocupó titulares por las diferentes situaciones que vivió y que ella contó en su cuenta de Instagram o a través de entrevistas.
En junio, conversó ampliamente con La Nación y compartió sus sentimientos alrededor de la intervención en la que tenía puesta toda su fe y en la que los médicos no lograron avanzar. Ese fue uno de los acontecimientos más duros para Coco de este 2023.
“El plan de la cirugía anterior era quitar los tubos de la espalda, construir un nuevo sistema y hacer una vía por dentro para que la orina saliera por otra bolsa. La intención era tener mejor calidad y tiempo de vida. Lamentablemente, la cirugía no se logró por la fibrosis que encontraron los doctores. Ni siquiera pudieron llegar a la vejiga y a los riñones”, detalló esa vez.
A partir de allí, fue necesario que entrara al quirófano más seguido (cada ocho semanas) para cambiarle los tubos de nefrostomía, que en ocasiones la llevaban al hospital de urgencia, pues se presentaban infecciones que le provocaron mucho dolor.
Coco, quien se caracteriza por su transparencia, comentó esa vez lo decepcionada que se sentía tras la operación fallida, aunque siempre destacó su confianza en Dios.
“En un abrir y cerrar de ojos perdí mis opciones y eso ha sido muy difícil. Entré con mucha esperanza y obviamente es devastador levantarse de algo y ver que no funcionó como quería”.
En todo momento, Nicole Coco Roper ha resaltado que desea estar bien para poder cuidar y acompañar a su hija, además de viajar para motivar a las personas y continuar con sus diferentes proyectos. Hoy, más que nunca, cree en los milagros.