El charro mexicano Vicente Fernández se encuentra hospitalizado desde el 6 de agosto debido a que sufrió una caída en su casa que provocó que se lastimara las cervicales, motivo por el cual tuvo que someterse a una cirugía. Sin embargo, tras su hospitalización, trascendió que el cantante padece del síndrome de Guillain-Barré.
Vicente Fernández Jr., hijo mayor del intérprete, había negado en días pasados esta información, pero este jueves 19 de agosto en entrevista con el programa Primer Impacto, confirmó los rumores. De acuerdo con Fernández Jr., el padecimiento de su padre se lo detectaron los doctores durante la cirugía a la que lo sometieron tras la caída.
“Afortunadamente fue detectado muy a tiempo. Ya tiene tratamiento y, como dijeron los doctores, va a ser un tratamiento con una respuesta lenta”, afirmó en la entrevista que replicó Infobae.
“Está respondiendo muy bien, acaba de salir de la terapia y van evolucionando las cosas de la mejor manera. (Las terapias son) En la mañana y en la tarde, dependen cómo esté de ánimo, depende cómo esté de fuerza”, refirió el también cantante, según Infobae.
Durante internamiento hospitalario el Charro de Huentitán -quien tiene 81 años- ha pasado diferentes procesos, entre ellos una traqueotomía.
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¿De qué se trata el síndrome de Guillain-Barré?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el síndrome de Guillain-Barré afecta al sistema inmunitario del organismo, atacando parte del sistema nervioso periférico.
El síndrome puede afectar a los nervios que controlan los movimientos musculares así como a los que transmiten sensaciones dolorosas, térmicas y táctiles. Esto puede producir debilidad muscular y pérdida de sensibilidad en los brazos y piernas, explica la web de la OMS.
Es una afección rara que pueden padecer personas de todas las edades, pero mayormente se presenta en hombres en edad adulta. Entre los síntomas primarios destacan debilidad u hormigueo que empieza en las piernas y puede extenderse a brazos y cara; en algunos casos produce parálisis de las piernas, brazos o músculos faciales.
En casos graves se pueden ver afectadas el habla, la respiración y el paso de la comida de la boca al estómago.
La OMS afirma que la mayoría de los casos se recuperan totalmente.