Nadie esperaba que imperara el recato en ningún rincón de la Mansión Playboy durante sus muchos años de apogeo: lógicamente detrás de sus paredes reinaban el sexo, las orgías, los licores más finos y diversidad de estimulantes en lo que era abiertamente reconocido como una especie de pecaminoso reino.
Lo que sí ha sido totalmente inesperado en este arranque del 2022 es que una serie documental de la cadena A&E, que se está transmitiendo a capítulo por semana en una serie de 10 entregas y llamado Secrets of Playboy, reconstruye lo que realmente ocurría en lo que muchos llaman ahora “la mansión del horror”.
Con base en testimonios de varias conejitas, incluidas exparejas o exesposas del fundador de Playboy, Hugh Hefner –fallecido a los 91 años en el 2017– y de otros allegados al magnate, A&E ha venido liberando los capítulos del documental que, de inmediato, tienen resonancia en la prensa mundial que semana a semana se ha dedicado a ahondar en las crudas revelaciones.
Por ejemplo, una investigación paralela del Daily Mail recién reveló una red de tráfico sexual, drogas y abusos impulsada por Hugh Hefner sobre jóvenes aspirantes que no alcanzaban la categoría de playmate.
“Adolescentes de 16 años fueron drogadas, golpeadas, instruidas para la prostitución y violadas en ‘mini mansiones’ propiedad de amigos de Hugh Hefner, fundador de Playboy, y frecuentadas por hombres ricos, celebridades y al menos dos políticos”, asevera la investigación del diario británico.
Según medios como El País y Antena 3, de España, o el portal Infobae –entre muchos otros– la docuserie de Alexandra Dean profundiza en el misterio de todo lo que rodeaba a la famosa marca, con su conocida mansión como escenario principal. Tras los primeros episodios emitidos por la cadena estadounidense A&E ardió Troya al descorrer las prácticas que se llevaron a cabo y el estilo de vida de Hugh Hefner.
El documental sobre Playboy está previsto de 10 capítulos que se irán liberando semana a semana y que cuenta con entrevistas con expertos y, por supuesto, con los testimonios de algunas de las mujeres que formaban parte del harén y quienes, en su momento, se expusieron en los realities sobre el emporio como celebridades a gusto en el mundo Playboy.
Entre ellas destacan la exnovias de Hefner Holly Madison y Sondra Theodore, quienes hoy forman parte del grupo que decidió contar sus crudas verdades en el documental de Alexandra Dean.
Ya desde los primeros dos capítulos se dieron a conocer algunas de las prácticas que las mujeres sufrieron durante su estancia en la mansión y, de entrada, va con todo contra la visión que se ofrecía sobre el fundador como promotor de la libertad sexual y la independencia de la mujer.
Las mujeres que participan en el documental ofrecen una imagen atroz del dueño de la empresa y la califican como una “secta” ya que se sentían permanentemente vigiladas, con horarios y sin poder decidir sobre su propio cuerpo ya que la mayoría eran sometidas a operaciones estéticas. Theodore narra episodios de sexo con animales u orgías 5 días a la semana, con prácticas cada vez más desagradables.
“Vi claramente que no éramos nada para él”, dice Theodore. “Era como un vampiro. Chupó la vida de todas esas jovencitas durante décadas”.
Las mujeres coinciden en que Hefner nunca estaba satisfecho y que les exigía tener relaciones sin protección. En esta línea, algunas de estas mujeres cuentan que las más jóvenes tenían a veteranas como instructoras dentro de la mansión y narran episodios de sedaciones, drogas y alcohol con el objetivo de anular la voluntad de las mujeres para someterlas a diferentes prácticas sexuales. En distintos testimonios se refieren a Hefner como un “monstruo”.
Theodore incluso recuerda con horror haber visto al editor en jefe de la revista teniendo sexo con su perro. La mujer asegura que nunca lo volvió a dejar solo con el can en una habitación.
