Mientras el diseñador nacional Óscar Hernández y su hoy esposo Adrián García Ulibarri pronunciaban sus votos de amor, al son de violín sonaba el tema Caña dulce. Hernández, conocido por su marca de diseño sostenible, Toribio&Donato, no podía dejar de llorar. Para él ese tema representa plenitud y estabilidad, justo lo que encontró al lado de su pareja.
Óscar y Adrián se casaron en un ceremonia íntima el 7 de febrero. Ellos tienen cuatro años de relación y aunque ya convivían, quisieron consumar su amor legalmente. El diseñador se convierte en una de las primeras figuras del medio costarricense en casarse tras la entrada en vigencia, el 26 de mayo anterior, del matrimonio igualitario en Costa Rica.
“Cuando me preguntaban sobre el matrimonio yo decía que me casaría siempre y cuando el matrimonio fuera legal en mi país. Llegó el momento en que la oportunidad se nos dio. El año pasado nos comprometimos”, cuenta Hernández.
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La actividad se realizó en el hotel Presidente, en San José Centro, a las 3 p. m., del domingo 7 de febrero. Por la pandemia, la lista de invitados se redujo a 24 personas, estando presentes su familia y amigos más cercanos. También los acompañó, como compañero especial, Zar, su perro salchicha.
A cada asistente se le entregó una mascarilla personalizada y bordada a mano de la marca Toribio&Donato.
Los novios vistieron trajes realizados por la sastrería 506 y su corbata y corbatín son de la sastrería Arce. Fieles a una filosofía sostenible, las prendas fueron confeccionadas en lino, tela orgánica. Los invitados también vistieron prendas hechas con estas fibras.
La comida que se sirvió fue nacional: tomaron agua de sapo y entre los platillos hubo tacos ticos, ceviche y arroz con leche, postre que hizo el propio Óscar. Todo el matrimonio fue un guiño a lo local.
El gran paso
Óscar soñaba, desde niño, con formar su propia familia. Sus planes, dice, eran casarse y tener hijos.
“Más grande me doy cuenta de que soy gay y mi sueño de tener familia es arrebatado. Cuando el pueblo de Costa Rica nos da la oportunidad de formar familia en un entorno de amor, el sueño regresa. Casarnos es un derecho que tomamos con respeto y honor para crear una familia. Creemos que estamos abriendo camino”, explica Óscar.
Adrián, quien trabaja como comunicador y haciendo estrategias de marketing, agregó: “Lo más importante ya lo dijo él, pero esta unión legal se realiza también, fundamentalmente, porque se puede proteger a la persona que uno ama y al núcleo familiar. Si me pasa algo Óscar podría tomar decisiones. Esto es protección al núcleo familiar”.
La pareja tenía planeado casarse en setiembre y tener una ceremonia más amplia. Sin embargo, decidieron adelantar la unión, pues ambos comparten el sueño de convertirse en padres; además, tampoco tienen certeza de cuáles podrían ser las restricciones impuestas por la pandemia en unos meses.
“Uno de nuestros sueños más grandes es el de compartir en familia. Tener hijos e hijas. Poder compartir el amor con el que nos criaron y poderlos criar en un ambiente de amor y respeto que nos da el país”, dice Adrián. El plan de la pareja es adoptar. Ya integran un grupo de familias homoparentales, espacio en el que les guían en el proceso.
Para Óscar y Adrián dar este paso “ha sido increíble”, pues se han sentido rodeados de amor y respeto.
Tras su boda, la pareja se fue a disfrutar de la luna de miel al hotel Yaxa, en Nosara. Su intención siempre fue destacar y disfrutar lo nacional.