La cadena Univisión también le ha dado un intenso seguimiento al caso. Es así como se detalla lo vivido Holly Madison, una de las más conocidas playmate que apenas a los 21 años se mudó a la mansión y tuvo una relación de 2001 a 2008 con el empresario cuando este tenía 75 años de edad, la cual hoy califica de “asquerosa”, por decir lo menos.
Holly Madison, una de las estrellas del reality Girls Next Door, que contaba la vida de las tres parejas de Hugh Hefner, fundador de Playboy, habló en un podcast publicado recientemente sobre su relación con el difunto ícono de la industria de la pronografía, según recopila el portal Infobae.
La exconejita dijo que su primera noche en la famosa mansión de Hefner había sido “traumática” y que durante ese encuentro Hefner “literalmente se tiró encima mío. Quedé mortificada y avergonzada”, agregó.
“La vida dentro de la notoria mansión no era un sueño en absoluto— y muy pronto se convirtió en su pesadilla—. Luego de perder su identidad, su sentido de autoestima y su esperanza para el futuro, Holly se encontró sola sentada en una bañera considerando el suicidio”, afirma Us Weekly en una nota sobre el polémico tema.
Madison también detalla las historias de las conejitas “que apuñalaban por la espalda” y las muy estrictas normas de la casa. Madison ahora está casada con el promotor Pasquale Rotella y tiene una hija pequeña. Su autobiografía saldrá en junio.
“Me siento emocionada porque finalmente puedo compartir mi historia y lo que he aprendido de mis experiencias personales, tanto dentro como fuera de la Mansión Playboy”, dijo. “Creo que mis historias sorprenderán a la gente y espero dejar la mística al descubierto y aclarar los conceptos erróneos que a menudo se asocian con mi vida”.
¿Por qué, ante todo lo narrado, permaneció casi ocho años junto a Hefner? Ella hoy argumenta que, viéndolo en retrospectiva, básicamente el imperio Playboy no era más que una secta, asegura que se sentía secuestrada y supuestamente enamorada, lo que hoy califica como haber sido víctima del “síndrome de Estocolmo”.
Varios defensores de Hefner han criticado las declaraciones de Madison, pero otras versiones incluso mucho más crudas sobre lo que pasaba en la mansión, le han conferido peso a las denuncias que se están sucediendo en cada entrega de la serie.
Por ejemplo Sonda Theodore, novia del fundador de la revista en los años 70, revela en la producción que tenía que recurrir a drogas y sedantes para aguantar las orgías diarias que Hefner le imponía.
Falso glamour: La docuserie ‘Secrets of Playboy’ explica en profundidad la humillación a la que eran sometidas las denominadas “conejitas” de Hefner en los Playboy Clubs
— Daily Mail
Theodore asegura que para triunfar dentro de la revista debían tener relaciones con él y su grupo de amigos, inclusive si se llegaban a negar eran abusadas sexualmente y no podían quejarse.
El documental incluye declaraciones de Jennifer Saginor, hija del doctor Mark Saginor, quien le prescribía drogas legales al magnate, así como de su asistente personal, Stefan Tetenbaum, y la conocida como conejita madre, PJ Masten.
Las declaraciones en el documental de la gente que vivió en la mansión coinciden en calificar la forma en que se manejaban las cosas dentro de la casa como algo muy parecido a una secta, tal como lo dijo Holly.
El exguardia de seguridad de Hefner, Stefan Tetenbaum, declaró que en cada rincón de la casa había cámaras de vigilancia y micrófonos, por lo que Hugh Hefner estaba al tanto de todo lo que pasaba y ese conocimiento lo usaba para controlar a las mujeres.
También reveló que el magnate organizaba las llamadas Pig Nights (Noche de cerdas), donde contrataba a trabajadoras sexuales del Sunset Strip, a las que llamaba cerdas, para que le dieran sus servicios a sus invitados.
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Palabras mayores
Los secretos dentro de las “mini mansiones” de Playboy también han salido a la luz, tal cual lo reseña la Agencia de periodismo investigativo de Colombia: “Mujeres de 16 años que no pasaban la audición para la Mansión Playboy, llegaban con engaños a una red de casas de Beverly Hills. Eran violadas, drogadas, golpeadas y preparadas para la prostitución. El lugar era visitado por celebridades, un expresidente y gobernador” asevera el mencionado medio, entre otros.
Eran lugares subsidiados por amigos de Hefner a donde las menores que no pasaban la audición para entrar a la Mansión Playboy, adquirían el “derecho” de ingresar a una red de casas en las que nunca pensaron iban a ser víctimas de violaciones y prostitución.
Y es que a la Mansión de Playboy ingresaban solo las mujeres que pasaban una prueba. Las denominadas Playmates, mujeres de diferentes estratos sociales, profesiones, países y antecedentes, enviaban fotos para ser consideradas.
Jennifer Saginor, ya mencionada antes, hija del médico personal de Hefner, le dijo al Daily Mail que “Las jóvenes que formaban parte de las mini mansiones no se dieron cuenta de que estaban siendo preparadas para convertirse en acompañantes de clase alta”.
Aunque ella intentó denunciar la supuesta red de prostitución en el libro Playground: A Childhood Lost Inside the Playboy Mansion, en el 2005, los editores eliminaron las páginas por temor a las represalias de Hefner, quien para entonces estaba totalmente activo. Es hoy, 16 años después, cuando los decires de Saginor se desempolvan y toman fuerza en el intenso documental de A&E.
“Las mujeres fueron ‘proxenetadas’ por los dueños de la mansión. Recibían dinero en efectivo y eran chantajeadas con la amenaza de ponerlas en la lista negra de las carreras de modelos si no accedían a tener relaciones sexuales (...). Estos hombres eran muy ricos y estaban relacionados con el entretenimiento, la política y los deportes. Organizaban fiestas masivas bajo la apariencia de agencias de modelos falsas, organizadas por patrocinadores para que parecieran legítimos”.
Saginor, hoy de 51 años, aseguró que las fiestas a menudo las organizaba el agente de talentos de ICM, Jack Gilardi, representante de grandes de Hollywood como Charlton Heston, Burt Reynolds, Sylvester Stallone y Jerry Lewis. La mansión Grayhall, propiedad del multimillonario Bernie Cornfeld, era de tres pisos y 13.894 pies cuadrados. Allí había 14 habitaciones, 12 baños y una sala de música con paneles de madera y techo artesonado pintado a mano. Era conocida como una de las “mini mansiones” de Hefner.
La mujer recuerda cuando fue testigo de una sobredosis de una joven residente de una mini mansión sueca, en un baño, después de recibir drogas de un hombre a cambio de que ella le proporcionara sexo oral.
En otro capítulo eliminado del libro, Saginor recuerda cuando dos hombres grabaron en video a una mujer desnuda y llorando en una de las habitaciones de una minifiesta en una mansión. Se leía lo que ocurrió allí dentro:
“Vamos, cariño, ¿no quieres ser una Playmate?’ El tipo con la cámara de video se acerca, mientras que el otro asqueroso le arranca la camisa de las manos, dejando al descubierto su desnudez. Ella grita. Él espeta: ‘Cállate, perra’”
Entre otros relatos que han trascendido recientemente, se conoció que una explaymate dijo que a los 17 años fue drogada y agredida sexualmente por Mark Nathanson, entonces un comisionado costero de California. Narró que cuando se dio cuenta de que estaban pasando cosas ‘horribles’ fue a pedir ayuda a Mark.
Sin embargo, cuenta que al llegar a la casa del agente del orden “puso algo en mi bebida, una droga para violar en una cita. No podía sentir mi cuerpo, no podía moverme. Apenas sabía lo que estaba pasando. Era la situación más extraña, más horrible. Fue asqueroso”.
En el reportaje antes citado, del Daily Mail, Saginor afirmó que el violador y exmagnate de Hollywood, Harvey Weinstein, el diseñador de moda y depredador sexual en serie acusado, Peter Nygard y el también condenado por delitos sexuales, el actor Bill Cosby, solían ser vistos en fiestas en mini mansiones.
Por otro lado, Jackie Hatten, es conejita de Playboy Mansion, reveló que vio a un gobernador y a un expresidente en una de las fiestas. Hatten le dijo al medio británico que una mansión tenía una habitación llamada “suite presidencial” reservada para que los invitados VIP más exclusivos tomaran drogas y tuvieran sexo con las aspirantes a playmates.
Una tercera mujer, una explaymate que pidió ser nombrada solo como Rachel, dijo que la cocaína y los quaaludes (drogas hipnóticas) estaban fácilmente disponibles en las minifiestas de la mansión.
Contraparte
Según reseñó la cadena CNN, algunos exempleados de Playboy y playmates salieron en defensa de Hugh Hefner tras el estreno de la docuserie.
En una carta abierta se lee: “Firmamos con nuestros nombres para apoyar a Hugh M. Hefner. Por todo lo que sabemos de Hef, era una persona de carácter íntegro, de una bondad excepcional y de una dedicación al libre pensamiento. Demostró un compromiso de vivir una vida honesta por encima de todo. El tiempo que pasamos en Playboy de Hugh Hefner y en las filiales de la organización sigue siendo un periodo al que todos nosotros le tenemos mucho cariño. Firmo con orgullo esta carta en reconocimiento al carácter de Hugh Hefner en medio de las acusaciones infundadas del programa de A&E”.
Tras la publicación de la carta, un portavoz de la cadena A&E resaltó su respaldo a la serie.
“Las historias compartidas en Secrets of Playboy son las experiencias personales de los participantes en el documental y merecen ser contadas a pesar de lo difícil que puede ser para algunos escucharlas. Las firmas en una carta, o una experiencia diferente con el Sr. Hefner o la cultura Playboy, no niegan las experiencias de aquellos que han hablado para compartir su verdad en la serie y esperamos seguir sacando estas historias a la luz”.
El hijo de Hefner, Cooper Hefner, también se pronunció en apoyo de su difunto padre antes del estreno. Cooper Hefner acudió a Twitter, donde afirmó: “Puede que algunos no aprueben la vida que eligió mi padre, pero mi padre no era un mentiroso. Por poco convencional que fuera, era sincero en su enfoque y vivía honestamente. Era generoso por naturaleza y se preocupaba profundamente por la gente. Estas historias salaces son un caso práctico del arrepentimiento que se convierte en venganza”.
El tema recurrente es lo que la exejecutiva Miki García y Holly Madison describen como un aura “de culto” en torno a Hefner, y el empleo de un “equipo de limpieza” dedicado a preservar su imagen, así como la de las celebridades y las personalidades involucradas en las supuestas tropelías.
Esos grandes famosos podían “hacer lo que quisieran”, como recuerda la antigua “conejita madre” PJ Masten, dándose el gusto con la seguridad de saber que lo que ocurría en la Mansión Playboy se quedaba allí.
Como sea, la serie –que estrena capítulo nuevo los lunes a las 9 p. m., pero no aún en Latinoamérica– promete ir in crescendo con el calibre de las revelaciones y, a no dudarlo, dejará lo más fuerte para el final: la versión de un infame y depravado Hugh Hefner, controlador, sádico y hambriento de poder... pero habrá que esperar al último episodio para ver hasta dónde llegó un personaje icónico desde mediados del siglo pasado, legendario por todas las razones y más polémico que nunca, aunque ya no esté en este mundo para atizar la hoguera que se cierne sobre él, postmortem.